“Un tipo normal”: así describen al protagonista del último y flamante caso de espionaje en el Palacio de Hacienda, un hecho que preocupa al diputado Claudio Lozano por su cercanía con el “intruso” detenido, Roberto “el gordo” Larrosa, al que encontraron el último viernes en cuatro patas, escondido debajo de un escritorio en la oficina del subsecretario de Presupuesto Raúl Rigo.

De origen radical, Roberto Larrosa es célebre en la esfera política por haber puesto sus contactos con el Ministerio de Economía al servicio de los despachos del Congreso y otras dependencias.

Cuando este medio se comunicó con la CTA, no negaron que el economista Larrosa trabaje allí, bajo las órdenes de Lozano en el Instituto de Estudios y Formación.

Lo apodan “el gordo” y no tiene más de 50 años. En otros momentos tuvo un puesto en Economía y su rol de transportador de datos del Presupuesto fue clave en varias épocas. Las fuentes de LPO también lo señalan como uno de los informantes de buena parte de las consultoras más importantes del país.

Los que lo conocen comentan que tiene debilidad por la comida: almuerza todos los días un pedazo de lomo con una porción de papas fritas que acompaña con una botella de vino tinto. En el portafolios que llevó a Economía tenía una toalla porque transpira muchísimo, y una lupa que lo ayuda con sus problemas de visión.

En la actualidad y desde hace unos dos años, es asesor –en cuanto a lo económico- del senador nacional José Martínez, del ARI de Tierra del Fuego, y en los despachos del Parlamento no lo niegan aunque tampoco ocultan su sorpresa: “No tenemos ningún otro dato más allá de lo que salió en los medios. Estamos sorprendidos, no entendemos bien qué paso, pero no está claro”, le aseguraron a LPO.

A su vez, el entorno de Martínez afirma: “Conocíamos su vinculación con lozano, pero estamos sorprendidos de lo que salió publicado”, y se despegan de todo tipo de vinculación con el hecho. “No teníamos ni idea de que iría a Economía”, revelan.

En los despachos de Claudio Lozano fueron bastante menos permeables de lo que suelen ser. LPO llamó al diputado y a sus asesores, pero no confirmaron ni descartaron la vinculación. En el Congreso, se limitaron a informar que “el propio Lozano hablará sobre el tema en forma pública”, pero se negaron a dar una fecha de la conferencia.

Por otro lado, tal como pudo conocer LPO, el entorno del líder de Proyecto Sur no estaría ni paranoico ni perseguido sin fundamentos. El episodio del viernes por la noche obligó al propio Lozano a insistir durante todo el fin de semana a los teléfonos del ministro Amado Boudou, con la intención de silenciar el caso que, a fin de cuentas, se conoció en las primeras horas de la mañana.