Alberto Fernández logró meter a AgustÃn Rossi como candidato a vicepresidente en la lista de unidad del oficialismo y colocarÃa dos diputados en los primeros puestos de la lista en la provincia.
Alberto ofició de operador polÃtico como en toda su carrera y se llevó una porción que a priori parece menor para un presidente en ejercicio, pero es más de lo que se esperaba luego de que renunciara a la reelección y pasara a tener un rol de reparto en su propio gobierno.
Para esto el jefe de Estado bajó la lista de Daniel Scioli, que empujó hasta casi el filo del cierre de listas. Alberto dejó hacer al ex motonauta hasta un punto que parecÃa incontrolable. Tanto en el albertismo como en el sciolismo estaban entusiasmados con ir en serio a las PASO.
En esa exaltación incidió el rodaje que le dio Alberto a Scioli por medio de funcionarios como AnÃbal Fernández, que se tornó en enemigo de Cristina Kirchner luego de dos décadas de lealtad, o Victoria Tolosa Paz, que incluso amenazó con presentarse contra Axel Kicillof en la provincia, un hecho que no es inédito en el peronismo sólo porque a Mario Ishii se le ocurrió enfrentar al propio ex motonauta en las primarias de 2011, en las que sacó 3 puntos.
Si bien Alberto empezó a tomar distancia de la candidatura de Scioli sólo en la última semana, permitió que parte de su gabinete asistiera al lanzamiento de la candidatura tan sólo 24 horas atrás en el ND Ateneo.
La confusión en el otro bando, con una fórmula Wado-Manzur que ni siquiera garantizaba el triunfo en las internas, ilusionó al albertismo y al sciolismo con una competencia real.
El mayor beneficiario de la negociación de última hora de Alberto con Cristina y Massa fue Rossi, que acompañará al ministro de EconomÃa en la fórmula. Tolosa Paz y Cafiero se colarán en los primeros lugares de la lista en la provincia y Scioli, ofendido, rechazó cualquier ofrecimiento, si bien se seguÃa hablando de una posible candidatura a jefe de gobierno que el propio embajador en Brasil le ofrendó el jueves por la noche a Nito Artaza.
Pese a lo que consiguió Alberto desde una posición de debilidad, en el albertismo no lo tomaron como un triunfo. "Terminó cagando a los suyos hasta el último dÃa", dijo a LPO un albertista de la primera hora.
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No sabían que Albert es garca por naturaleza?