En un claro mensaje al Senado, Néstor Kirchner reforzó la presión sobre los gobernadores y doblegó a dos fuertes críticos de su gestión, como son el chubutense Mario Das Neves y el santafecino Hermes Binner. A sí, con el apoyo de sus representantes en la Cámara de Diputados, el ex presidente quebró cualquier cálculo previo y consiguió 147 votos para sancionar la Ley de Medios Audiovisuales.

El proyecto llegará al Senado - hoy mismo- con una carga negativa, ya que la oposición se unió detrás de una denuncia de irregularidades en el tratamiento de la ley. En conferencia de prensa, no sólo adelantaron que abandonarían el recinto a la hora de la votación -amenaza que finalmente concretaron-.

De cualquier manera la impactante mayoría que obtuvo el kirchnerismo envía un mensaje muy fuerte al Senado y rodea a la ley de una innegable legitimidad. Tras casi catorce horas de debate la ley se aprobó en general a la 1.15 y luego los diputados emplearon dos horas para analizar artículo por artículo, en un trámite en el cual varias de las propuestas de cambios a la redacción fueron aceptadas por el bloque mayoritario.

Estas variantes no implicaron modificaciones de fondo en el texto que llegó ayer al recinto, aunque sirvieron para aclarar la redacción de algunos artículos que se prestaban a interpretaciones disímiles.

A lo largo de toda la tarde fue la tranquilidad la que dominó al presidente del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi. Cada vez que contabilizaba los votos, la cuenta la daba alrededor de 140, margen importante contra los 129 que necesitaba.

A ese número llegaba con 108 diputados propios incluyendo los 5 de Chubut –sólo faltó el misionero Miguel Ángel Ituerrieta-, los 6 del Frente Cívico por Santiago, 5 de Encuentro Popular y Social de Ariel Basteiro y Vilma Ibarra, 7 de Solidaridad e Igualdad (SI), los 2 fueguinos, los 6 de la Concertación y algunos socios, como Paola Spátola, la salteña Mónica Torfe o Eduardo Lorenzo Borocotó. Con todos estos rozaban los 140. Pero para Kirchner no era suficiente.

El presidente del PJ, adelantándose a las denuncias de irregularidades reglamentarias en el tratamiento de la ley, que venían resonando desde ayer, ordenó conseguir más apoyo para neutralizar el efecto que esta denuncia pueda tener en el Senado, donde cada voto se transforma en definitivo.

En la cámara alta la preocupación del Gobierno ya no pasa tanto por los votos -según afirmó hoy Miguel Angel Pichetto ya los tendrían asegurados-, sino por el rol obstruccionista que imaginan podría desempeñar el vicepresidente Julio Cobos, en su función de titular del cuerpo.

Por eso, en el oficialismo siguen analizando la pirueta política de cambiarle la agenda oficial a Cristina Kirchner para que esté de viaje cuando la ley llegue a la Cámara Alta, así Julio Cobos asume el Poder Ejecutivo y no puede actuar como presidente del Senado.

En la oposición temen que la presión de Kirchner sobre los gobernadores tuerza algunos votos críticos en la Cámara Alta, donde la representación de los gobiernos provinciales es aún más importante que en Diputados, ya que la mayoría de los mandatarios provinciales controla en forma directa dos senadores por su provincia. Por todo esto, la orden kirchnerista de ayer fue avanzar también con los diputados socialistas de Binner. Y lo consiguió. Fue un claro mensaje para la cámara alta.

La oposición, resignada ante la derrota, apostó a quitarle legitimidad a la norma, maniobra que visto los votos conseguidos por el kirchnerismo no resultó muy eficaz.

“La idea es que, si bien la ley va a pasar en Diputados, llegue lo más esmerilada posible al Senado”, confesó ayer opositor a La Política Online.

De la mano de Binner

El gobernador de Santa Fe tuvo desde el principio una postura confusa con respecto a la Ley de Medios Audiovisuales. En primera instancia salió al cruce de la primera postura del bloque más duro de la oposición, de que era inválido el tratamiento del proyecto con la actual conformación del Congreso. El socialista dijo que no había dudas de que este Parlamento tenía pleno poder para tratar esta ley clave.

Después apostó a una posición opositora, al igual que Das Neves. El avance de los días lo volvió a encontrar más cerca del texto kirchnerista: sostuvo que de aprobarse la propuesta del Ejecutivo "podríamos iniciar un nuevo tiempo" y se mostró partidario de continuar el diálogo político con el Gobierno nacional al considerar ese instrumento como "un camino importante para que haya un mayor acuerdo entre los argentinos del que hoy tenemos".

Llegó el día de la definición y su bloque decidió votar a favor del proyecto. Silvia Augsburger, presidente del bloque del PS, anticipó que esa bancada respaldará en general la norma, al afirmar que "si se pone en una balanza el texto vigente, el de la dictadura, con las modificaciones de la democracia y este, la balanza se inclina en favor de este”. Así sumaría entre 7 y 8 votos más al oficialismo, ya que aunque el bloque tiene 10 integrantes no todos seguirán esta decisión ya que la cordobesa Laura Sesma votó en contra-.

En ese marco de ambigüedades, el socialismo no bajó a dar quórum al inicio de la sesión especial. Sí lo hicieron, en cambio, los 3 diputados del Movimiento Popular Neuquino, habituales aliados del bloque de Rossi. Aunque con una salvedad: por primera vez en mucho tiempo, votaron en contra del proyecto. Voceros del bloque explicaron a este medio que votaron un proyecto propio, aunque no siguieron la línea de la oposición de retirarse del recinto y se quedaron a votar.

Oposición, hasta ahí

Desde el minibloque de diputados chubutenses habían adelantado a La Política Online su voto a favor porque “las modificaciones que pidieron las tomaron” y que “considerando esas modificaciones van a votar en general la ley”. En cambio, explicaron, cuando se trató punto por punto criticaron "algunos artículos y votarán en disenso”, aunque esto no fue ninguno de los puntos críticos.

La postura fue sinuosa. En primera instancia, en rechazo a que la sesión especial se haya pedido para hoy a las 10 cuando en primera instancia hablaban del jueves, no bajaron a dar quórum. Pero cuando el kirchnerismo ya lo consiguió, votaron a favor del proyecto, haciendo así su aporte al kirchnerismo que estiró la mayoría hasta los 147 votos.