La aparición de José Pampuro en el recinto del Senado no es un dato menor. Recién llegado de Nueva York donde compartió varios días con los Kirchner, sus voceros habían afirmado durante la tarde que no iba a asistir a la sesión. Se tratd e un dato clave ya que Pampuro había dejado trascender que se abstendría en el tratamiento de la ley de protección de glaciares. Cuesta imaginar que haya decidido participar para votar por el proyecto de Bonasso.

Es que sobre la medianoche y cuando aún faltan horas para que se vote, empezó a quedar clara la postura del gobierno, que hasta ahora jugó a las escondidas para no pagar un nuevo costo político, ya que la presidenta quedó escaldada por el veto que impuso al anterior proyecto.

La primer señal la dio ayer Kirchner desde Nueva York cuando respaldó aquel veto, luego por si hiciera falta el propio secretario de Medio Ambiente Homero Bibiloni, dijo que el gobierno quería que se apruebe el proyecto original del Senado –que ayer tuvo dictamen de mayoría- y no la ley Filmus-Bonasso.

El hombre que lidera la iniciativa oficial es el santacruceño Nicolás Fernández, verdadero vínculo directo de los Kirchner con el bloque oficialista. La mano del gobierno también se ve en la ausencia de Roxana Latorre –otra invitada a Nueva York- que supuestamente iba a votar el proyecto Filmus-Bonasso.

En ese marco, en la bancada oficial evaluaban esta noche que al jefe de bloque Miguel Angel Pichetto, no le quedará margen para votar el proyecto Filmus-Bonasso. Es que sería muy inconsistente que el propio líder de la bancada vote contra una iniciativa que está militando el Poder Ejecutivo.

“Miguel ya pasó el mensaje, quedó claro que estaba enojado porque el gobierno no asumía públicamente la iniciativa, pero ahora va a tener que encolumnarse”, afirmó a LPO un vocero de la bancada kirchnerista.

La incomodidad de Pichetto

Es que el proyecto para definir la protección a la ley de glaciares agotó al rionegrino, habitual equilibrista entre los deseos de la Casa Rosada y las necesidades de los oficialistas de la Cámara alta.

Y lo demostró con dos acciones sorprendentes para quien siempre fue un fiel soldado K: el lunes dio libertad de acción a su bloque para votar y ayer dejó trascender que su posición sería a favor de la ley aprobada en Diputados.

Referentes del bloque kirchnerista y operadores de las organizaciones ambientalistas que pululan por estos días en el Senado aseguraron a LPO que Pichetto les informó que votaría por el proyecto de Diputados, surgido de un acuerdo entre su par Daniel Filmus y Miguel Bonasso.

Pichetto siempre se mostró incómodo con el curso que tomó el proyecto de glaciares en el Senado, donde su autoridad como jefe de bloque quedó desdibujada como pocas veces en el año.

Primero se sorprendió con el pacto entre Filmus y Bonasso para la aprobación de Diputados, que provocó la ira del gobernador de San Juan José Luis Gioja y de su hermano y senador César.

Para complejizar su escenario, Pichetto se anotició de que su coterráneo Pablo Verani, senador de la UCR y ex gobernador, adelantó que rechazaría el proyecto de Diputados, contrariamente a todo su bloque.

Quienes lo vieron el martes en el Senado aseguran que “estaba enloquecido”. Sin embargo, esta madrugada en la cámara alta empezaban a sentirse las presiones de la Quinta de Olivos. Por caso, Filmus recibió el mensaje de que deberá olvidarse de un apoyo a su candidatura a jefe de Gobierno y no casualmente el ministro Carlos Tomada que también aspira a esa postulación, empezó a recibir un trato privilegiado en los medios oficiales que hoy le dieron gran despliegue a una aburrida condecoración diplomática que recibió.

Como sea, los últimos punteos de ambientalistas y senadores daban cuenta de una paridad reinante en 31 o 32 con una decena de indecisos pero esa cuenta consideraba a varios kirchneristas o aliados habituales del gobierno como la senadora María José Bongiorno.