El canciller brasileño Mauro Vieira aprovechó su comparecencia en la comisión de Relaciones Exteriores del Senado de su país para insistir en la postura de negociar una tarifa a la baja para la energía producida en Itaipú. Por su parte, Lea Giménez negó las tensiones con el gobierno de Lula y explicó el impasse entre los socios por las decisiones tomadas durante el gobierno de Mario Abdo Benítez.
"El tratado de Itaipú completó 50 años el año pasado y se terminó con el pago de la deuda contraída para la construcción de la empresa. Brasil y Paraguay comenzarán a discutir en breve la revisión del Anexo C. Dentro del gobierno brasileño ya fue creado un comité para discutir la posición y la revisión de sus términos, teniendo en vista, sobre todo, la extinción del pago de la deuda", indicó Vieira a los senadores.
El canciller dejó en claro que la posición brasileña pasa por "garantizar las condiciones de sustentabilidad de la producción de Itaipú con energía barata en beneficio de los consumidores de los dos países". "En estos momentos estamos todavía en la discusión previa que ocurre todos los años sobre la tarifa aplicada para el pago de los servicios de electricidad", continuó el canciller de Lula.
Lula endurece su postura y vuelve a rechazar la tarifa que pide Paraguay para Itaipú
Los brasileños presionan por bajar el precio el precio de la tarifa actual, anclada en los USD 16,71 kW/mes desde el año pasado. La delegación paraguaya, por su parte, busca llevarla a los USD 22,23 kW/mes. En el peor de los escenarios, es decir, si no consigue una rebaja, Lula podría abrirse a que se mantenga tal como está. Pero el gobierno de Santiago Peña estudia como alternativa un precio cercano a los USD 20 kW/mes, sin perforar esa barrera.
El fin de semana, Rubén Ramírez Lezcano señaló que con el precio actual de USD 16,71, Paraguay perdió unos 400 millones de dólares el año pasado. El Ejecutivo suele recurrir al acuerdo que sellaron Lula y Fernando Lugo en 2009, por el cual la tarifa debía quedar fija al menos hasta cumplirse los 50 años de la binacional, es decir, hasta abril del año pasado.
Sin embargo, Abdo y Jair Bolsonaro pactaron una rebaja en 2022 que llevó el precio por debajo de los USD 17, algo que la jefa de gabinete le reprochó directamente al antecesor de Peña. "Con la reducción de la tarifa, en el 2022 perdimos aproximadamente USD 100 millones. Para el 2023 perdimos alrededor de USD 300 millones, y lo que acarreamos otra vez para este año va a volver a significar un monto de alrededor de 600 millones más, porque hoy la tarifa ya está en USD 16,75", apuntó.
"Los brasileños por supuesto que van a insistir en bajar la tarifa porque eso es lo que les conviene en el corto plazo. No hay ningún tipo de enojo entre las partes, lo que sí hay es una discusión", reconoció Lea. El Comité de Estudios para la Evaluación del Costo Unitario del Servicio de Electricidad (Cecuse) determinó que una vez saldada la deuda por la construcción de la hidroeléctrica, en febrero del año pasado, la tarifa tendría que haber bajado hasta los USD 10,77 por Kw/mes.
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