
Los presidente de los paÃses del Mercosur se reunirán este martes en Puerto Iguazú en lo que será el primer encuentro con todos los jefes de estado presentes desde 2019. La pandemia primero y el poco interés de Jair Bolsonaro a este espacio regional impidieron la tÃpica foto familiar completa.
Ahora, desde la llegada de Lula a la presidencia, Brasil prioriza los mecanismos de integración, espacialmente aquellos como Mercosur y Unasur desde donde construye su hegemonÃa sudamericana.
En la primera reunión que tuvieron los cancilleres discutieron dos iniciativas que Argentina espera que se cierre en la cumbre presidencial. Se tata del cambio de Régimen de Origen, que contiene el conjunto de requisitos y procedimientos para determinar si un producto califica o no para el otorgamiento del tratamiento arancelario preferencial acordado por Mercosur.
Ahora se busca una modernización que lo vuelva una partida arancelaria que flexibilice bienes del resto del mundo que se suman a productos del Mercosur y agilice el proceso. A su vez, se logró incorporar el "Sello de buen diseño Mercosur", replicando la iniciativa de Argentina que tuvo buena recepción para las Pymes.
Pero el tema de fondo en Iguazú es el acuerdo Mercosur-Unión Europea. El nuevo gobierno brasileño ha marcado sus diferencias en las barreras ambientales de los europeos que prohiben la venta en su territorio de cualquier producto que provenga de zonas deforestadas. "El criterio está mal. Es una mirada muy europea América Latina donde cualquier zona rural donde se planta soja o se alimenta una vaca es considerada deforestada. Ahora resulta que habÃa selva en la Pampa Húmeda, insólito", reprocha un integrante de la comitiva de Lula.
De todas formas, esta misma fuente plantea que "tienen expectativa con que Bruselas responda nuestras observaciones y confiamos en que el acuerdo se cierre, o este cerca del cierre, en la cumbre de Brasil en diciembre". "Lula quiere un repaso integran de los textos del acuerdo por todos los ministerios", afirmó.
El gobierno argentino trabajó estos seis meses en un mecanismo para facilitar y acelerar un acuerdo que viene trabado hace 20 años y agregó al texto ambiental enviado por la Unión Europea, dos textos adicionales. Uno sobre cooperación y el restante de cadenas de valor.
"Lo que queremos es dejar de discutir si abrimos o no, esa no es la manera de que el acuerdo salga sino que tenemos que enfocarnos en las cosas que hacen falta para que el acuerdo pueda salir. Por un lado, actualizándolo porque de 2019 para acá pasaron un montón de cosas en el mundo, en el Mercosur y, por el otro, para que podemos incorporar todo aquello que se necesario para que sea beneficioso para ambas partes", apunta una fuente de la comitiva argentina que trabajó este semestre en el tema.
El punto de debate más árido entre las partes está en el pacto ambiental aprobado por Bruselas que puede influir en el tipo de exportaciones. Tanto en Brasil como Argentina lo consideran "sesgado". De repente nos encontramos con que habÃa selva en la Pampa húmeda. Además, los paÃses que se desarrollaron, ¿cómo hicieron? ¿No deforestaron? Las emisiones están en el norte, en los paÃses desarrollados y las grandes economÃas asiáticas. Son objetivos comunes y responsabilidades diferenciadas. Lo que tenemos que es buscar es tecnologÃa y financiamiento para la transformación productiva", dice a LPO uno de los negociadores.
"Lo ambiental es importante, hay preocupación. Estamos trabajando en modificaciones pero esto que el Mercosur está atrasado es mentira. La UE tardó tres años para escribir su borrador ambiental y nosotros 5 meses en hacer la contrapropuesta con un cambio de gobierno en el medio", añaden desde Brasil.
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"Si asumimos una agenda común de trabajo, deberÃan reconocernos que somos una región con menor riesgo ambiental. También tenemos que enfocarnos en las nuevas cadenas de valor porque Mercosur tiene oportunidades en recursos naturales, alimentos y conocimiento, que podrÃan recibir una corriente de exportación muy importante que traerÃan inversión y empleo. Tenemos que trabajar para cerrar brechas y enfocarnos en estos dos textos de cadenas de valor y cooperación puede lograr que el acuerdo se concrete", concluyen.
El optimismo de Brasil, con el que coincide Argentina, para tener un acuerdo más concreto en diciembre se le sume la cumbre Celac-Unión Europea que se realizará en Bélgica el próximo 17 de julio. El objetivo es que las presidencias pro-tempore de Brasil y España aceleren los tiempos.
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Según pudo saber LPO, no será el tema central de la cumbre en Bélgica pero sà habrán reuniones bilaterales con la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen y el responsable de internacionales del bloque, Josep Borrell. Este último mantuvo un encuentro con embajadores latinoamericanos la semana pasada y defendió el fortalecimiento de los vÃnculos regionales trasatlántico.
"Si hay alguien que pueda hacer que Bruselas acepte las condiciones de Mercosur y se avance, esa persona es Borrell", reconoció uno de los presentes en esa conversación.
Por último, en cancillerÃa destacan que en 2022, el comercio total en el Mercosur aumentó un 48 por ciento respecto del año anterior, mientras que el intra-Mercosur creció un 38 por ciento. "Fue un récord histórico y absoluto", celebraron.
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- 104/07/2310:28Expliquen bien que el "acuerdo" es producción industrial europea versus productos primarios sudacas con todo el piripipí normativo obviamente en beneficio excusivo de las multis europeas, lo gracioso es que aún si lo llegaran a firmar será en la práctica incumplible.