Yolanda Díaz ya le puso fecha de largada a su proyecto político. La vicepresidenta segunda lanzará el demorado "proceso de escucha" de Sumar, como se llamará el frente amplio progresista que aspirar a liderar, el 8 de julio, en plena celebración del Orgullo LGBTIQ en Madrid. De allí continuará la gira por el resto del país, aunque aún no ha aclarado el rol que jugarán las formaciones que se anotaron en el frente y, sobre todo, cómo administrará las tensiones al interior de la izquierda.

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El entorno de Díaz aseguró que los partidos que integran Unidas Podemos están al tanto del lanzamiento, así como Más Madrid y Más País, que vienen ganando peso dentro del armado de la ministra de Trabajo, y Compromís, de Mónica Oltra, aliada de la vicepresidenta desde que anunció la conformación de Sumar el año pasado. La propia Díaz adelantó que luego de concluir las consultas con la sociedad civil -paso previo a formalizar las alianzas- decidirá si encabezará la candidatura a la presidencia del gobierno del espacio progresista. 

Díaz reconoció que lo miembros de Podemos 'están nerviosos' por el frente amplio, en una declaración que apuntaba a la dirección de los morados, es decir, a Ione Belarra y al sector duro del 'pablismo' dentro del partido

Sin embargo, esa decisión depende en realidad de la dinámica que asuman las negociaciones en los próximos seis meses. Díaz reconoció que lo miembros de Podemos "están nerviosos" por el frente amplio, en una declaración que apuntaba a la dirección de los morados, es decir, a Ione Belarra y al sector duro del "pablismo" dentro del partido.

Errejón y Díaz coincidieron en la presentación del libro de Mónica García, a mediados de mayo.  

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De hecho, en un gesto poco usual, Díaz sostuvo que su candidatura se resolverá en primarias. "A la única que no me han permitido debatir siquiera si iba a ser vicepresidenta o no es a mí y no lo voy a hacer con nadie", afirmó en alusión a la designación por parte de Pablo Iglesias, si bien el exvicepresidente se mostró arrepentido más tarde. La ministra ha dejado en claro que no tiene problema a la hora de confrontar, incluso si el debate entre las fuerzas desemboca en un menor protagonismo de Podemos en el frente. 

El grupo que rechaza el sectarismo de Belarra e Iglesias considera que una autoexclusión podría terminar por diluir el papel de Podemos dentro de la alianza y de la izquierda misma

"Quiero sumar con todo el mundo, no quiero excluir a nadie. Solo entiendo las diferencias en los proyectos y yo no me voy a distraer, he compartido militancias diferentes con mucha gente. No es necesario romperlo todo, es necesario cuidarse", señaló Díaz para cuidar las susceptibilidades. La vicepresidenta cuenta ya con el respaldo de Izquierda Unida y el PC dentro de UP, pero en Podemos todavía debaten de qué manera integrarse sin perder la identidad partidaria y especulan sobre cómo será la convivencia con figuras como Íñigo Errejón, antiguo compañero de filas.

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El nerviosismo al que aludía Díaz tiene más bien que ver con las discusiones entre militantes, dirigentes y cargos públicos de la formación morada en las diferentes comunidades autónomas. El grupo que rechaza el sectarismo de Belarra e Iglesias considera que una autoexclusión podría terminar por diluir el papel de Podemos dentro de la alianza y de la izquierda misma, conscientes de la pérdida de votos en los últimos años. Es improbable que se produzca una ruptura, pero las visiones opuestas no podrán convivir por mucho más tiempo.

Belarra e Iglesias junto a la dirigente brasileña Manuela d'Ávila, en octubre pasado, en Madrid. 

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Díaz dijo que es "una evidencia decir que la izquierda está desmovilizada" e insistió en este punto para esquivar la mirada de las tensiones por venir. La dirigente gallega dio el visto bueno para que Errejón y los principales cuadros de Podemos no se crucen en los primeros actos públicos del incipiente frente amplio. El líder de Más País y Díaz coincidirán este domingo en un acto de campaña de los comicios andaluces, sin la participación de cargos estatales de Podemos.

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La vicepresidenta dará tiempo a que los distintos actores limen asperezas, pero ha remarcado que sin unidad no habrá candidatura ni proyecto posible para continuar con un Ejecutivo de izquierdas. "¿Lo importante qué es, cambiar la vida de la gente o las relaciones personales de los políticos?", se preguntó Díaz, como si las vanidades y los egos no fueran parte de los obstáculos para el frente amplio.