El Grupo Oroño, el prestador más grande de servicios médicos privados de Rosario, se va del Grupo OSDE y competirá por sus afiliados.

"A partir de ahora todos deberán competir", dijeron a LPO desde el Gobierno, desde donde celebraron la medida. La competencia incluye el vínculo con los prestadores, quienes los últimos años fueron víctimas de las prepagas con un cálculo que les otorgaba un aumento siempre por debajo del índice de inflación.

Nicolás Villavicencio, presidente de Grupo Oroño, había suspendido la prestación del servicio a los afiliados de OSDE ante la decisión unilateral de la prepaga "de retrotraer el aumento oportunamente consensuado y otorgado en el mes de abril, correspondiente a aranceles de prestaciones médicas de todo Grupo Oroño". 

El Gobierno ordenó que las prepagas tuvieran que frenar aumentos y retrotraerlos, y le pagan a 60 a 120 días a los prestadores. En el Ejecutivo advirtieron que Héctor Daer presiona a los prestadores para que suban los sueldos del personal en las paritarias, pero rechazó la oferta de un aumento en abril y otro en mayo.

Algunas clínicas no resisten la presión y salieron a hablar de situación crítica. En el Gobierno buscan que las empresas compiten y abran la negociación entre privados, por eso destacan que como por ejemplo el Grupo Oroño, que se fue de Osde y se quiere quedar con sus afiliados.

"En lugar de hacer política, algunos sectores deberían dedicarse a ocuparse en competir para brindar mejores servicios para el beneficiario, quien será en última instancia el que decidirá cómo y dónde atenderse", advirtieron en el Ejecutivo.