El debate nacional que se instaló sobre los 12 ocasionales aliados del kirchnerismo, que podrían votar la reforma judicial que necesita el Gobierno, esconde una trampa.

Salvo en el proyecto del Consejo de la Magistratura que requiere una mayoría calificada de 129 diputados, para las otras dos iniciativas
-Cautelares y Cámaras de casación- al kirchnerismo le alcanza con que den quórum, aunque luego se pronuncien en contra.

Es que una vez habilitada la sesión -para ello necesitan que 129 diputados se sienten en sus bancas-, el kirchnerismo puede aprobar los proyectos con mayoría siemple de los presentes en el reciento. Por eso, suele apelarse a "levantar" a algunos opositores acordados y así baja el nivel de exigencia del bloque oficialista.

Desde el año pasado el kirchnerismo sólo convoca a sesiones especiales, esto es, con temario elegido sin acuerdo con otras fuerzas y, por lo tanto, la necesidad de reunir 129 votos para que la sesión comience. La clave está entonces es saber si el Gobierno logará reunir esas voluntades en el recinto. Seguros tiene 124. No está lejos, pero tampoco es un paseo.

La campaña de las ONG sobre 12 diputados que suelen ser aliados del kirchnerismo alteró los ánimos en el bloque conducido por Agustín Rossi, quien asegura tener los votos, pero mañana debe hacer un conteo fino para no pasar sobresaltos.

El primero que avisó que esta vez no ayudará ni para el quórum es el sanjuanino Mauricio Ibarra, que el kirchnerismo había sumado este año.

Presuntos opositores

Una vez reunido el quórum e iniciada la sesión, si a la hora de votar alguna de las 257 bancas no está ocupada, la mayoría simple necesaria para aprobar las iniciativas -esto es la mitad más uno de los presentes-, puede alcanzarse con un número menor.

Esto puede ocurrir el miércoles con los proyectos para crear Tribunales de Casación en todos los fueros y el que modifica la regulación de los amparos.

No así en el que convoca a una elección para elegir miembros del Consejo de la Magistratura, que necesita una mayoría especial de 129 votos para ser ley.

Por eso hay que tomar con pinzas las declaraciones de algunos "opositores" como hicieron hoy el salteño Alfredo Olmedo o el petrolero Alberto Roberti, que sacaron pecho anunciando que votarán contra la reforma, pero nada dijeron del quórum.