Alberto Fernández parece haber tocado su límite de paciencia. Tras de sufrir el constante ninguneo del ex presidente, Néstor y Cristina Kirchner y de que lo desplazaran de la conducción del PJ porteño, el ex jefe de Gabinete hoy salió en todos las radios a criticar la estrategia del Gobierno de plebiscitar la gestión en las elecciones del 28 de junio y también cuestionó al modelo económico.

Según fuentes cercanas al ex funcionario kirchnerista, está haciendo público lo que hace meses viene diciéndole a Kirchner, pero, se ve, no lo escuchó.

El pedía una que las elecciones no fueran a todo o nada y no pusieran en juego toda la gestión. Según allegados al ex funcionario, le reclamó varias veces a Kirchner que bajaran el tono y que establecieran unos comicios normales de medio término. De esta manera, en caso de que las encuestas que dan una derrota al kirchnerismo se cumplan en el escrutinio, no sería un golpe casi fatal para el Gobierno.

Fernández se cansó de explicar que ante una pérdida de las mayorías en el Congreso, el oficialismo tendría que meterse en el juego democrático de lleno y armar alianzas parlamentarias. Pero el ex presidente no escuchó ninguna de estas sugerencias.

Cansado y desafiante ante las últimas embestidas del ex presidente, lo criticó directamente. "Si se vuelve al 2001 es porque fracasamos", lo cruzó a Kirchner que ayer quiso establecer la política del miedo afirmando que “sin mayoría parlamentaria volveremos caer en el vacío de 2001”.

"No comparto nada de eso, absolutamente nada” indicó Fernández. “La verdad, no creo que haya un problema de gobernabilidad en todo caso, habrá otras mayorías en el Congreso, pero muchos gobiernos conviven con otras mayorías en el Congreso", continuó.

En entrevistas con radio 10, del Plata y Continental, el ex funcionario pidió no "aventar miedos" y volvió a reclamar un "cambio" en el oficialismo.

El ex jefe de ministros reconoció, además que Argentina enfrenta una crisis económica. “Tenemos problemas con el empleo, tenemos problema con el crecimiento, tenemos problema con la producción, no logramos colocar nuestros productos en el exterior, los precios internacionales y la demanda han caído, y esto no es objeto de debate en ningún lado".

El enojo por el PJ porteño

Lo que parece haber colmado la paciencia de Alberto Fernández es su desplazamiento del partido peronista en la Ciudad de Buenos Aires. Todo parecía ir en ese camino cuando, como adelantó La Poítica Online, Kirchner dio el "Ok" para que el candidato que encabece la lista de legisladores porteños sea Jorge Telerman. Y ayer, se sumó una nueva medida que lo dejó más afuera que adentro. Sin candidatos, el PJ de Capital realizó anoche contrarreloj un último manotazo desesperado. Creó una Comisión de Acción Política (CAP) que tiene como misión conducir al partido hacia las elecciones.

Fue el resultado de una puja interna de poder entre Fernández, y el titular del sindicato de encargados de edificios, Víctor Santa María, que conduce la tropa más grande de congresales porteños. Ayer se saldó con la virtual toma del poder partidario por parte de Santa María. Según el diario Clarín, con el voto de 42 miembros del consejo directivo, Santa María impuso a la cabeza de la CAP a su delfín, Juan Manuel Olmos, que va en busca de su reelección como legislador. Los otros integrantes son Andrés Rodríguez, Inés Iribarne, Guillermo Olivieri, Marta Bianchi, Federico Sarabia y Santa María.

Sin embargo, Fernández aseguró: "No me han echado. Yo me he separado". Lo cierto es que se haya apartado o lo hayan apartado,  con esta decisión, le quitaron el poder partidario.