Como preludio de una jornada que se prevé agitada, el Gobierno asestó ayer otro golpe en su pelea con YPF. La Comisión Nacional de Valores (CNV) resolvió dejar sin efecto la reunión de directorio que la petrolera celebró el jueves pasado y a la que no pudieron entrar el viceministro de Economía, Axel Kiciloff, y el secretario de Energía, Daniel Cameron.

La noticia se conoció en momentos en que la acción de YPF en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires sufría una de sus peores jornadas de toda la historia. La cotización del papel de la empresa de mayor facturación del país se derrumbó un 15 por ciento, por el temor de los inversores a las medidas que puede llegar a anunciar hoy la presidenta Cristina Kirchner , durante el discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso Nacional.

En círculos políticos y económicos se espera que el Gobierno anuncie hoy algún tipo de avance sobre la empresa, ya sea con la forma de una intervención en la gestión o de una estatización. La tensión llegó a tal punto que el presidente de la española Repsol (principal accionista de YPF), Antonio Brufau, volvió anteanoche al país por tercera vez en pocas semanas para pilotear la crisis en la que se encuentra la empresa.

En este clima, la acción de YPF tocó en Buenos Aires su valor más bajo en 32 meses y acumuló un recorte del 23,8% en todo febrero. La cotización en Wall Street también resultó muy golpeada: sufrió una caída del 14,28% en la jornada y del 25,06% en el mes.

En medio del desplome de su cotización, YPF informó a la Bolsa que recibió la resolución 16.757 de la CNV, firmada por su presidente, Alejandro Vanoli; su vicepresidente, Hernán Fardi, y su director, Héctor Helman. Allí se establece "declarar irregulares e ineficaces a los efectos administrativos las conclusiones y resoluciones adoptadas por la reunión de directorio de YPF del día 23 de febrero de 2012".

En aquella oportunidad, Roberto Baratta -el director designado por el gobierno nacional para representar las acciones en manos del Estado- llegó acompañado por Kiciloff, Cameron, Rafael Llorens (subsecretario legal del Ministerio de Planificación Federal) y la escribana Norma Verna.

Los directivos de la empresa les dijeron que sólo podían ingresar Baratta, en su calidad de director titular, y el síndico suplente por el Estado, Gustavo Mazzoni. Al resto de los funcionarios les ofrecieron una entrevista con Brufau (también presidente de YPF), y con el CEO, Sebastián Eskenazi, pero Baratta, Cameron y Kiciloff prefirieron retirarse y hablar ante los medios que estaban en el lugar. Según la defensa de YPF ante la CNV, Brufau debió restringir el ingreso de los funcionarios "a fin de preservar la necesaria reserva y confidencialidad de las deliberaciones y decisiones del directorio".

Asesores

En los considerandos de la resolución, la CNV relata que Baratta -número dos del ministro de Planificación Federal- quiso ir acompañado por los otros funcionarios "en calidad de asesores, habida cuenta de la necesidad de contar in situ con los conocimientos técnicos específicos en la materia". Además, se recuerda que en otras ocasiones Baratta concurrió a reuniones de directorio acompañado por distintos asesores, entre ellos, por el propio Llorens.

La CNV dictaminó que "del estatuto social no surge ninguna cláusula ni normativa que impida a los directores de YPF ser acompañados por asesores a las reuniones de directorio" y que, por ende, "no aparece justificada la conducta de la sociedad al negar el acceso en esta oportunidad a asesores del director Baratta".

En YPF explicaron que, más allá del estatuto social, "existen reglamentos internos que son los que rigen para las reuniones", según los cuales es el presidente del directorio quien tiene la facultad de requerir la presencia de alguna otra persona o asesor, y decidir si el objeto de la reunión amerita que los directores concurran acompañados.