Se palpitan los momentos previos a una jornada tan intensa como definitoria. Tanto en el Senado como en Diputados, lo que se resuelva marcará el mapa de cómo avanzará el conflicto que tuvo uno de sus primeros antecedentes a fines del año pasado, con el decreto que anunciaba la creación del Fondo del Bicentenario.
El resultado de hoy, trazará entonces nuevas señales para las estrategias de la oposición.
Los terrenos ya están delimitados: en el Senado y luego de una intensa búsqueda de consensos y peleas por alianzas, la oposición estaría en condiciones de sumar los 37 votos -la mitad más uno del cuerpo- que requiere para ostentar la mayoría en las 25 comisiones.
En Diputados, coherente con la línea planteada por los sectores no kirchneristas luego de los decretos que la presidenta anunciara el lunes, para frenar lo que consideran el "puenteo" al Parlamento, la comisión de Asuntos Constitucionales discutirá eventuales modificaciones a la ley de los DNU.
En diputados
En plena ofensiva contra el Gobierno, la oposición convocó para esta mañana a la comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados para comenzar con la modificación de la ley de decretos de necesidad y urgencia (DNU).
Tal como publica La Nación, desde las 11, la comisión presidida por la diputada Graciela Camaño tratará, entre otros temas, la reforma de los DNU para acotar el uso discrecional que, a juicio de los opositores, realiza el oficialismo de esta herramienta.
"Apuntamos a la modificación la ley de DNU, porque esto es una coyuntura [los decretos emitidos por el Ejecutivo para pagar deuda], pero ha quedado demostrado que la ley tiene falencias y que se necesitan hacer modificaciones", dijo Camaño en declaraciones a radio Continental.
Según la ley actual, con sólo la ratificación de una de las cámaras dicho DNU adquiriría fuerza de ley. La oposición pretende que, a partir de ahora, todos los decretos presidenciales deban contar con el aval de ambas cámaras.
No sólo eso: también insistirá en que, si el Poder Ejecutivo emite un DNU durante el período de receso legislativo estará obligado a convocar a sesiones extraordinarias. De esta manera, busca evitar que el oficialismo se ampare en ese receso para dictar decretos, como hizo con el Fondo del Bicentenario.
Esta modificación estuvo motivada por la crisis desatada luego de que la Presidenta emitiera un DNU para crear el Fondo del Bicentenario, con el que pretendía liberar reservas del Banco Central para pagar deuda. No obstante, Cristina Kirchner luego derogó ese DNU para aprobar otros dos que le permitieron obtener esos fondos.
Críticas. A 48 horas de la sorprendente decisión del oficialismo, la oposición continúa con los cuestionamientos. "Estamos cerrando el viscachazo , como dicen en el campo, porque esto hubiera sido muy importante con la participación del Congreso", afirmó Camaño sobre la nueva medida del Ejecutivo.
En línea con la intención de la oposición, la diputada del Peronismo Federal aseguró que los nuevos decretos podrán ser tratados por el Congreso pese a que el Ejecutivo no lo remitió. "Vamos a darnos por notificados, como hacen todos los argentinos con cualquier ley, desde el momento de la publicación", aseguró.
En el Senado
Con la presencia de Carlos Menem y duros cruces e ironías entre oficialistas y opositores, los jefes de bloque del Senado acordaron que en la sesión de hoy se defina la integración de las comisiones. Si como se espera el riojano se suma a la disidencia quedará entonces sellada la hegemonía de la oposición en la Cámara alta con 37 votos a favor, la mitad más uno del Cuerpo.
Así, tal como publica Clarín, el arco opositor obtendrá mayoría de 8 miembros de un total de 15 en cada una de las 25 comisiones y se quedará con la presidencia en 13 comisiones. Lo mismo ocurrió en Diputados el 3 de diciembre pasado y será de aquí en más la oposición la que dispondrá las prioridades en la agenda parlamentaria.
En la sesión de esta tarde, además, ingresará el pliego de la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, que deberá pasar al escrutinio de los senadores para su aprobación por la comisión de Acuerdos, donde la oposición tendrá mayoría.
El faltazo de Menem en la sesión preparatoria del miércoles pasado produjo un cimbronazo en el frágil conglomerado opositor que debió postergar su avance hacia el control de las comisiones por falta de número.
En declaraciones realizadas la semana pasada desde La Rioja, el ex presidente pasó facturas a su pares del peronismo disidente por haber sido "ninguneado". Pero al mismo tiempo aseguró que "nunca iba a apoyar" al kirchnerismo.
Ayer por la tarde, Menem mantuvo en su despacho de la planta baja del Palacio una reunión con Adolfo Rodríguez Saa y juntos fueron a la reunión de labor parlamentaria.
Ante consultas del periodismo, el riojano alcanzó a decir que "voy a estar en la sesión" de esta tarde y se integró al plenario de presidentes de bloque en un multitudinario cónclave que además de las cuestiones formales acordadas para garantizar la sesión de hoy, mostró cuánto más se deterioró la relación entre el oficialismo y la oposición tras la jugada presidencial de echar mano a las reservas mediante el atajo de un nuevo DNU.
Esto explica las recriminaciones, según comentaron voceros del encuentro, contra el Gobierno de varios senadores opositores que criticaron el discurso del lunes de la presidenta Cristina Fernández y reclamaron la participación del Congreso. Los más duros fueron los radicales Gerardo Morales, y Oscar Castillo , el socialista Rubén Giustinianii y Rodríguez Saa, del PJ disidente.
El jefe del bloque kirchnerista, Miguel Angel Pichetto, intentó justificar la polémica decisión presidencial en la "necesidad de gobernar" y aunque no aceptó el temperamento de la mayoría opositora remarcó que el kirchnerismo bajará al recinto -si la oposición logra el quorum- y votará en contra sin hacer mucho ruido.
No ocurrirá lo mismo si, como trascendió, la oposición buscara además imponer una nueva composición en la bicameral de seguimiento de los DNU al proponer que también haya mayoría de 5 senadores opositores sobre un total de 8.
Si así ocurriera, la bicameral de los DNU pasaría a tener 9 legisladores opositores (5 senadores y 4 diputados) contra 7 del oficialismo (3 senadores y 4 diputados). La mayoría opositora podría designar al presidente de esta estratégica bicameral y asegurar su funcionamiento, hasta ayer empantanada a raíz del empate que existe entre oficialistas y opositores.