Las startups ligadas al negocio del hidrógeno están en auge. Tanto es así que los fondos de inversión dedicados a conseguir financiamiento a empresas de ese sector recaudaron más dinero en 2023 que en los dos años anteriores combinados. Y, se espera, que este 2024 sea incluso superior. ¿Por qué el boom en esta industria? Una de las razones tienen que ver con el plan federal de la administración Biden para acelerar la creación de hubs de hidrógeno en el país.

Según el informe Perspectivas de tecnología industrial 2024 de PitchBook, las empresas de hidrógeno con sede en EE.UU. cerraron 28 acuerdos por un total de 1.400 millones de dólares entre enero y mediados de noviembre del 2023, frente a los 973,8 millones de dólares recaudados en todo 2022.

Como se dijo, la industria se ha visto impulsada por una serie de fondos federales que se implementaron este año: desde créditos fiscales de la Ley de Reducción de la Inflación hasta la apuesta de $7.000 millones del Departamento de Energía en centros de hidrógeno.

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Incluso, y tal como contó LPO, cuando el mercado de capital de riesgo se enfrió, ha habido una gran competencia por invertir en nuevas empresas que trabajan en el desarrollo, procesamiento y almacenamiento de energía renovable del hidrógeno. 

Algunos fondos que invierten en riesgo climático están frenando nuevos negocios. Temen que el mercado, como está de moda, se sature. Además, dicen, la industria tiene una viabilidad comercial no probada y hay riesgos de fuga de energía

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En la lista de las más exitosas están Electric Hydrogen, una startup que construye sistemas de hidrógeno libres de fósiles respaldados por el Fondo de Innovación Climática de Microsoft, Energy Impact Partners y Fifth Wall. En julio, recaudó una Serie C de $380 millones con una valoración posterior al dinero de $1.080 millones, más del doble de su valuación de la Serie B de $440 millones en sólo 14 meses.

Otro caso que destaca PitchBook es Koloma, una startup respaldada por Breakthrough Energy que planea perforar hidrógeno natural y que surgió de manera sigilosa con 91 millones de dólares en julio.

Sin embargo, algunos fondos que invierten en riesgo climático están frenando nuevos negocios. Temen que el mercado, como está de moda, se sature. Además, advierten que la industria tiene "una viabilidad comercial no probada" y el riesgo de fugas de energía de hidrógeno con altas emisiones.

"Hay quienes piensan que el hidrógeno es una panacea. No estoy de acuerdo", dijo Victoria Beasley, socia de la firma de impacto climático Gigascale Capital. Uno de los capitalistas de riesgo de tecnología climática más destacados del mercado, Lowercarbon Capital, también duda más que sus pares a la hora de invertir en energía de hidrógeno.

Lowercarbon Capital se muestra reacio a apostar todo por el hidrógeno en parte porque las fugas de energía de hidrógeno son un potente gas de efecto invernadero cuando ocurren. Otra razón es lo incipiente que es la economía del hidrógeno verde y la incertidumbre en torno a la futura regulación. 

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Las disputas en curso sobre si los proyectos impulsados por fuentes de energía no renovables existentes deberían ser elegibles para créditos fiscales por hidrógeno han retrasado la orientación del Departamento del Tesoro. "Hoy se están encontrando muchas más dudas por parte de los inversores que a principios del año pasado", dijo Laureen Meroueh, fundadora de la startup de descarbonización del acero Hertha Metals. 

Según PitchBook, las empresas de hidrógeno en EE.UU. cerraron 28 acuerdos por un total de $1.400 millones entre enero y mediados de noviembre del 2023 frente a los $973,8 millones en todo 2022

El optimismo sobre el hidrógeno ha sido impulsado por la industria del petróleo y el gas. El hidrógeno gris, que se produce en un proceso que utiliza gas natural, constituye la mayor parte del combustible de hidrógeno que se encuentra actualmente en el mercado. Otro proceso, denominado hidrógeno azul, combina hidrógeno gris con tecnología de captura de carbono. 

A pesar de las dudas de algunos inversores, el Departamento de Energía de Estados Unidos y las empresas de petróleo y gas están dirigiendo una enorme cantidad. Esa inversión podría allanar el camino para una oleada de fusiones y adquisiciones estratégicas por parte de empresas de servicios públicos y de petróleo y gas en 2024.

"Las compañías de petróleo y gas están mejor posicionadas para construir la infraestructura necesaria y algunas de ellas necesitarán cerrar esas brechas de conocimiento con bastante rapidez", advirtió John MacDonagh, analista senior de tecnología emergente de PitchBook.