Tras el guiño de Argentina para que militares estadounidenses se instalen en la hidrovía, el Congreso, dominado por el oficialismo, aguarda que Santiago Peña reflote el memorándum de entendimiento con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos que incrementará la influencia hemisférica de Washington en Sudamérica, en una jugada estratégica para frenar la incursión china.
El primero que intentó avanzar en ese plan de militarizar la hidrovía fue Horacio Cartes en 2016, pero fue bloqueado por su para argentino, Mauricio Macri. Ya en agosto de 2023, durante el gobierno de Mario Abdo Benítez, fue firmado un memorándum por el entonces canciller Julio César Arriola y el embajador Marc Ostfield, para concretar el desembarco de militares en la vía fluvial.
Los trabajos técnicos, que costarán unos 3.5 millones de dólares, abarcan el tramo paraguayo desde la confluencia con el río Apa hasta la confluencia con el río Pilcomayo. Sin bien pasó por la cámara alta, el memordándum fue enviado al archivo a la espera de tiempos más favorables.
Durante la última gira de Peña por Washington, el senador republicano Jim Risch le pidió que reactivara el proyecto para que militares estadounidenses se instalen en la hidrovía Paraguay-Paraná como una forma de frenar la influencia de la República Popular en la región.
"Nuestro gobierno propuso eso en su momento y fue rechazado por el Congreso, así que lo veo muy bien. La mayor expertise en vías navegables similares está en el Mississippi. Espero que sí. Es lo más conveniente usar la experiencia exitosa ajena", comentó a LPO el senador Gustavo Leite. que lidera la comisión de Relaciones Exteriores del Senado.
En su momento, el legislador recomendó al presidente que durante su presencia pre témpore del Mercosur avance en la idea de analizar la cuestión de la hidrovía a nivel de mandatarios. "Mi postura es que si los mejores ingenieros del mundo son militares, yo no les voy a decir que se saquen las presillas y vengan como civiles", sostuvo en diálogo con este medio.
Como reveló LPO en agosto de 2022, el gobierno paraguayo siempre tuvo la intención de sumar los ingenieros de las fuerzas militares estadounidense para terminar el tramo paraguayo de la ruta marítima pero se topó con la resistencia de la oposición y las provincias del Norte Grande que calificaron la movida como una violación de la soberanía dado que no contaba con la autorización de ningún de los dos Congresos.
El Congreso de EEUU autorizó el año pasado a los ingenieros de su país para trabajar en temas de navegación, catástrofes naturales y otras tareas, pero con el telón de fondo de monitorear y evitar la presencia de China. Cabe recordar que en 2022 el Parlamento del Norte Grande y todas las legislaturas provinciales rechazaron de plano la idea de Asunción. Ahora no habría razones para pensar que una reacción diferente.
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