El mensaje que el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, hizo ruido en la Casa Rosada. Tras la reunión que ayer mantuvo Cristina Kirchner con Carlos Zannini y varios diputados, el kirchnerismo reconoció hoy que aceptará cambios en el proyecto que aprobó el Senado. Esto ayudará también a conquistar la adhesión de algunos legisladores que reclamaban modificaciones.

"Así como en el Senado se tomó en cuenta los planteos del CELS y otras ONGs, la Cámara de Diputados atenderá la mirada de la Corte Suprema de Justicia, que nos parece pertinente", afirmó Agustín Rossi en diálogo con C5N.

El santafesino dijo que la presidenta tiene una "mirada favorable de la propuesta de la Corte", en tanto aclaró que los cambios aceptados en una de las iniciativas de la reforma judicial "no tiene absolutamente nada que ver" con la marcha opositora de mañana.

En otra entrevista, Rossi dijo que “estamos dispuestos a considerar” las consideraciones que realizaron los presidentes de las cámaras federales. "Es posible que haya modificaciones en la ley que modifica el Consejo de la Magistratura", reconoció.

Por su parte, el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, dijo en radio La Red que Lorenzetti habló con Cristina y la mandatara "le sugirió que le remitiera al presidente de la Cámara de Diputados las inquietudes".

La nota enviada por el presidente de la Corte "va a formar parte del debate de comisión de hoy", donde se discutirán las "observaciones y sugerencias" de Lorenzetti, ya que Cristina se comprometió a que el bloque oficialista "le iba a dar tratamiento al tema".

"Vamos a escuchar las sugerencias e inquietudes de un poder público. Las propuestas que son institucionales son escuchadas. Es parte central del diálogo institucional, uno debe promover la verdad de los hechos", completó.

Cambios en el presupuesto y apuro oficialista

Aunque todavía el oficialismo no adelantó cuáles serán los cambios que aceptarán en los tres proyectos de reforma judicial que se trata hoy en el plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Justicia, las versiones que circulan en el Congreso es que se modificaría la cuestión relacionada al manejo presupuestario del Poder Judicial, algo que según el nuevo proyecto sería quitado a la Corte Suprema.

Lo que no cambiará es la elección de los consejeros, el corazón de la reforma, a partir de lo cual el Gobierno podría conseguir mayoría automática para nombrar y remover jueces. Lo que los opositores consideran que destruirá la división de poderes.

Justamente esa cuestión es la que genera el apuro del oficialismo para que la reforma sea aprobada de manera exprés. Sucede que el próximo lunes 13 de mayo el Gobierno deberá oficializar el llamado a elecciones primarias y necesita que la reforma esté promulgada antes de esa fecha para convocar a la elección de consejeros, que cambiará radicalmente el panorama de los comicios de octubre. 

Con los nuevos cambios que aprobarán los diputados, el proyecto deberá volver al Senado, donde la única fecha posible para su tratamiento -antes del día 13- es el 8 de mayo ya que el próximo miércoles es feriado.

Los tiempos son más que ajustados para el kirchnerismo.

Si mañana llegara a sufrir un tropiezo inesperado en la Camara baja -falta de quórum o una derrota en la votación-, deberá convocar a una sesión especial con fecha límite el próximo martes. Si para ese día los diputados no le dan media sanción a la reforma del Consejo, entonces el oficialismo estará en graves problemas para poder implementar la elección de los consejeros.