El oficialismo se alineó detrás de un objetivo que es cerrar este año un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para salir del tercer capítulo del atolladero de deuda externa que es la montaña que se les debe a los organismos internacionales y de la cual este 2021 habría que pagar 9.000 millones de dólares.

Los plazos de pago de los intereses son el eje de la discusión. Lejos de lo que ha trascendido en algunos medios, Cristina está de acuerdo en cerrar el acuerdo este año y no quiere repetir el impago de Néstor Kirchner como recomendaban algunos asesores del Instituto Patria. Al contrario, quiere llegar a un acuerdo más temprano que tarde que despeje la agenda económica.

Alberto habló con la titular del FMI y alejó la hipótesis de postergar el acuerdo

"Estamos todos de acuerdo en que cerrar y empezar a pagar es mejor que no pagar", aseguraron en el entorno de Guzmán.

Sin embargo, existen diferencias de visión sobre los plazos de los pagos de los intereses. Fuentes de la coalición afirmaron a LPO que Cristina quiere estirar más los plazos del pago de los intereses de lo que el ministro plantea.

Un acuerdo de Facilidades Extendidas como el que pidió la Argentina al Fondo es un instrumento que permite cancelar los vencimientos en a lo sumo diez años. Estrictamente tiene un plazo máximo de siete años que luego, puede prorrogarse. Y dentro de estos términos se mueve Guzmán.

En la coalición el cristinismo reclama además que el Fondo algo ceda como "mea culpa" de haber financiado la fuga de capitales del fin del mandato de Macri. Un ejemplo de este reclamo era el planteo de limitar el pago de los intereses de la deuda a menos de $3.000 millones al año para alivianar su impacto en las cuentas públicas, pero eso implicaría extralimitarse de los plazos de las Facilidades Extendidas. E insistir en ese planteo sería alargar las negociaciones por encima de lo que los equipos técnicos tienen potestad.