Aun cuando no tiene quórum propio en ninguna de las dos Cámaras, el kirchnerismo aceptó sin problemas que los recintos del Congreso definan el destino de los tres polémicos decretos de necesidad y urgencia firmados por Cristina Kirchner después del 10 de diciembre, el último día que funcionó la Comisión bicameral de Trámite Legislativo, encargada de revisar esas disposiciones.

Los decretos en puja son el que veta dos artículos de la reforma política; el que crea el Fondo del Bicentenario con 6.559 millones de dólares de las reservas del Banco Central, destinados a cancelar el pago de la deuda externa; y el que le pide habilitación a la Comisión de Valores de Estados Unidos para emitir deuda pública.

Boudou fue a defender los decretos

El ministro de Economía, Amado Boudou, sorprendió hoy al acudir a la reunión de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo para defender el decreto de necesidad y urgencia que creó el fondo del bicentenario, compuesto por 6.569 millones de dólares extraídos de las reservas del Banco Central.

Ese DNU requiere del aval del Congreso para quedar vigente. Boudou dijo que ese dinero le agregará “certidumbre” a la voluntad de pago de Argentina, y ratificó que el 15 de enero el Gobierno “va a definir una oferta concreta” para la segunda etapa del canje de los bonos de la deuda.

"El Fondo del Bicentenario es la utilización de parte de las reservas excedentes, alrededor del 30 por ciento, para generar un fondo que de certezas de lo que va acontecer en nuestro país con los vencimientos de 2010", lo describió.

Boudou también defendió el decreto que emite bonos por 15 mil millones de dólares para el canje de la deuda, y pide autorización a la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC).

La medida también requiere del aval del Congreso, y al igual que el de la creación del fondo del bicentenario, fue rechazado hoy por la oposición de la Bicameral y tuvo dictamen favorable del oficialismo.

Respondiendo a los argumentos de la oposición, Boudou aclaró que no debe vincularse “la palabra urgente a lo dramático", sino a lo importante y estratégico".

Esta mañana, en el Senado, se conformó la nueva composición de la Comisión de Trámite Legislativo, con una particularidad: la mitad de los 16 integrantes son del kirchnerismo, y la otra de la oposición.

Como estos últimos actuaron en bloque, la elección del presidente de la Comisión resultó empatada, por lo que debió elegirse una conducción colegiada entre un oficialista (que fue la diputada Diana Conti), y un opositor (el senador radical Luis Naidenoff).

Y la paridad también se repitió al momento de definir el destino de los tres decretos presidenciales, lo que derivó en que por cada tema haya dos dictámenes, uno ratificando cada decreto, y otro rechazándolo.

Hasta ayer, se especulaba con que el kirchnerismo usaría sus votos para dejar sin quórum la comisión, que necesita de más de la mitad de los integrantes para sesionar.

Pero, sin embargo, prefirió someterse que lleguen a los recintos dictámenes que piden anular los decretos, lo que esta mañana provocaba incertidumbre entre los diputados kirchneristas y celebraciones entre los radicales, que creen que esta estrategia les permitirá volver a derrotar al oficialismo en una sesión de Diputados.

La primera fue el 3 de diciembre, cuando la oposición reunión 144 votos para imponer a las nuevas autoridades de la Cámara de Diputados, y definir el modo de repartir los miembros de las comisiones.

La algarabía de los radicales, que no terminan de entender algunas de las estrategias kirchneristas, se expresó en una reunión de senadores y diputados del partido tuvieron en el Senado, donde acordaron además pedir una sesión especial en febrero para tratar el destino de estos tres decretos.

El peronismo disidente se sumó luego a este reclamo.  "Le vamos a pedir a Julio Cobos y a Eduardo Fellner que habiliten las sesiones especiales ya que la Constitución establece que las cámaras deberán conocer en forma inmediata los dictámenes de la comisión", anunció el diputado Enrique Thomas, del peronismo federal.

Con dos dictámenes contrapuestos, serán los recintos ahora los que decidan cuales serán los que tengan sanción definitiva. La esperanza kirchnerista, al parecer, estaría en el Senado, donde comparte con la oposición 35 votos, y quedan de árbitros los dos senadores pampeanos.

El jefe del bloque del Senado, Miguel Pichetto, uno de los ocho integrantes de la Comisión conformada hoy, confió en poder frenar una nueva embestida opositora de Diputados, y aclaró que las rúbricas de la presidenta tendrán validez, pese a no haber sido avaladas por el Congreso, como marca la ley. “Los decretos están vigentes hasta que los plenos de ambas Cámaras los rechacen. Pero tienen que tratarlo las dos Cámaras”, insistió.

Ocurre que en los primeros días de 2010 vencerá el plazo para que el Congreso se pronuncie sobre estos decretos, y de esa manera quedarían sancionados en forma definitiva.

Pero la oposición objeta que es sucederá porque fueron firmados cuando la Comisión de Trámite Legislativo no estaba conformada, lo que definen como inconstitucional. Con ese argumento, pedirán una sesión especial en febrero que trate el tema.

De triunfar en el recinto la postura opositora, podría complicarse el canje de deuda que inicialmente estaba previsto para el 15 de enero, ya que uno de los decretos es justamente para pedirle a la Comisión de Valores de Estados Unidos que habilite la emisión de bonos para canjearle a los acreedores.

En esa entidad podrían tener en cuenta que esa disposición y la que separa 6.559 millones de dólares del Banco Central para cancelar la deuda pueden sucumbir en cualquier momento. Un costo que el kirchnerismo le endilgaría a la oposición.