Para Santiago Abascal, la elección del 28M servirá para posicionar mejor a Vox en territorios adversos, crecer allà donde parece consolidado y exigirle al PP que acuerde gobiernos de coalición para destronar a la izquierda en plazas decisivas. En resumen, el partido ultra tiene que mejorar su performance electoral y parecer un potencial socio de peso para los populares si aspiran a suceder a Pedro Sánchez en Moncloa.
Alberto Núñez Feijóo, presionado por sus barones -y en particular de su baronesa-, dio vÃa libre para incluir para pactar con Vox, aunque pidió a sus candidatos que no pusieran el tema sobre la mesa durante la campaña. Después de todo, los conservadores y los ultras buscan atraer al mismo tipo de votante, y el lÃder del PP no aparcará las objeciones a los de Abascal, según fuentes consultadas por LPO.
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Sin embargo, las divisiones crecen en la familia popular. José MarÃa Bellido, alcalde a la reelección de Córdoba, exigió a los votantes "una mayorÃa suficiente para gobernar" luego de que la Universidad de Córdoba le otorgase al PP el primer puesto, pero sin mayorÃa suficiente para que Bellido concrete un segundo mandato.
La posición es la opuesta a Aragón, donde Jorge Azcón admitió que necesitará de Vox para reemplazar a Javier Lambán del Ejecutivo autonómico. "Es evidente que podemos ponernos de acuerdo con otras formaciones polÃticas, pero mezclarlas en el gobierno, no", apuntó Azcón, quien sugirió además un apoyo de Aragón Existe. Ninguno pretende seguir el modelo de Castilla y León, si bien algunos se animan a sugerir esa posibilidad.
Quien salió a presionar al máximo a Feijóo fue Iván Espinosa de los Monteros. "Han malinterpretado nuestra generosidad", sostuvo el portavoz de Vox en el Congreso. También lamentó que el PP sea "capaz de pactar con cualquiera". En otras palabras, la formación de Abascal les apura a los populares para definir alianzas en distintos territorios que, esperan, se replique a fin de año.
Espinosa de los Monteros viene pinchando últimamente al PP y le comprometió a respaldar a su candidato en Ceuta, Juan Sergio Redondo, en caso de ganar. Ese escenario es improbable, porque Juan Jesús Vivas, el presidente autonómico desde 2001, encabeza las preferencias. El popular perdió la mayorÃa absoluta en 2019 y a partir de entonces ha pactado proyectos de ley con el PSOE y Vox, pero ahora no quiere saber nada con los ultras. "No vamos a pactar con Vox porque no es bueno para Ceuta", dijo.
La izquierda asegura que el pulso entre el PP y Vox es una fachada mientras ambas formaciones tienen ya arreglado qué pasará el dÃa después de las elecciones. Una persona cercana a la ejecutiva del PSOE admite que el PP está incómodo con los ultras, pero que Feijóo está "desesperado por entrar a Moncloa por su propia supervivencia". El dirigente gallego sabe que le han forzado a salir de la Xunta para aterrizar en Génova con la condición de devolver al PP al Gobierno. Para eso no puede renegar del partido ubicado a su derecha.
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