En una entrevista con Gustavo Grabia en Radio con Vos, la vicegobernadora de Santa Fe, Alejandra Rodenas, negó tener vínculos con el narcotráfico y particularmente con Esteban Alvarado luego que los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, quienes investigaron a las principales bandas, confirmaron oficialmente que no existe ninguna causa que tenga como objeto investigar a la mandataria provincial.

En la extensa entrevista, Rodenas sugirió la existencia de una persecución mediática y judicial que "buscan banalizar el debate político" y acusó a un "tono de época en el cual se señala a los que hemos llevado acciones muy concretas contra la narcocriminalidad, un tono que busca degradar un proceso que es muy doloroso para nuestra provincia", dijo la vicegobernadora cuando los periodistas consideraron que sus respuestas habían sido confusas.

Es que el primer cruce se produjo cuando Grabia le consultó por el extraño suceso en que se vio envuelta en 2019 cuando, en medio de la persecución al jefe narco Esteban Alvarado que en ese momento estaba prófugo, se allanó una vivienda en la isla que estaba en manos de la familia de Rodenas.

 Hay un tono de época en el cual se señala a los que hemos llevado acciones muy concretas contra la narcocriminalidad, un tono que busca degradar un proceso que es muy doloroso para nuestra provincia.

Durante las pesquisas, la entonces diputada nacional llegó en lancha junto al abogado Paul Krupnik, reconocido por defender a varios integrantes de bandas narco, entre ellos, a Alvarado, y en otra embarcación llegó su marido, Jorge Llonch, actual ministro de Cultura de la provincia. En ese momento, en Santa Fe se estaba discutiendo el cierre de listas.

Como disparador, Grabia propuso pone al aire unos segundos del fiscal Schiappa Pietra cuando contó en una entrevista a Infobae la llegada de Rodenas en medio del allanamiento: "no pensé que íbamos a tener este contrapunto pero vamos a escucharlo", se resignó la vicegobernadora y explicó que:

"Hubo una confusión (en identificar la casa donde supuestamente iba a estar Alvarado) y el señalamiento lo hace una persona de identidad reservada que es nada más y nada menos que un narco que estaba prestando colaboración (a la justicia) y ese narco que era parte de la banda de los Canteros".

Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra

LPO Sebastián Granata

En rigor, después se supo que quien marca el rancho de la isla fue Rodrigo Ortigala, un testigo de identidad protegida que declaró en contra de Alvarado y salvó su vida de milagros como también su hermana. Lo curioso es que los Ortigala no tenían nada que ver con la banda de Los Monos sino que trabajaban para Alvarado, enfrentado al clan Cantero. De hecho, el modus operandi de Alvarado era, precisamente, hacer pasar por Los Monos homicidios y extorsiones del cual era responsable, como quedó expuesto en el juicio.

 ["No tenemos dudas que existió una pata política detrás del Clan Alvarado"]

"Uno de los miembros del clan Cantero, que se convirtió en testigo de identidad reservada para mejorar su situación procesal, señala una casa en la zona de la isla que finalmente los fiscales aclararon que se trataba de una confusión entre viviendas linderas", insistió Rodenas y reiteró que "en 2019, los fiscales dieron por agotada la investigación donde yo no tenía ningún vínculo ni con la banda, ni con Alvarado".

Pero el momento de mayor tensión se vivió cuando Grabia insistió en preguntar si era cierto que al momento del allanamiento llegó acompañada de Paul Krupnik: "yo digo lo que realmente ocurrió, actué como jueza. Yo era diputada nacional en ese momento, pero es muy difícil despojarse del lugar de jueza después de 20 años. Nos avisaron que se estaba allanando ese lugar y con mi esposo, Jorge Llonch, que teníamos tenencia precaria, se acercó a ese lugar para ver que sucedía. Ese es el punto. Mi vínculo con Estaban Alvarado nunca existió, yo fui quien lo detuvo".

 Uno de los miembros del clan Cantero, que se convirtió en testigo de identidad reservada para mejorar su situación procesal, señala una casa en la zona de la isla que finalmente los fiscales aclararon que se trataba de una confusión entre viviendas linderas

Sin embargo, no respondió la pregunta original si era cierta su llegada junto al abogado de Alvarado: "usted me está preguntando si yo concurrí con un abogado a un determinado lugar, luego de que los fiscales dijeron que estaba aclarada la situación, yo me voy a remitir a lo que dicen los fiscales", se excusó Rodenas.

Lo que tampoco se supo es cómo se enteró la familia de la vicegobernadora que se estaba llevando adelante un procedimiento en su propiedad donde se supone que la información no se debe filtrar para garantizar el éxito del operativo. De hecho, los fiscales y las fuerzas de prefectura iban dispuestos a detener a Alvarado, pero no lo pudieron encontrar. Después se supo que uno de los policías locales que participó era Pablo Báncora, condenado por facilitar datos sensibles al líder narco.

El otro contrapunto fue con el periodista de economía, Jairo Straccia, quien le preguntó por qué se opuso al desafuero del senador Traferri cuando los fiscales quisieron imputarlo por su presunta participación en calidad de organizador de la mafia del juego clandestino. Allí, Rodenas se escudó en cuestiones reglamentarias al afirmar que como presidenta del Senado no vota. En rigor, desempata: "No le puedo dar opinión porque no soy quien toma esas decisiones", dijo.

"Ni el gobernador ni el vice tienen fueros. Cuando se hizo el allanamiento equivocado y confuso si tenía fueros que fueron violentados (era diputada nacional). No era de mi propiedad, pero se violentaron los fueros. Quedó absolutamente aclarado. Hay que seguir un procedimiento previo para allanar un domicilio de alguien con fueros", argumentó la ex jueza cuyo jefe político es Traferri.

Sobre el final de la nota, cuando Grabia le preguntó si esta situación afectaba su futuro político, Rodenas deslizó una comparación con Cristina, pero sin mencionarla al hablar de una supuesta persecución mediática y judicial para perjudicarla.