El discurso proferido por la ministra presidenta de la SCJN, Norma Piña, en el evento del fin de semana por el aniversario del 106 aniversario de la Constitución, ha sido aplaudido por muchos actores políticos y respaldado por los mismos jueces del poder judicial, y no es para menos, pues es un fuerte llamado a la no intromisión de los diferentes poderes de la unión en México.

Desde todos lados desde donde se le vea, que en el primer evento en que coinciden la nueva presidenta de la Corte y el Presidente Andrés Manuel López Obrador se haya dejado en claro que la división de poderes no es un privilegio de los jueces, sino el principio que garantiza una adecuada impartición de justicia, no supone más que una buena noticia para todos los mexicanos.

Y es que de nada sirve que un poder esté sometido a otro, ni que el presidencialismo regrese como lo está haciendo justo como en los peores años del PRI. El equilibrio de poderes es fundamental para la vida democrática de un país, pues de poco sirve, por ejemplo, un poder legislativo bajo el yugo del Presidente en el que los legisladores de su partido funcionan como una aplanadora para aprobar las iniciativas del Ejecutivo, sin siquiera una discusión seria de por medio.

Aún así, al Presidente López Obrador no le han alcanzado las matemáticas para realizar algunas reformas constitucionales, como la energética o la electoral, en las que debió conformarse únicamente con reformas a leyes secundarias, pero la carta magna quedó intacta.

Sin contrapesos reales en el legislativo, la ciudadanía en general queda expuesta a la voluntad del Presidente que pretende, por ejemplo, hacer una "reconfiguración" del Instituto Nacional Electoral (INE) que lo asfixie e incluso ponga en riesgo las elecciones del 2024. O incluso gobernar a decretazos, como lo fue el sacar a las aerolíneas de carga del aeropuerto de la ciudad de México en un afán de que trasladen operaciones al Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA). Un ejemplo más, es el cabotaje que proyecta instaurar el titular del Ejecutivo para que las empresas extranjeras puedan cubrir rutas nacionales en detrimento de la industria aeronáutica mexicana.

Es por ello que la división de poderes debe prevalecer, así como la no injerencia en los asuntos de cada uno, como ya lo señaló en su momento la Asociación Nacional de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito del Poder Judicial de la Federación (Jufed), que acusó a López Obrador, en en agosto del 2022, de querer menoscabar la independencia del Poder Judicial desde la conferencia que diariamente encabeza desde Palacio Nacional.

"Hacer inferencias respecto de una corrupción generalizada entre las y los juzgadores es un acto que atenta contra la independencia judicial", fue el pronunciamiento en ese entonces bajo la presidencia del ministro Arturo Zaldívar.

De hecho, cuando Piña fue electa como presidenta de la SCJN y del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), la organización le había pedido a Piña que refrendara la importancia de la autonomía de los jueces del país.

"Manifestamos nuestros mayores deseos de éxito en su gestión, bajo los principios de la independencia judicial, la división de poderes y la efectividad de los derechos humanos en favor de todas las personas", expresó la organización a principios de enero de este mismo año.

Es por ello que tanto los jueces como diversos actores políticos saludaron el discurso de Norma Piña, quien dejó muy claro cómo será la relación con el Poder Ejecutivo, y que además propuso un debate de altura.. aunque al Presidente le llamara más la atención que la ministra presidenta no se levantó cuando el tabasqueño llegó al evento, acaecido en Querétaro.

López Obrador celebró esto último como un logro de su gobierno diciendo que ello era muestra de la independencia entre los poderes, ya se verá cuánto está dispuesto a respetar esa independencia en su tribuna favorita: la conferencia mañanera.

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