Era previsible. Enrique “Pepe” Albistur no iba a aguantar demasiado tiempo sin despuntar en serio el vicio de la política. El ex secretario de Medios de Néstor y Cristina Kirchner regresó hoy a los primeros planos con la herramienta que siempre utilizó: sus poderosas carteleras porteñas, las del marco verde.

Esas que por obra y gracia de la licitación denunciada y con varios procesados de por medio que impulsó el macrismo, el ex secretario de Medios continúa explotando esas carteleras, insumo clave para cualquier elección porteña. Es que típico de la política porteña, Albistur quiere recuperar la Ciudad, pero mantiene buena relación con la administración Macri. Bussiness are Business.

Albistu pasó a sumarse así al comando de campaña del senador que integran el titular del Suterh, Víctor Santa María, presidente del PJ porteño, Juan Manuel Olmos y el sociólogo Quevedo.

“Con Filmus ganamos”, dice el afiche con la cara seriota de Filmus, que lleva el sello inconfundible de Albistur. Foto grande del candidato, fondo despejado y una frase clara que se pueda leer –y entender- desde un colectivo en movimiento, prueba de fuego de la buena publicidad de vía pública.

El slogan tiene además la picardía típica de Pepe, el mensaje obvio es que se le puede ganar al Pro, pero el tono coloquial es un guiño a la interna peronista con traducción envenenada: “Con Boudou perdemos”. Es que el ministro de Economía pesar de los denonados esfuerzos del encuestador Artemio López, sigue muy abajo de Filmus.

Artemio inventó una teoría interesante pero medio forzada para tapar ese punto flaco, que reza lo siguiente: Cristina mide unos 30 puntos en Capital, así que cualquier candidato que compita con los colores del kirchnerismo alcanzará esos registros.

La construcción pasa por alto que un escenario muy posible es que Macri convoque para elecciones porteñas a mediados de año, separadas de las presidenciales. Y se sabe hace mucho que a los porteños, sin el arrastre compulsivo de las boletas pegadas, les gusta diferenciar su voto. En ese escenario, crece Filmus que hoy ronda los 20 puntos.

Pero más importante que su intención de voto, es la construcción política que plantea el senador: esto es pararse en el peronismo –no en el kirchnerismo duro- y pausterizarlo sumando a todas las tribus posibles de la progresía porteña, esto es desde Aníbal Ibarra hasta los seguidores de Martín Sabbatella. El menú apunta a elaborar una propuesta mas afín al veleidoso electorado local, que el lanzamiento de Boudou con Hugo Moyano y Julio de Vido en Smata. Mas honesto desde la transparencia de las alianzas del oficialismo, pero también mas piantavotos.

El tema es que De Vido y otros muchachos de la Casa Rosada no tienen diferencias ideológicas con Filmus, sino un problema de confianza. Y la confianza para los kirchneristas significa confianza para hacer grandes negocios. “Si gana Filmus es lo mismo que nada, no le pudimos entrar antes, tampoco ahora”, se quejan.

Y por extraño que parezca, en materia de negocios De Vido y su gente está mucho más cerca de Macri que de Filmus. Por caso se mencionan las importantes obras públicas en la ciudad y en el resto del país que un importante constructor, muy cercano al jefe de Gobierno, ganó y gana con el kirchnerismo.

Será por eso, Macri se metió días atrás sin complejos en la interna kirchnerista y se expresó a favor de Boudou, o acaso porque cree que es el rival menos peligroso.