El hasta hoy jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, aceptó el ofrecimiento de Cristina Kirchner para ser el próximo embajador argentino en Santiago de Chile, según confirmaron fuentes de su entorno a La Política Online.

La Presidenta le hizo la oferta a Abal Medina ayer en la Quinta de Olivos, cuando le anunció que Jorge Capitanich será el nuevo jefe de Gabinete. El funcionario no respondió en el momento y dijo que lo consultaría en familia, según había adelantado Clarín.

Pero en las últimas horas LPO pudo confirmar que el ex asesor de Néstor Kirchner en la Unasur (a quien se lo vio muy golpeado en las últimas horas) decidió aceptar el exilio dorado y mudarse a Chile para ocupar el puesto que hasta ahora tenía el ex ministro de Salud, Ginés González García, quien hasta ayer no estaba anoticiado de los cambios. Incluso, allegados al ex ministro de Salud confirmaron que Ginés se enteró de su desplazamiento por los portales de noticias.

De hecho, el domingo en una reunión con legisladores porteños que pasaron viajaron a Chile para presenciar las elecciones, Ginés no ahorró críticas a varios miembros del gabinete y especialmente a Abal Medina, que comentó risueño, lo hizo transpirar cuando se enteró que pensaba viajar para sumarse a los festejos de Bachelet. Ginés tuvo el buen tino de explicarle que no era muy diplomático que el número tres de un Estado se sumara a los festejos de un candidato de otro país.

El futuro de González García es entonces un misterio. Si, como estaba previsto, Juan Manzur asume la banca de diputado nacional por Tucumán que ganó el 27 de diciembre, el hasta hoy embajador tendría la oportunidad de retornar al Ministerio de Salud, algo que no parece demasiado probable.

Todo dependerá de Cristina. Hace dos meses, la Presidenta había amenazado con echar a Ginés de la embajada, furiosa con los movimientos políticos de su sobrino Lisandro Bonelli, que abandonó el Frente para la Victoria poco antes del cierre de listas y se sumó al massimo como su principal referente en San Nicolás.

Bonelli es diputado electo por la segunda sección electoral bonaerense y fue uno de los articuladores del encuentro que en septiembre mantuvieron Sergio Massa y Carlos Reutemann para sellar su alianza. El lugar del encuentro, una estancia que Bonelli tiene en San Nicolás, fue la gota que rebalsó el vaso de la paciencia de Cristina.

Pero Ginés tiene una buena relación con el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, que salió fortalecido con la salida de Abal Medina y podría ser el nexo para el retorno del ex ministro de Salud, si es que a Cristina s ele pasó la chinche por el salto al massimo de su sobrino y más cercano colaborador, que en el kirchnerismo todos entienden como un paso previo a su propio pase a las filas del intedente de Tigre.