En Bambú reconocÃan que apenas habÃa expectación con el debate de a tres en la televisión pública. A priori, Santiago Abascal estarÃa en inferioridad de condiciones porque tendrÃa enfrente a Pedro Sánchez y Yolanda DÃaz en tándem, pero este jueves han salido a relucir el papel "destacado" del lÃder de Vox en el plató de La 1, al ser el único representante de la derecha en dar la cara, y ahora se ilusionan con pescar votos en las aguas conservadoras.
Es toda ganancia para Abascal, coinciden en la formación ultraderechista, con un Alberto Núñez Feijóo ausente -no ha podido explicar por qué rechazó la invitación- y el PP flotando en el aire de manera testimonial. Pese a las inconsistencias con la financiación de partidos, la radicalidad respecto a las polÃticas de género del Gobierno y la desinformación sobre el voto de EH Bildu a la reforma laboral, en las filas ultras lo ven vencedor.
"Abascal estaba confrontando con la izquierda, con un modelo fallido, con las dos cabezas bicéfalas del mismo monstruo, socialismo y comunismo", aseguró Iván Espinosa de los Monteros desde Ciudad Real. El portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados consideró que su jefe se desenvolvió de manera "serena, calmada y muy alejada del estereotipo que algunos querÃan transmitir".
El regalo del final de la campaña ha sido la imagen de un Abascal de modales más suaves, incluso hasta casi mimetizarse con el lÃder del PP, que ayer alegó un "tirón" que pondrÃa en riesgo la celebración de mÃtines en los pocos dÃas que quedan. "Ha sabido aprovechar la ausencia", dice a LPO un exdirigente del PP que aún deambula por Génova y confirma la incomprensión en algunos sectores del partido por la decisión de Feijóo.
Otro de los pesos pesados de Vox, Jorge Buxadé, fue todavÃa más explÃcito que Espinosa de los Monteros. "Ayer vimos a un presidente del Gobierno y a dos tÃteres que forman parte de un mismo partido, un partido único que es el Partido Socialcomunista que ha pactado con el separatismo y con los herederos de ETA en la pasada legislatura y que tenemos que expulsar el dÃa 23 de julio con el voto de millones de españoles", apuntó.
El vicepresidente de Acción PolÃtica de la formación ultra, y que rechaza esta descripción a pesar de sus posiciones radicales, despreció la estrategia del PP de apelar al voto útil dentro del bloque de votantes de derecha. "No hay que olvidar que el que nos ha traÃdo aquà ha sido el bipartidismo. 40 años de bipartidismo, de heredarse unos a otros", dijo Buxadé en alusión al PP y al PSOE.
Abascal defiende sus votos ante la ausencia de Feijóo, el gran perdedor del debate
Más allá de lo que digan en público Espinosa de los Monteros, del ala más sobria y liberal del partido, y Buxadé, de origen falangista y más intransigente, lo cierto es que la negativa de Feijóo a reconocer en Abascal un hipotético socio para llegar a Moncloa, una opción que el dirigente gallego dice reservarse como última instancia, ha dado aire a Abascal para mostrarse como verdadera alternativa, más aún si el PP busca una abstención del PSOE para formar un gobierno en solitario y, previsiblemente, en minorÃa.
Después de todo, Vox despliega su agenda contra la "ideologÃa de género" y la ruptura territorial de España de forma menos culposa que el PP. Abascal ha tenido más reflejos a la hora de captar un voto más inconforme y crÃtico con eso que se denomina "sanchismo", y si su estrategia da resultado, podrÃa garantizarse el tercer puesto, objetivo planteado por la formación.
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