En el gobierno celebran la cumbre de cancilleres del Mercosur que se celebró el miércoles en Asunción. Era la primera prueba de fuego para la presidencia pro témpore del bloque que este semestre recae en Paraguay. Santiago Peña y Rubén Ramírez Lezcano no solo consiguieron meter en la agenda del Mercosur los temas que le interesan para estos meses, sino que lograron acercar a Argentina y Brasil.
Lezcano se anotó un doble triunfo. Por un lado, el ministro de Exteriores terminó la reunión con el apoyo para avanzar en un acuerdo de libre comercio con Emiratos Árabes Unidos, en el giro hacia Medio Oriente y el Sudeste Asiático que proyecta para este año, y la promesa de Diana Mondino de rever el monto del peaje que deben pagar las embarcaciones paraguayas que pasan por la hidrovía Paraná-Paraguay y que generó fricciones con el gobierno de Alberto Fernández.
Mondino dice que Paraguay "tiene que pagar" por la hidrovía, pero pide fijar una nueva tarifa
El tratado con los emiratíes contempla fondos para desarrollar el corredor bioceánico, que conectará el Pacífico y el Atlántico. En diciembre, durante la COP28, Peña firmó una declaración conjunta con los representantes de Argentina, Brasil, Chile y EAU para impulsar el proyecto. En la reunión privada que mantuvo Lezcano con su par de Uruguay, Omar Paganini, surgió el compromiso de darle impulso a la infraestructura regional para fomentar la conectividad y las exportaciones.
En el caso de la hidrovía, el gobierno de Peña reconoció que tendrá que seguir pagando el peaje, pero ahora se esperanza con alcanzar una rebaja. Mondino dejó en claro que el cobro se mantendrá luego de revisar la tarifa, como adelantó en exclusiva a LPO. Sin embargo, en Asunción ya notan la sintonía con el gobierno de Javier Milei. Pese a los reparos sobre el peaje y las negociaciones con la UE -Mondino dijo que primero se tienen que definir los términos en que se concreta la apertura hacia el mercado europeo-, Argentina acompañará al Mercosur.
Peña temía que su misión de mediador no bastara para acercar a los socios más grandes del bloque, cuya relación a nivel de presidentes está virtualmente rota, pero el gobierno hizo un fino equilibrio para compensar a las partes. Brasil conduce en estos momentos las conversaciones con los europeos para cerrar el acuerdo y Lula da Silva recibirá a Emmanuel Macron, escéptico sobre las condiciones, en marzo. El encuentro entre Mondino y el canciller brasileño Mauro Vieira fue cordial, según fuentes que participaron de la cumbre en el Palacio Benigno López y Mburuvicha Róga, y el apoyo fue explícito.
El gobierno paraguayo se resistió a continuar las negociaciones, pero Lula le confió a Peña que valía la pena concluirlo. El presidente cedió y además dio luz verde a las conversaciones con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), conformado por Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza -países al margen de la UE-, que también liderará Brasil, si bien Lezcano no dará marcha atrás en el acercamiento con Asia.
Mientras Mondino retrasaba su llegada a Asunción por el paro general en Argentina -cruzó a Paraguay desde Formosa en auto-, Vieira se reunió el martes por la noche con Peña, como pudo saber este medio, y le insistió para no abandonar la línea europea y, sobre todo, ayudarlo a distender la relación con Argentina. Uruguay también es parte del plan para recomponer el vínculo entre argentinos y brasileños al interior del bloque.
En la estrategia de Peña y Lezcano, Paraguay guiará al Mercosur en los temas de integración física, desarrollo de conectividad y nuevos mercados, mientras que Brasil seguirá con su apuesta por la UE -un logro que Lula está ansioso por concretar- que, de manera indirecta, puede acercarlo a Argentina. En Cancillería creen que es un primer paso auspicioso y confían en mantener ese equilibrio.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.
Sugestiva reunión entre Ostfield y Peña a un día del encuentro de cancilleres del Mercosur
Giménez pide a la UE que se abra a la exportaciones, pero UGP denuncia que están metiendo exigencias "por la ventana"
dicen que las condiciones de la UE son una mochila para las empresas.