Patricia Bullrich designó al santafesino Federico Angelini como el armador nacional de su candidatura a presidenta, en un movimiento que sugiere una intervención directa de Macri en el corazón de su equipo. Angelini es muy cercano al ex presidente, que de hecho lo empuja también como candidato a vicegobernador de Carolina Losada.

La irrupción de Angelini en el centro del equipo de campaña de Bullrich implica un cuarto reacomodamiento. Su primer jefe de campaña fue el diputado Gerardo Millman, que salió chamuscado por el caso de los copitos.  Luego lo reemplazó el legislador porteño Juan Pablo Arenaza, que a su vez fue reemplazado en ese rol por el macrista Hernán Lombardi, que ahora tiene que soportar el desembarco de Angelini.

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El desplazamiento también parece enviar un mensaje al ala monzonista del armado de Bullrich, que integran Sebastián de Luca y Nicolás Massot, el primero encargado de la campaña bonaerense y el segundo en un trabajo más de superestructura de aceitar los vínculos de la ex ministra con actores importantes del círculo rojo. No son novedad los recelos de Macri con esta ala peronista de Juntos por el Cambio.

En su explosivo discurso ante empresarios de este miércoles, Macri volvió a apuntar a los "vendedores de fiscalización (...) que hablan un montón de política y que después te quieren extorsionar en cada ley que querés sacar". Un remix de sus viejas críticas a Emilio Monzó, Rogelio Frigerio y el resto de ese grupo político.

La decisión de Patricia coincidió con nuevas críticas de Macri a Monzó y Frigerio. En su discurso ante el CICyP, el expresidente volvió a apuntar a los "vendedores de fiscalización que hablan un montón de política y que después te quieren extorsionar en cada ley que querés sacar"

De manera coincidente con estos desplazamientos, Massot decidió tomarse un mes sabático en Estados Unidos, luego de ganarse la codiciada beca Eisenhower. En una gira que engloba las principales ciudades de ese país, el ahora concejal de Tigre, buscará afianzar sus contactos con empresarios, en especial del petróleo y el gas. No es un secreto que se lo menciona como un posible presidente de YPF en un nuevo gobierno de Juntos por el Cambio.

Emilio Monzó y Nicolás Massot.

En la interna nadie entendió cómo un armador tan importante podía irse tanto tiempo en plena campaña, pero Massot le quita importancia a los comentarios. Como Monzó cree que es momento de prepararse para un gobierno -si gana Juntos- que se sabe deberá enfrentar desafíos complejísimos y en un espacio político al que no le sobran cuadros que junten capacidad técnica y experiencia política.

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Como sea, Angelini ya se mueve como el jefe de campaña de Patricia, acompañando a la exministra en sus recorridas y viajando en avión privado a distintas partes del país, junto a Damián Arabia, la mano derecha de la ex ministra.

De todos modos, en el entorno de Bullrich son cautelosos sobre el cambio, porque entienden que Patricia tiende a tratar de conformar a todos y les promete a varios el mismo lugar. Como contó LPO, ya le pasó con Federico Pinedo y Ricardo López Murphy a los que les prometió la Cancillería si llega a presidenta. "Ella es su propia jefa de campaña, decide todo", afirmó a LPO una fuente de ese espacio.

Angelini ya se mueve como el jefe de campaña de Patricia, acompañando a la exministra en sus recorridas y viajando en avión privado a distintas partes del país, junto a Damián Arabia, la mano derecha de la ex ministra.

Pero en el entorno de Patricia no cayeron bien las recientes declaraciones de Monzó elogiando la decisión de Larreta de implementar la boleta única en las elecciones porteñas, en un desafío más abierto que hizo a Macri hasta ahora. Monzó además pidió que haya un candidato único en la Provincia y también rechazó que haya internas en los distritos gobernados por los intendentes del PRO.

De manera opuesta, en el larretismo cayó muy bien la intervención televisiva del ex presidente de la Cámara de Diputados y lo tomaron como una señal de la "neutralidad" en la interna que Monzó le prometió a Larreta en una de sus últimas conversaciones.

Monzó le explicó en esa charla a Larreta que él no podía impedir que Massot y De Luca que tienen 40 años y aspiraciones políticas legítimas decidieran apostar por Bullrich, pero le aclaró que eso no significaba que él estuviera militando por la ex ministra. "Yo quiero se parte del próximo gobierno de Juntos", repite como un mantra Monzó y defiende su decisión de pararse "por arriba" de la interna que sacude a Juntos.