La delgada línea roja que une a Ernesto Sanz, Mauricio Macri y Emilio Monzó volvió a mostrar sus hilos con la aparición del nombre de Maxi Abad como potencial candidato a vicepresidente de Patricia Bullrich.

La versión es desmentida con énfasis por el propio interesado que prefiere concentrarse en el armado bonaerense y trabaja a tiempo completo para tratar de acordar una candidatura única a gobernador, traje que debería calzarse Diego Santilli. En ese esquema, Abad sería el vicegobernador y el negociador en jefe del radicalismo bonaerense. Es poder real, frente a la promesa resbalosa de una vicepresidencia.

Manes se lanzó, en sintonía con la estrategia de Sanz y Macri de sacarle votos a Larreta

Pero claro, no la tiene fácil. Rodríguez Larreta no quiere compartir la candidatura de Santilli y Bullrich cree que su arrastre electoral puede hacer que Néstor Grindetti gane la candidatura a gobernador. La esperanza de los que siguen apostando a la candidatura única en la provincia es que el impacto del cierre porteño, donde estiman terminará consagrándose Jorge Macri como único postulante, derrame hacia la provincia y fuerce una negociación de último minuto, que tiene en Santilli al principal interesado.

La jugada es otro efecto submarino de la foto de Mendoza que mostró a Bullrich con Losada, Cornejo, Naidenoff, Manes y Monzó. Sanz el histórico socio de Monzó en los armados del macrismo era uno de los artífices no visibles en la imagen. La tensión entre el radicalismo mendocino y el jujeño Gerardo Morales, hoy en acuerdo con Larreta, por el liderazgo del partido no es nueva.

Como reveló LPO, Sanz reparó sus desacuerdos con Macri y se ha sumado a la estrategia del ex presidente que es apoyar a Bullrich para derrotar a Larreta. Puede ser casualidad, pero llaman la atención estos deslizamiento luego que Monzó se reencontrara con Macri.

El otro eslabón es Manes, que conversa seguido con Larreta, pero hoy está mas cerca de Bullrich, en una estrategia diseñada por Sanz que consiste en mantener su candidatura a presidente para drenarle votos moderados al jefe de Gobierno en la primaria. Una estrategia espejo a la que impulsa el larretismo con la candidatura de Espert.