Los movimientos internos en el PJ porteño luego de la salida de Alberto Fernández no cesan. Un sector minoritario y ultrakirchnerista del partido se autoconvocó hace apenas un par de días en México y Bolívar, donde se encuentra la sede de la SADE.

En su mayoría funcionario del gobierno nacional, se unieron por el perfil poco opositor que le ven al PJ, el alejamiento de Néstor Kirchner y el curioso acercamiento a Eduardo Duhalde.

Allí llegaron Carlos Montero (del FUP y secretario de Prensa del partido), Claudio Heredia (mano derecha de Carlos “el chino” Zanini), Raúl Garré (jefe de gabinete de la ministra de Defensa Nilda Garré), Kelly Olmos (funcionaria de Aníbal Fernández), Guillermo Oliveri (secretario de Culto), Jorge Coscia (secretario de Cultura) y Abel Fatala (funcionario de Julio de Vido y quien tiene su Red por Buenos Aires).

La discusión giró alrededor de la creciente influencia del duhaldismo en el armado del peronismo de la ciudad. Culpaban, en especial, al ex ministro de Justicia Alberto Iribarne por el distanciamiento de la Casa Rosada.

Y no es para menos, Iribarne fue quien, en la primera charla que se dio en la flamante sede del PJ, invitó al diputado nacional Jorge Sarghini. Luego, el lunes pasado, se le ocurrió llevar al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, quien tuvo un discurso crítico de Kirchner. En ese encuentro estaba toda la plana mayor del PJ.

Una vez concluida la reunión los dirigentes peronistas vieron con asombro en sus Blackberrys los cables de último momento en los que se anunciaba que el ex presidente analizaba ir de nuevo por el PJ nacional. “Nos interviene el partido si seguimos así”, se asustaron estos militantes.

En este marco, en la reunión en el SADE se llegó a la conclusión que había que tener algún gesto hacia Kirchner.

Por ello acordaron tres puntos: provocar un pronunciamiento explícito de los legisladores peronistas y del partido en apoyo a la reforma política, al ex presidente como titular del PJ nacional; y solicitar que no se apoye la candidatura de Daniela Ugolini, propuesta por el PRO al Tribunal Superior de Justicia.

Además de estos gestos, la bronca con Iribarne era total. “Duhalde nos está usando para probar candidatos post kirchneristas y darles rosca para ver qué pasa con la dirigencia peronista. No queremos un PJ porteño como agencia de cásting”, explicaba a LPO uno de los asistentes al convite.

Más reuniones y la estrategia a futuro

Con los tres puntos en mano, la comitiva ultra kirchnerista le llevó el “paper” a la cúpula del partido que hoy encabeza el legislador porteño Juan Manuel Olmos.

En un tenso encuentro de la mesa chica del partido, ayer, poco después del mediodía, en la sede de UPCN (estatales), se reunieron cara a cara los principales dirigentes del PJ.

Estuvieron Iribarne, Montero, Olmos, Oliveri, Andrés Rodríguez (secretario general de UPCN) y Héctor “el gallego” Fernández, entre otros.

Quienes estuvieron allí concluyen que hubo cruces y reproches. Por un lado el “duhaldismo” del ex ministro de Justicia; por el otro las oscilantes posiciones con el PRO del bloque de Olmos en la Legislatura porteña.

“Bueno lo importante es que estamos reunidos para avanzar”, concluyeron sobre el final.

Por ello acordaron unificar criterios: apoyarán la reforma política sin emitir ningún pronunciamiento sino a través de un fuerte debate interno. En referencia a la candidatura de Kirchner en UPCN se rieron: “Muchachos están desinformados, Néstor no va por el partido, acabamos de hablar con él”. Los ultra kirchneristas quedaron descolocados.

Finalmente, y como gesto de oposición ante Mauricio Macri, decidieron que avanzarán en explicitar su oposición a la candidatura de Ugolini.