La intención de Isabel Díaz Ayuso era librarse de la tutela de Pablo Casado para ganar autonomía en Madrid. Una vez alcanzado el objetivo, con la ayuda involuntaria del entonces líder del PP, la presidenta madrileña ha completado unas listas de leales sin siquiera la opinión de José Luis Martínez-Almeida, aunque diga lo contrario y hasta aluda a negociaciones y acuerdos. El alcalde se ha plegado al poder de su jefa.
Ese poder es el que teme la dirección nacional del partido, que ve en el armado de listas una manifestación de las ambiciones de Ayuso. Ana Camins, exsecretaria general del PP autonómico, fue la candidata propuesta por el propio Almeida para liderar a los populares de la Comunidad de Madrid y cercana a Casado. La baronesa la desterró al tercer puesto de la lista municipal en Majadahonda.
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Andrea Levy, otra dirigente de pasado casadista, no supo distanciarse a tiempo del líder caído, según la presidenta. De portavoz del PP en el Ayuntamiento y número dos de Almeida ha caído al puesto trece de la lista municipal. David Pérez, consejero de Transportes e Infraestructuras, también irá a la lista de Almeida, por encima de Levy, pero no tan bien como su par de Administración Local y Digitalización, Carlos Izquierdo, en sexta posición. Todos designios de Ayuso.
Los recelos hacia Ayuso no son nuevos. Desde que le torciera el brazo a su jefe, los dirigentes populares se preguntan por los límites de la presidenta autonómica e incluso señalan a Alberto Núñez Feijóo. "No ha tenido opción", dice a LPO un cuadro del partido. La resignación fue marcada por cómo Ayuso resurgió de esa crisis. Implícitamente, era una advertencia para quien intentase desafiarle.
Otros en Génova ponen el foco en los resultados de mayo. Ayuso ha confeccionado las listas de acuerdo a cuestiones discrecionales y podría perjudicarle en algunos municipios, incluso en Madrid, donde ha cargado a Almeida con los "castigados" de la Asamblea (Pérez e Izquierdo). En Puerta del Sol confían en el efecto arrastre de la imagen de la presidenta. Un resultado potencialmente mediocre para el alcalde de Madrid aumentaría el poder relativo de Ayuso.
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Cuca Gamarra mira con atención lo que pasa en la precampaña y seguirá de cerca lo que suceda en Madrid. La número dos de Feijóo fue casadista hasta último momento y la relación con Ayuso es fría, confirman a este medio fuentes del PP. Otro preocupado por lo que ocurra en Madrid es Elías Bendodo, coordinador general del partido y hombre fuerte de Juanma Moreno, el favorito en Génova frente a Ayuso y un posible relevo de Feijóo.
Eso inquieta a la actual dirección: el adelantamiento de la discusión sobre un nuevo liderazgo. El ayusismo ve a Feijóo casi como un interino y si logra un resultado arrollador, ve a su líder como sucesora natural. No es una percepción que venga solo de Madrid. En Andalucía hacen el mismo análisis, aunque dejarán que el gallego intente desbancar a Pedro Sánchez. En el círculo de la presidenta deslizan que todo dependerá del día después del 28-M.
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