26 de abril, 2024
Elecciones 2009
Ya hablan de un “pacto de gobernabilidad” Scioli-De Narváez
En el gobierno bonaerense no descartan que luego de las elecciones lleguen a un acuerdo con los legisladores de Francisco de Narváez y Felipe Solá, para garantizar en la Legislatura local la gobernabilidad de la provincia. El felipista Ismael Pasaglia afirmó a La Política Online: "Nosotros no vamos a poner palos en la rueda, como sí le hará el kirchnerismo al sciolismo".
No es un secreto que Daniel Scioli tiene una buena relación con Francisco de Narváez, a quien incluso en el incio de su gobierno ofreció un ministerio, que el diputado opositor rechazó. Hoy, por esas cosas de la campaña ambos están en veredas enfrentadas, pero en La Plata no descartan que luego de las elecciones del 28 de junio, ambos dirigentes lleguen rápidamente a un acuerdo, que curiosamente podría encontrar en Néstor Kirchner el principal escollo.
Es que todo indica que Daniel Scioli está muy cerca de perder la mayoría en la Legislatura bonaerense –de confirmarse la tenedencia de la mayoría de las encuestas-, y necesitará acordar como nunca con la oposición. Nada de esto alarma a la gente del gobernador, que afirmó a La Política Online: “Después de las elecciones los peronistas nos vamos a volver a juntar, como ocurre siempre”.
En el plano general, en el peronismo está cada vez más claro que el factor de división del peronismo tiene nombre y apellido: Néstor Kirchner. Por eso, como anticipó La Política Online, una vez pasada esta elección, que se intuye será mala para el kirchenrismo, el sciolismo ensayará un camino autónomo que de ninguna manera implica seguir con las mismas peleas del ex presidente. “El estilo de Scioli es de diálogo, después del 28 de junio volveremos a esa senda”, agregaron las fuentes.
La necesidad del acuerdo
Esta unión puede parecer contradictoria si se toman como referencia los duros enfrentamientos mediáticos diarios entre el oficialismo y el PJ disidente que encabezan Francisco De Narváez y Felipe Solá. Pero si se tiene en cuenta la situación en la que quedará el Frente para la Victoria en la Cámara baja bonaerense luego de las elecciones, por lo menos el intento de fusión que hará el sciolismo es hasta predecible.
Hasta hoy, el oficialismo cuenta con 47 diputados sobre un total de 92, es decir, la mitad más uno, cifra que es imposible que logre retener según lo que indican los sondeos (ver recuadro). Esto significa que aún teniendo una buena performance en las urnas, el Frente para la Victoria quedará como la primera minoría, lo que obligará a hacer alianzas para conseguir la aprobación de los proyectos de ley.
Es por esto que desde el sciolismo están dispuestos a olvidar rencores y a efectivizar una vieja estrategia peronista, que consiste en limar asperezas y unirse luego de las elecciones. El caso más reciente se dio en 2005, cuando las por entonces candidatas a senadoras por la provincia, Cristina Kirchner “Chiche” Duhalde, polarizaron la elección y entre ambas se llevaron más del 63 por ciento de los votos, pero luego sus representantes en la Legislatura bonaerense se amalgamaron en un solo bloque denominado “FpV-PJ”.
Sin embargo, esta posibilidad que sobre todo es funcional a Scioli, es relativizada por los legisladores que responden a Francisco de Narváez y Felipe Solá. Es que las encuestas que muestran a un ascendente Francisco De Narváez y a un decadente Kirchner les permiten especular con un futuro bloque autónomo.
En ese sentido, el diputado Ismael Passaglia –referente de Felipe Solá que tiene serias chances de encabezar la lista de diputados en la tercera sección–, si bien descartó por el momento que haya intenciones de unir bloques, coincidió en que para saber a ciencia cierta si se puede producir una fusión de bancas hay que esperar los resultados de la elección.
Con esos resultados en la mano cada bloque podrá discutir su posición después del 28 de junio. Pero, según dijo Passaglia a La Política Online, es inútil negociar “si Scioli no logra superar el terror que le provoca la figura de Kirchner”. El legislador oriundo de San Nicolás aclaró que las diferencias del PJ disidente existen fundamentalmente con Kirchner y no con Scioli.
“Nosotros vamos a aprobar lo que consideremos correcto, no vamos a poner palos en la rueda, como sí le hará el kirchnerismo al sciolismo”, sostuvo el diputado y dijo que el primer ejemplo de eso fue la designación del kirchnerista Fernando Navarro como vicepresidente de la Cámara baja un par de semanas atrás, cargo que el sciolismo esperaba retener mediante Guido Lorenzino Matta tras la partida de Martín Ferré al ministerio de Producción. Para Passaglia, ese episodio no fue un síntoma de fractura entre el kirchnerismo y el sciolismo, pero sí de “cortocircuito”, algo que se puede repetir constantemente después de las elecciones. Desde el sciolismo, sin embargo, le bajaron el tono a esa disputa.
Cómo quedará la Legislatura
Passaglia señaló que ante una eventual sangría en el bloque oficialista –luego de lo que vaticinó como una “paliza”–, el Frente para la Victoria no sólo perderá la mayoría sino que no conformará ni siquiera la primera minoría, un espacio reservado para el panradicalismo, si es que la Coalición Cívica no rompe su alianza con la UCR y el cobismo.
Como en el PJ disidente esperan ganar 20 diputados (renuevan 9 de los 10 que tienen), para Passaglia la cámara baja quedará entonces dividida en tres tercios: el kirchnerismo-sciolismo, el PJ disidente o Unión Pro y el panradicalismo.
Esta posibilidad no debe ser desestimada si se tiene en cuenta que el 70 por ciento de las bancas que se renuevan en Diputados proviene del interior de la provincia (ver nota relacionada), donde Kirchner es número puesto para la derrota e incluso aparece en el tercer lugar en las encuestas.
Entonces en caso de que, como dice Passaglia, el “pan-peronismo” lograra dos tercios de la Cámara en la elección, una posible unión entre justicialistas les significaría una mayoría automática Una unión que, si se deja al kirchnerismo de lado, los disidentes estarían dispuestos a explorar.
Es que todo indica que Daniel Scioli está muy cerca de perder la mayoría en la Legislatura bonaerense –de confirmarse la tenedencia de la mayoría de las encuestas-, y necesitará acordar como nunca con la oposición. Nada de esto alarma a la gente del gobernador, que afirmó a La Política Online: “Después de las elecciones los peronistas nos vamos a volver a juntar, como ocurre siempre”.
En el plano general, en el peronismo está cada vez más claro que el factor de división del peronismo tiene nombre y apellido: Néstor Kirchner. Por eso, como anticipó La Política Online, una vez pasada esta elección, que se intuye será mala para el kirchenrismo, el sciolismo ensayará un camino autónomo que de ninguna manera implica seguir con las mismas peleas del ex presidente. “El estilo de Scioli es de diálogo, después del 28 de junio volveremos a esa senda”, agregaron las fuentes.
La necesidad del acuerdo
Esta unión puede parecer contradictoria si se toman como referencia los duros enfrentamientos mediáticos diarios entre el oficialismo y el PJ disidente que encabezan Francisco De Narváez y Felipe Solá. Pero si se tiene en cuenta la situación en la que quedará el Frente para la Victoria en la Cámara baja bonaerense luego de las elecciones, por lo menos el intento de fusión que hará el sciolismo es hasta predecible.
Hasta hoy, el oficialismo cuenta con 47 diputados sobre un total de 92, es decir, la mitad más uno, cifra que es imposible que logre retener según lo que indican los sondeos (ver recuadro). Esto significa que aún teniendo una buena performance en las urnas, el Frente para la Victoria quedará como la primera minoría, lo que obligará a hacer alianzas para conseguir la aprobación de los proyectos de ley.
Es por esto que desde el sciolismo están dispuestos a olvidar rencores y a efectivizar una vieja estrategia peronista, que consiste en limar asperezas y unirse luego de las elecciones. El caso más reciente se dio en 2005, cuando las por entonces candidatas a senadoras por la provincia, Cristina Kirchner “Chiche” Duhalde, polarizaron la elección y entre ambas se llevaron más del 63 por ciento de los votos, pero luego sus representantes en la Legislatura bonaerense se amalgamaron en un solo bloque denominado “FpV-PJ”.
Sin embargo, esta posibilidad que sobre todo es funcional a Scioli, es relativizada por los legisladores que responden a Francisco de Narváez y Felipe Solá. Es que las encuestas que muestran a un ascendente Francisco De Narváez y a un decadente Kirchner les permiten especular con un futuro bloque autónomo.
En ese sentido, el diputado Ismael Passaglia –referente de Felipe Solá que tiene serias chances de encabezar la lista de diputados en la tercera sección–, si bien descartó por el momento que haya intenciones de unir bloques, coincidió en que para saber a ciencia cierta si se puede producir una fusión de bancas hay que esperar los resultados de la elección.
Con esos resultados en la mano cada bloque podrá discutir su posición después del 28 de junio. Pero, según dijo Passaglia a La Política Online, es inútil negociar “si Scioli no logra superar el terror que le provoca la figura de Kirchner”. El legislador oriundo de San Nicolás aclaró que las diferencias del PJ disidente existen fundamentalmente con Kirchner y no con Scioli.
“Nosotros vamos a aprobar lo que consideremos correcto, no vamos a poner palos en la rueda, como sí le hará el kirchnerismo al sciolismo”, sostuvo el diputado y dijo que el primer ejemplo de eso fue la designación del kirchnerista Fernando Navarro como vicepresidente de la Cámara baja un par de semanas atrás, cargo que el sciolismo esperaba retener mediante Guido Lorenzino Matta tras la partida de Martín Ferré al ministerio de Producción. Para Passaglia, ese episodio no fue un síntoma de fractura entre el kirchnerismo y el sciolismo, pero sí de “cortocircuito”, algo que se puede repetir constantemente después de las elecciones. Desde el sciolismo, sin embargo, le bajaron el tono a esa disputa.
Cómo quedará la Legislatura
Passaglia señaló que ante una eventual sangría en el bloque oficialista –luego de lo que vaticinó como una “paliza”–, el Frente para la Victoria no sólo perderá la mayoría sino que no conformará ni siquiera la primera minoría, un espacio reservado para el panradicalismo, si es que la Coalición Cívica no rompe su alianza con la UCR y el cobismo.
Como en el PJ disidente esperan ganar 20 diputados (renuevan 9 de los 10 que tienen), para Passaglia la cámara baja quedará entonces dividida en tres tercios: el kirchnerismo-sciolismo, el PJ disidente o Unión Pro y el panradicalismo.
Esta posibilidad no debe ser desestimada si se tiene en cuenta que el 70 por ciento de las bancas que se renuevan en Diputados proviene del interior de la provincia (ver nota relacionada), donde Kirchner es número puesto para la derrota e incluso aparece en el tercer lugar en las encuestas.
Entonces en caso de que, como dice Passaglia, el “pan-peronismo” lograra dos tercios de la Cámara en la elección, una posible unión entre justicialistas les significaría una mayoría automática Una unión que, si se deja al kirchnerismo de lado, los disidentes estarían dispuestos a explorar.
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Dejémosno de darle importancia a esta nueva interna pejotista y miremos hacia adelante...
Hoy mas que nunca:
Borges decia q los PERONISTAS no son ni buenos ni malos... son INCORREGIBLES...
O sea es un PACTO Scioli (kirchner) con DeNarvaez (Duhalde).
aquellos q laburan en la administración publica piensen y fomenten un voto responsable, están saqueandonos el IPS, bajo la legalidad de la impunidad que obtienen siempre estos muchachos. mucho no me los radicales pero mi voto será útil y hoy va para Stolbizer.
hay un señor
se llama cobos