El Gobierno intervino Transportadora de Gas del Norte (TGN), empresa del grupo Techint que la semana pasada declaró el default de una deuda por 22,5 millones de dólares. El argumento que dio el ministro Julio de Vido ayer es que quiere auditar las cuentas y garantizar e servicio que fue concesionado en 1992.

Y los fundamentos se hicieron eco en el secretario general de la Asociación de Personal Jerárquico de la Industria de Gas Natural, Rubén Ruiz, que hoy denunció que el default “fue una decisión política de la empresa y no un problema financiero” y argumenta que TGN sí tiene la plata para pagar su deuda, pero no quiere hacerlo. “No es cierto”, advirtió Francisco Mezzadri, economista especialista en energía y ex director de la empresa distribuidora de gas. “El Gobierno le aplicó un torniquete a TGN”, enfatizó.

¿Cómo lo aplicó?

Es una decisión financiera. Todo el mundo en el mercado sabía que si no se actualizaban las tarifas, se iba a llegar al default. Los mantenimientos son caros y se necesita gente especializada y tecnología de punta. Desde 1995 al 2001 TGN reinvirtió sus utilidades. Después ya no se pudo hacer grandes obras. Lo que hizo TGN fue decir que no puede pagar su deuda, pero esto no quiere decir que no pueda mantener la operatividad del sistema

La empresa argumenta que cayó en default porque no hubo un aumento de tarifas, sin embargo, seguía siendo rentable…

TGN tiene sus tarifas congeladas desde junio de 1999. El primer aumento, según el contrato de concesión, debía ser ese año y (Fernando) de la Rúa pidió postergarlo por seis meses. Y después no lo hizo. Se las quiso ajustar a los precios de Estados Unidos, que en esos años habían aumentado más que los valores mayoristas en Argentina. Eso pasaba en ese momento, pero desde 1992, cuando se tomó la concesión, los precios en Argentina habían aumentado mucho más que los norteamericanos y la tarifa no subió porque se regía los valores de EE.UU. Claro que cuando la situación se revirtió, ya no quisieron hacerle caso a las normas. El primero que violó la ley fue De la Rúa. Luego quiso corregirla en 2000 y quien interpuso una acción judicial fue el Defensor del Pueblo. Con eso se paralizó el proceso de actualización. Y TGN se mantuvo con los ingresos por exportaciones que sí se seguían cobrando en dólares. Pero cuando dejó de haber gas, se acabaron las divisas. Y dependió de una tarifa súper congelada. Prácticamente van a ser 10 años de congelamiento. TGN tiene como política dar prioridad de pagos a todas las obras de mantenimiento del gasoducto, después a los sueldos y recién luego el pago de la deuda. Hubo una renegociación de la deuda en 2006.

¿Por qué surge esta renegociación si se seguía teniendo exportaciones de gas?

Claro, pero cuando no se pudo exportar más, se cayó la cadena de pagos. TGN tenía contratos que se llaman de “si toma, paga”. E hizo eso con contratos que tenía con Brasil y Chile. Si no hay gas, es un problema entre el productor y el comprador, no del transportista. La empresa tenía el caño a disposición de estas compañías. Pero cuando la falta de gas se hizo permanente, los compradores dejaron de pagar y renegociaron. Ahí dejaron de recibir dólares y TGN se quedó sólo con los ingresos en pesos, que son las mismas tarifas de hace 10 años. La tarifa pura de transporte, entre 1993 y 2001, el aumento no alcanzó al 2 por ciento.

¿Y después?

Cero.

Pero ¿no había una revisión?

Sí. Esa es una tarea que el Enargas tiene que hacer cada cinco años. Pero no lo hicieron. En vez de poner gente idónea, pusieron a amigos del poder y así terminaron con el caso Skanska, donde se pagaban porcentajes mucho más altos de lo que valían las obras.

¿Cómo se entiende esta intervención?

No lo entiendo. TGN es una de las empresas que más invirtió sus ganancias en el país. Hizo un fuerte proceso de expansión de sus gasoductos. Hizo una gestión también a través de sus distribuidoras para que tengan más clientes y, por lo tanto, más gas, lo cual implicaba la construcción de más gasoductos conectados. En ese proceso invirtió y prácticamente no distribuyó dividendos desde el `95. Y se extendió hacia Chile, Uruguay y Brasil. Entre TGN y TGS expandieron el transporte de gas en la Argentina.

¿De cuánto fue la expansión?

Entre 1992 y 2001, la capacidad de transporte de gas aumentó alrededor de un 60 por ciento. La expansión fue muy fuerte. A tal punto que Argentina llegó a tener una capacidad de transporte de casi 120 millones m3 por día. Cuando se hizo la privatización era entre 65 y 70 millones. Este cambio se logró reinvirtiendo sus utilidades.