Lanzado de lleno a la campaña electoral, Joe Biden necesita la ayuda mexicana para solucionar un problema que está impactando en las encuestas y conspira contra su sueño reeleccionista. Desesperado por una crisis migratoria que no hizo más que agravarse en los últimos meses y alimenta la campaña republicana para tomar medidas más duras, el presidente de Estados Unidos quisiera contar con mayor apoyo de Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, sus visiones y posiciones dificultan un entendimiento beneficioso para todas las partes.

La versión que circula entre la diplomacia de Washington es que los funcionarios de la Casa Blanca consideran que México le exige cada vez más a Biden para colaborar con sus planes. Según un artículo publicado por la periodista Julia Ainsley de NBC, tres funcionarios estadounidenses coincidieron en la apreciación off the récord.

Los dos gobiernos esperan avanzar en la nueva ronda de conversaciones en Washington a finales de este mes. Todo indica que la administración de la 4T prefiere que Biden sea reelecto en noviembre frente a la política de extrema dureza que promete volver a ejercer Donald Trump en caso de volver al poder. Pero Biden aparece detrás en las encuestas y la crisis migratoria cada vez lo lastima más.

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Para reducir las cifras, la administración Biden necesita que México le permita expulsar a más inmigrantes no mexicanos de regreso a través de la frontera sur de Estados Unidos, como Estados Unidos pudo hacer hasta principios de 2023.

Después de la visita que, hace algunas semanas hicieron a López Obrador en el DF el secretario de Estado, Antony Blinken, y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, el hermetismo se impuso y fue poco lo que se supo acerca de una reunión que se extendió durante casi tres horas.

La versión que circula entre la diplomacia de Washington es que los funcionarios de la Casa Blanca consideran que México le exige cada vez más a Biden para colaborar con sus planes.

En una conferencia de prensa el viernes, López Obrador desplegó su propio programa de reformas y pidió a Estados Unidos que aprobara un plan que despliegue 20,000 millones en países de América Latina y el Caribe, suspenda el bloqueo estadounidense a Cuba, elimine todas las sanciones contra Venezuela y otorgue subvenciones a al menos 10 millones de hispanos que viven en Estados Unidos el derecho a permanecer y trabajar legalmente.

LPO

De acuerdo a NBC, todas esas son exigencias extremadamente altas de una administración que se dirige a una campaña de reelección que puede depender de la firmeza con la que Biden sea capaz de hacerse con el control de la frontera sur.

Un alto funcionario de la administración Biden dijo a NBC News que AMLO "tiene una agenda muy ambiciosa. Compartimos la visión de que necesitamos mejorar la región, pero para algunas de estas cosas, necesitaríamos que el Congreso actuara".

En el Capitolio, las negociaciones sobre medidas de seguridad fronteriza entre republicanos y demócratas siguen empantanadas por su segundo mes consecutivo. Mientras tanto, las nuevas políticas de asilo que la administración Biden inauguró en mayo no lograron disuadir a los inmigrantes, como lo demuestra el aumento récord.

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Tras el fin del Título 42 y bajo las políticas actuales de asilo, México ha acordado recibir a 30.000 inmigrantes por mes, pero eso es sólo el 10% de la cifra de diciembre. Los negociadores estadounidenses también quieren que México intensifique la vigilancia en su frontera sur con Guatemala y deporte a más inmigrantes que sean detenidos dentro del país.

Lopez Obrador tiene una agenda muy ambiciosa. Compartimos la visión de que necesitamos mejorar la región, pero para algunas de estas cosas, necesitaríamos que el Congreso actuara.

A cambio de su cooperación, dijeron los funcionarios, México quiere más ayuda financiera para vigilar sus fronteras y que Estados Unidos muestre buena fe a la hora de abordar las causas fundamentales de la migración, con mayores inversiones en programas para ayudar a los países de América Central y del Sur a escapar de la pobreza. De acuerdo a la información que circula entre los demócratas, los funcionarios mexicanos transmitieron a Blinken y Mayorkas una idea inquietante: México se ve a sí mismo como un país de paso atrapado en medio de un problema estadounidense, la migración descontrolada con destino a Estados Unidos.

México y Estados Unidos reanudaron recientemente los vuelos de deportación de venezolanos y esperan aumentar las deportaciones a Venezuela este año. Según los datos de ICE, hubo un total de 11 vuelos de deportación desde EE. UU. a Venezuela en 2023, pero ahora hay programado uno por semana. México dijo que reinició las deportaciones a Venezuela el 30 de diciembre.

La migración comenzó a crecer después del levantamiento del Título 42 y, a fines de 2023, la versión mexicana de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, el Instituto Nacional de Migración, se estaba quedando sin fondos para hacer cumplir la ley.