El Partido Democrático fue el gran ganador de las municipales en Italia y ahora tiene la mira puesta en las generales de 2023. Los candidatos de centroizquierda lograron vencer a sus contrincantes en la capital, Roma, y en ciudades importantes como Turín, mientras las formaciones de derecha se desplomaron en las urnas.

En la primera vuelta del 3 y 4 de octubre, la socialdemocracia italiana ya se había asegurado Milán, Bolonia y Nápoles. Donde pudo, logró presentarse en alianza con el antisistema Movimiento 5 Estrellas y otros partidos progresistas menores, y subrayar así su liderazgo dentro de la izquierda. En el balotaje del domingo y el lunes, el respaldo fue absoluto.

La izquierda se impone en las municipales de Italia y Draghi sale fortalecido

Pero el secretario general del PD, el expremier Enrico Letta, salió a aclarar que no piensa en un adelanto electoral y se comprometió a apoyar el gobierno de unidad nacional liderado por Mario Draghi, el expresidente del Banco Central Europeo. "Esta votación refuerza al gobierno lo que queda de legislatura", sostuvo. 

Esta votación refuerza al gobierno lo que queda de legislatura

Fabio Marcelli, director del Instituto de Estudios Jurídicos Internacionales del Consejo Nacional de Investigación de Italia, explica a LPO que "el proyecto de Draghi, el hombre de referencia de las finanzas y de las grandes empresas, sale reforzado". "El desafío es crear una oposición verdadera a este proyecto tecnocrático", apunta. De hecho, todos los partidos, a excepción del ultraderechista Hermanos de Italia, integran el Ejecutivo central.

Secretario general del PD y expremier Enrico Letta.

Pese al triunfo indiscutido del PD, el investigador senior considera que la formación de Letta "no se puede dormir en los laureles, porque la abstención es una señal de desafección democrática preocupante". "Solo una minoría de los electores acudió a las urnas. Son los porcentajes más bajos en la historia de la República. En Roma estamos en el 40% de participación y en Turín en el 42%", afirma. 

Solo una minoría de los electores acudió a las urnas. Son los porcentajes más bajos en la historia de la República

El descrédito hacia los políticos tradicionales llevó a Draghi a encabezar una coalición capaz de negociar y administrar los fondos de recuperación de la Unión Europea y, al mismo tiempo, avanzar en el plan de vacunación. El extitular del BCE es un tecnócrata sin partido cuyo índice de popularidad supera el 60%. Italia Viva, una escisión del PD creada por el exprimer ministro Matteo Renzi, apuesta por una continuidad de Draghi más allá de 2023, probablemente para bloquear el ascenso de Letta.

Giorgia Meloni y Matteo Salvini

Otros sectores también tienen planes para Draghi. La derecha de Fuerza Italia, de Silvio Berlusconi, y sobre todo la derecha radical de la Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, pretenden sacarlo de la jefatura de Gobierno antes de tiempo, ofreciéndole a cambio la presidencia de la República, en reemplazo de Sergio Mattarella, el próximo febrero. Eso implicaría convocar elecciones adelantadas.

Nacionalistas de ultraderecha, los italianos que apoyan a Puigdemont desde Cerdeña 

Con los resultados actuales, no sería el escenario más conveniente para la coalición de derecha. Salvini tiene problemas dentro de su formación entre los que apoyan a Draghi y aquellos que, como él, quieren retirarse del Ejecutivo. Además, ve amenazado su liderazgo por Meloni, quien obtuvo mejores resultados con Hermanos de Italia que la Liga. Sin antes de las municipales estaban convencidos de que ganarían unas generales, la incertidumbre invade ahora los pronósticos de la derecha. 

Salvini tiene problemas dentro de su formación entre los que apoyan a Draghi y aquellos que, como él, quieren retirarse del Ejecutivo

"La derecha conoció una derrota humillante. No colocó ningún alcalde, con la excepción de Trieste. En todas las otras grandes ciudades, fue derrotada. Esta abstención golpeó sobre todo al electorado de la derecha, y a un electorado popular que se había vuelto hacia la derecha en las últimas citas electorales", dice Marcelli, que considera los resultados "un efecto del fuerte sentimiento antifascista" tras el ataque a la sede de la Confederación General Italiana del Trabajo por parte de bandas de ultraderecha el 9 de octubre.

Las perspectivas de crecimiento económico son alentadoras para el país. Su sistema político encontró un inusual grado de estabilidad y los partidos parecen aprovechar el tiempo para rearmarse. El PD, empujado por el triunfo de la socialdemocracia en Alemania y los gobiernos del mismo signo en España y Portugal, busca recuperar el poder en Italia.