La crisis fronteriza excede largamente el debate técnico sobre la inmigración en los Estados Unidos. En el Senado se está discutiendo una reforma en las polÃticas de ingreso y asilo, sin acuerdo a la vista entre demócratas y republicanos. El cubano americano Alejandro Mayorkas, Secretario de Seguridad Nacional de Joe Biden, está en la mira de la oposición en la Cámara de Representantes. El ala dura de los republicanos está decidida a destituirlo vÃa un juicio polÃtico. Y en la campaña presidencial el tema ya es uno de los principales argumentos de Donald Trump en su arremetida contra la Casa Blanca.
En ese contexto, el argentino Blas Núñez-Neto, subsecretario de PolÃtica Fronteriza e Inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional, dio detalles sobre la situación en la frontera. Lo hizo en ronda de prensa ante LPO y otros medios. Al funcionario de Biden lo acompañó Eric Jacobstein, Subsecretario Adjunto para Centroamérica del Departamento de Estado y Katie Tobin, asistente especial del presidente en cuestiones fronterizas.
Núñez-Neto rechazó la idea de que la administración demócrata sostiene una polÃtica de fronteras abiertas, tal como acusa la oposición. "Estamos sometiendo a un número récord de personas al proceso de deportación acelerada", aseguró. Desde el 12 de mayo pasado, cuando terminó la emergencia restrictiva del TÃtulo 42, a raÃz de la pandemia, el gobierno concretó más de 482.000 retornos, repatriaciones y expulsiones. "Se trata de mudanzas a paÃses de todo el mundo, y supone un récord para ese perÃodo de tiempo", se jactó el subsecretario de PolÃtica Fronteriza e Inmigración.
El funcionario detalló el objetivo de la administración demócrata. "Queremos aumentar la capacidad de repatriar a personas que se encuentran en nuestra frontera y que no establecen una base legal para permanecer en los Estados Unidos. Eso incluye un aumento significativo de vuelos chárter a paÃses de todo nuestro hemisferio, como la reanudación de los vuelos de repatriación directa a Venezuela, algo que México también está haciendo actualmente", dijo.
El gobierno además estableció el primer vuelo chárter importante hacia la India, ante la creciente llegada de inmigrantes de ese paÃs.
"Es importante señalar que estamos haciendo todo esto en el contexto de un sistema de inmigración que está fundamentalmente roto. El Congreso no ha actualizado nuestras leyes de inmigración y de asilo en décadas", admitió este latino que llegó a los Estados Unidos con su madre hace 40 años, cuando era un chico de apenas 9.
La última gran reforma a las leyes de migración se realizó en 1986, cuando el expresidente Ronald Reagan permitió que millones de indocumentados que ya vivÃan en el paÃs regularizaran su situación.
Ante la consulta de LPO sobre si el crecimiento de Trump en las encuestas podÃa derivar en un aumento en el flujo migratorio hasta las elecciones presidenciales, el funcionario clave de Biden relativizó esa posibilidad.
"Hemos visto estos aumentos migratorios ocurrir bajo presidentes de ambos partidos, incluido el presidente Trump. Por lo que no está del todo claro que la polÃtica que el próximo presidente implemente, si resulta ser el presidente Trump, en realidad impactará en estos meses", le dijo a este medio.
Núñez-Neto agregó: "La falta de acción del Congreso es lo que impacta, porque simplemente existen lÃmites a lo que el Poder Ejecutivo puede hacer por sà solo a través de sus autoridades ejecutivas. Quiero reiterar que necesitamos que el Congreso actúe para modernizar nuestras leyes de inmigración, pero también que apruebe la solicitud de financiamiento suplementario de emergencia que presentamos al Congreso hace meses. Nuestros hombres y mujeres en primera lÃnea realmente han estado haciendo un trabajo heroico dÃa y noche durante los últimos años para enfrentar estos desafÃos, y debemos darles los recursos que necesitan para hacer su trabajo. Asà que le seguimos pidiendo a la Cámara y al Senado que actúen".
Casi un cuarto de millón de inmigrantes intentó cruzar la frontera sur en noviembre pasado. Dentro del ciclo de Biden, es la cifra más alta para ese mes y el tercer registro mensual más alto de la administración demócrata. La Patrulla Fronteriza además arrestó en noviembre a 17 personas que figuraban en la lista de vigilancia terrorista del FBI.
Durante el fin de semana de Navidad, una caravana compuesta por familias y niños de Centroamérica, Venezuela y Cuba atravesó México en dirección a la frontera de Estados Unidos. Se trató de la manifestación más grande en un año y medio.
Ante ese panorama, el 18 de diciembre el Gobierno tomó una decisión que sorprendió al empresariado. Cerró los cruces ferroviarios internacionales de Eagle Pass y El Paso en Texas, más otros en California. Diez dÃas después, presionada por las empresas y el gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador, la Casa Blanca revirtió la medida.
"Son decisiones que no tomamos a la ligera. Reconocemos y entendemos plenamente el impacto económico que esas decisiones tienen en ambos paÃses, asà como en las comunidades fronterizas donde las personas cruzan de un lado a otro con regularidad. Nos complace haber podido reabrir todos esos puertos de entrada durante las últimas dos semanas en respuesta a lo que habÃa sido una disminución en los encuentros fronterizos durante el nuevo año. Esto parece mantenerse hasta el momento", explicó el subsecretario de PolÃtica Fronteriza e Inmigración.
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El cierre de los cruces fue uno de los temas que discutieron en México el presidente López Obrador y el secretario de Estado Antony Blinken hace dos semanas. "Apreciamos profundamente el compromiso compartido del Gobierno de México de trabajar para abordar estos flujos", elogió Núñez-Neto. Pero a la vez pidió "continuar aprovechando esos esfuerzos para imponer consecuencias a las personas que cruzan nuestras fronteras ilegalmente y también para brindar opciones y vÃas legales para que las personas vengan a nuestros dos paÃses a trabajar o buscar protección".
La Casa Blanca pretende que AMLO también se comprometa con endurecer controles e impedir que se acumulen más de 10 mil personas por dÃa, provenientes de distintos paÃses de América Latina, en la frontera con lo Estados Unidos. Biden necesita la ayuda mexicana para solucionar un problema que impacta en las encuestas y conspira contra su sueño reeleccionista.
Katie Tobin, la asistente de Biden en cuestiones fronterizas, afirmó que la crisis migratoria es un problema que involucra tanto a Estados Unidos como a México. "El presidente Biden y el presidente López Obrador hablan con frecuencia. Hemos estado haciendo cosas realmente importantes como socios de México para abordar el desafÃo. Somos dos de los principales paÃses de destino de personas desplazadas y que huyen de sus paÃses en el hemisferio occidental. México ha recibido más de 2 millones de inmigrantes sólo el año pasado. Entonces esto es realmente algo que México y Estados Unidos están experimentando juntos", concluyó la consejera presidencial.
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