Javier Milei no quiere dar señales de un cogobierno con Mauricio Macri y por eso tantea un acuerdo con el peronismo para sacar el primer paquete de leyes que le permita darle impulso a su gestión.

El presidente electo se enfrenta a una situación de inédita falta de respaldo legislativo propio y por eso debe buscar un grupo grande de aliados para sacar cada ley. La idea de gobernar por decreto le asoma un horizonte cargado de trabas y conflictos con los otros dos poderes del Estado.

En ese marco empezó a crecer la idea en el mundo libertario de explorar el vínculo con el peronismo, una relación que se da desde los inicios de La Libertad Avanza y que ahora Milei buscará explotar, paradójicamente, con la carta del Estado. Además del reparto de obra pública y de las delegaciones de organismos como Anses y Pami, las provincias necesitan de la administración central para pagar los sueldos.

Algunas de ellas están en una situación crítica: Tucumán arranca cada mes con un rojo del 20% para pagar sueldos, un bache que debe cubrir la Nación. Por eso Osvaldo Jaldo anunció este martes un recorte de $220 mil millones en el presupuesto. Buenos Aires, en tanto, necesitó una ayuda extra de $500 mil millones para subsistir el último mes.

Entre Menem y López Murphy 

El guiño de Jaldo a Milei no es el único gesto tucumano que recibe Milei. El ex gobernador Juan Manzur se propone como el vínculo del presidente electo con el peronismo del interior. El ex jefe de gabinete intercambió guiños con Sergio Massa durante la campaña pero el día definitorio levantó el pie del acelerador. Acaso una venganza por el episodio de Lost in Buenos Aires de junio, cuando se trajo al gabinete a celebrar la candidatura a vicepresidente que le frustró el ministro de Economía.

A Manzur se le antepone Juan Schiaretti, que se autopercibe libertario luego de haber colaborado con el triunfo aplastante de Milei en Córdoba. El gobernador saliente, que ahora recalaría en la embajada de España como anticipó LPO, se ofrece como el nexo de Milei con las provincias y los gobernadores de centro.

La lista no termina ahí, ya que con un peronismo sin cabeza, todos tratan de ser el socio peronista de Milei. Los nombres de Florencio Randazzo y Miguel Ángel Pichetto suenan como posibles aspirantes a la Presidencia de la Cámara de Diputados, un puesto que anhela el titular del bloque PRO, Cristian Ritondo, que perdió en parte la interlocución con el peronismo luego de jugar a fondo por Macri en las tres elecciones de este año.

Tal como adelantó LPO, Randazzo ya habría sido tentado por Milei para acompañarlo en su gobierno. Ahora cobró fuerza la especulación sobre las chances de que el pasado peronista de Randazzo y Pichetto, y sus actuaciones durante los gobiernos kirchneristas, podrían ofrecerle a La Libertad Avanza la interlocución que necesita con la bancada mayoritaria.

Télam

Desde el entorno del ex senador por Río Negro, por lo pronto, relativizaron las versiones al respecto. "No hubo contacto con el Presidente electo ni tuvo ningún ofrecimiento oficial", le dijeron a este medio.

A Randazzo, en cambio, se le atribuye haber cultivado un diálogo particular con Milei durante los últimos dos años, bajo el imperativo de las rutinas parlamentarias. Pero en los pasillos del Congreso advirtieron que al chivilcoyano "no le gusta lo legislativo" y "se siente más cómodo con responsabilidades en el Ejecutivo".

Con un peronismo sin cabeza, todos tratan de ser el socio peronista de Milei 

Por eso, suponen que el ex ministro de Transporte durante el segundo mandato de Cristina podría recalar en el gabinete de Milei y no al frente del recinto. "No me imagino a Randazzo negociando con La Cámpora las leyes que pide Milei", graficó un diputado, y agregó: "no se va a autoflagelar".

Dos legisladores de la bancada de PRO explicaron a LPO que "Randazzo no puede presidir la Cámara porque no tiene ni un solo diputado en su bloque". "Es puro humo", se animó uno de ellos, mientras que su colega contrapuso que Ritondo aportaría al bloque libertario alrededor de 50 diputados macristas.

Telam

Las objeciones contra la suerte de Pichetto, según el macrismo, estarían cifradas en su afinidad con Sergio Massa antes que con Milei. "Sin olvidar que era larretista", soltaron desde un despacho bullrichista.

La pelea por la conducción de la Cámara es clave, además, porque quien maneje los hilos tendrá que entenderse con el Ministro del Interior, funcionario que lleva la relación con los gobernadores, para construir los consensos que demanden las iniciativas. 

Quien suena para viceministro del Interior es Sebastián García de Luca, que ya ocupó ese puesto durante el macrismo cuando la cartera era conducida por Rogelio Frigerio. De Luca ahora llega de la mano de Patricia Bullrich, de quien fue jefe de campaña en la provincia, y funcionaría tanto de ariete con el peronismo como con los 10 gobernadores de Juntos.

El acercamiento de Milei al peronismo representaría un desafío a la autoridad de Mauricio Macri, que por estas horas intentar ser el único canal de contacto entre los gobernadores de Juntos y el libertario. A través de Randazzo o De Luca, el libertario podría eludir la mediación del ex Presidente en el diálogo con los mandatarios provinciales.