Lo más probable es que el excanciller termine teniendo una posición muy fuerte al interior de Morena y en ese partido se realice una operación cicatriz. |
Este miércoles 6 de septiembre Morena confirmó lo que desde hace por lo menos un año se sabÃa y se leÃa entre lÃneas: Claudia Sheinbaum va a ser la candidata guinda para la elección presidencial del 2024.
El proceso interno del partido oficialista llega manchado por las quejas de uno de los participantes, Marcelo Ebrard. Y no es para menos, pues pese a que el Presidente Andrés Manuel López Obrador se empeñe en decir una y mil veces falsedades, jamás cambiará el hecho de que esta elección en el fondo emula a las del PRI, en las que el candidato era elegido por dedazo.
Es falsa la cantaleta del tabasqueño de que el proceso interno morenista fue democrático y limpio, basta ver que fue el mismo López Obrador quien el lunes 5 de junio salió de Palacio Nacional para reunirse con las entonces denominadas "corcholatas" en el restaurante "El Mayor" para darles lÃnea en esa reunión de cómo debÃa ser el proceso de elección interno.
Allà López Obrador instruyó a la cúpula de Morena sobre cómo debÃa realizarse el proceso de selección y hasta dictó normas de conducta para los aspirantes -incluidos algunos candados de lo que podÃan y no podÃan hacer- como en los viejos tiempos del PRI: poniendo por delante la voluntad del Presidente.
Es por ello que no le falta la razón a Marcelo Ebrard al decir que el proceso no fue limpio y que tuvo muchas irregularidades, el detalle es que el excanciller no está yendo en contra de un proceso deficiente, sino de la voluntad del Presidente y todo el aparato del Estado dispuesto a favorecer a una sola persona: Claudia Sheinbaum.
En múltiples reportes de prensa fueron difundidos los excesos en gastos de campañas de las corcholatas, asà como la millonada que se gastaban la misma Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López en espectaculares, sin embargo la dirigencia del partido en la persona de Mario Delgado, nunca sancionó o al menos reconvino a los aspirantes que estaban bajo sospecha, en vez de eso, siempre presentó cifras alegres apegadas a los topes de campaña, lo que evidentemente nadie cree.
En más de una ocasión salieron tanto Sheinbaum, como Adán Augusto y hasta el mismo Ebrard para justificar que los anuncios no eran pagados por ellos sino por sus simpatizantes y hasta por revistas o libros con "entrevistas" que promueven su imagen. Es decir, un proceso desaseado por donde quiera que se le vea.
Pese a que Ebrard se dedicó este miércoles a denunciar el ejercicio morenista de las encuestas y las irregularidades en las mismas, Sheinbaum fue ungida como la coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, de cara a los comicios del 2024 en los que, por cierto, se verá las caras con la hoy virtual candidata del Frente Amplio por México: Xóchitl Gálvez.
La pregunta que queda en el aire es: ¿qué pasará con Marcelo Ebrard? ¿Se quedará con el sinsabor de las irregularidades acaecidas en el proceso? ¿Romperá con Morena? ¿Habrá acercamiento con Movimiento Ciudadano? ¿responderá a los guiños de Xóchitl Gálvez?
Por lo pronto Ebrard ya citó para este lunes a una conferencia de prensa en donde dictará los pasos a seguir en su aspiración por obtener una candidatura en la elección del próximo año, pero ¿qué podemos esperar de tal anuncio?
Lo más probable es que Ebrard no abandone Morena y tampoco es muy viable que siga los pasos de Ricardo MejÃa Berdeja en Coahuila. Tampoco parece que pueda terminar en el Frente Amplio por México, simplemente porque ya no hay espacio para su candidatura.
La trayectoria del mismo Marcelo Ebrard ha dado cuenta de no ser precisamente una figura que imponga liderazgos, sino de ser una persona de partido que acata las decisiones colegiadas. Asà pasó en 2011, cuando Ebrard despertaba mayores simpatÃas entre los ciudadanos y su posible candidatura presidencial tenÃa un potencial más grande que la del mismo López Obrador para enfrentar al PRI de Enrique Peña Nieto, sin embargo Ebrard dejó el camino libre a su jefe polÃtico para que fuera el oriundo de Macuspana quien obtuviera su segunda postulación a la Presidencia.
Quizá esta puede ser la razón del profundo descontento de Ebrard, pero lo más probable es que el excanciller termine teniendo una posición muy fuerte al interior de Morena y en ese partido se realice una operación cicatriz que marque, al menos en el papel, una señal de unidad rumbo al 2024.
El tiempo dirá lo que suceda, asà como el impacto que eventualmente tendrá en la campaña de Claudia Sheinbaum el que el proceso para su selección como candidata haya estado manchado. Esto apenas comienza...
Twitter: @campudia
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