El panorama económico de Brasil a las puertas del año electoral complica la intención de Jair Bolsonaro de ir por la reelección. Si bien las encuestas ubican a Lula como amplio favorito para ganar, en algunos casos en primera vuelta, el ex militar brasileño apostaba sus fichas a la recuperación de la economÃa para llegar con más aire.
Sin embargo, los sondeos de expectativa de mercado del Banco Central de Brasil presentan un escenario diferente y muy desfavorable para Bolsonaro. De acuerdo a la mediana del Focus semanal, ese año el paÃs terminará con 10 por ciento de inflación anual y un rebote del PBI de casi 4,6 puntos que apenas compensará el derrumbe del 4,1% que dejó la pandemia en 2020. Para 2022, año de la elección, la economÃa apenas crecerá 0,5%.
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Recién de cara a 2023 volverÃa a repuntar el PBI, de la mano de un crecimiento cercano al 30% de la alicaÃda inversión extranjera directa, aunque solo 1,85%. Es decir, menos de lo necesario para terminar de recuperar el PBI per cápita de 2019.
Estos números ya dan por descontado el triunfo de Lula y la virtual parálisis de la inversión que vivirá el paÃs en el primer año de cambio de hasta tanto el candidato del PT dé certezas sobre el rumbo que le imprimirán las polÃticas macroeconómicas a la tendencia, por ahora negativa. Y a la vez, recogen el impacto de la suba de tasas de interés que dejó planificada Ilan Goldfajn para que el paÃs vuelva a sus metas de inflación. Sin embargo, el escenario de continuidad de Bolsonaro tampoco promete un desempeño económico mejor al que consiguió hasta el momento.
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Este escenario en el que Bolsonaro, a diferencia del resto de la región, no logró consolidar el rebote tras el derrumbe del PBI en 2020 y las pobres expectativas para el año que viene se meterán de lleno en la campaña electoral. Y lo dejan al presidente con pocos logros para mostrar contra el lÃder del PT que ya recorre el paÃs con el discurso de "luchar contra el hambre". Otro que queda en un lugar incómodo es Sergio Moro, quien aparece tercero en las encuestas, pero con un discurso muy enfocado en temas de corrupción.
A principio de 2021, tras las fuertes crÃticas por su gestión en la pandemia, Bolsonaro apostó estabilizar la economÃa para mantener sus chances intactas de competir en la segunda vuelta con Lula. Con esa posibilidad cerrada, ahora el gobierno brasileño evalúa retomar el Auxilio de Emergencia a 600 reales para los sectores de la economÃa informal que le sirvió a Bolsonaro para recuperar su imagen en plena pandemia.
Esto eleva el techo de gasto que Michel Temer incorporó en la Constitución y el oficialismo prometió cumplir. Con ese giro, Bolsonaro detonó la relación con su ala liberal y dejó aislado al ministro de Hacienda, Paulo Guedes, frente la consolidación de la hegemonÃa interna de los militares y los partidos del "Centrao" que dotan de gobernabilidad al Presidente en el Congreso y buscan la reelección en sus Estados.
Lula quiere a un ex gobernador de derecha como vice
Por su parte, en lo que fue una primicia de LPO, Lula intensifica las negociaciones con el ex gobernador de centroderecha San Pablo, Geraldo Alckmin, para sumarlo como vicepresidente en una iniciativa fuertemente resistida por el ala dura del PT.
"Está claro que el eje económico será el central en la campaña. AhÃ, Lula tiene todo para ganar", dicen a LPO en el entorno del ex presidente brasileño.
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