El ministro de Justicia de Brasil, Flavio Dino, aseguró que el gobierno de Lula tiene pensado revisar la adhesión a la Corte Penal Internacional (CPI), con sede en La Haya, PaÃses Bajos. La declaración se produjo luego de que el ministro fuera consultado sobre las declaraciones de Lula de que el presidente ruso, Vladimir Putin, no serÃa arrestado si viniera a Brasil.
En marzo, la CPI emitió órdenes de arresto contra el lÃder ruso por crÃmenes de guerra y por eso, no asistió a la Cumbre del G20 en India y a la de los BRICS en Sudáfrica, por el riesgo de ser detenido si abandona el paÃs. Como signatario del acuerdo que creó el tribunal, Brasil deberá cumplir las órdenes si el presidente ruso viniera al paÃs.
Sin embargo, Dino afirmó que paÃses "importantes" no se unieron al organismo. "El presidente Lula advirtió correctamente que hay un desequilibrio en el que algunos paÃses se adhieren a la jurisdicción de la Corte Penal Internacional y otros no, como Estados Unidos, China y otros paÃses importantes", sostuvo el funcionario.
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"Podemos revisar la adhesión a este acuerdo, ya que no habÃa igualdad entre las naciones. Fue una advertencia que hizo el presidente. Está claro que la diplomacia brasileña sabrá evaluar eso", agregó. El ministro reforzó que un "desequilibrio" podrÃa resultar en la imposición de la voluntad de unos paÃses a otros.
El ministro, que también suena para ocupar una vacante en la Corte Suprema de Brasil, panteonero que "la Corte Penal Internacional pertenece a algunas naciones, no a todas. Y esta es la advertencia que hizo el presidente, respecto a la necesidad de igualdad entre los paÃses. En otras palabras: o todos se suman, o no tiene sentido que una corte sea juzgar sólo a unos y no a otros".
El titular de Justicia afirmó que una eventual detención de Putin serÃa una "decisión de carácter polÃtico". "SerÃa necesario que se diera esta situación para que se pueda analizar si se ha cumplido o no con este tratado internacional ante esta circunstancia concreta en la que grandes paÃses del planeta no se han adherido a la CPI", puntualizó y sugirió que todos los paÃses dentro del ámbito de la Organización de Naciones Unidas (ONU) deberÃan volver a discutir el Estatuto de Roma, que estableció la creación de la corte, "para buscar la igualdad".
Lula habÃa dicho en diálogo con la prensa en India: "Creo que Putin puede ir fácilmente a Brasil. Lo que puedo decir es que si yo soy presidente de Brasil y él viene a Brasil, no hay manera de que lo arresten". Un dÃa después, se arrepintió y respondió. "No sé si el sistema de Justicia brasileño lo detendrá. Depende del sistema de Justicia decidir, no del Gobierno". No obstante, dejo el interrogante que encuadra la declaración de su ministro: "Quiero saber por qué somos miembros (de la CPI) y no Estados Unidos, ni Rusia, ni India, ni China. No digo que voy a dejar la Corte, sólo quiero saber por qué Brasil es signatario del estatuto de la CPI".
El profesor de Derecho Constitucional de la Universidad de Santa Catarina, Claudio Ladeira, dijo ante la consulta de LPO que "en términos prácticos, dudo que el gobierno avance con la propuesta. PodrÃa estar equivocado, pero probablemente estén "jugando para la multitud". "Además, con esto Dino también demuestra una vez más lealtad a Lula, alejando al presidente del blanco de las crÃticas (ya que mencionó la idea de invitar a Putin a venir a Brasil)", apuntó.
El jurista sostuvo que "la aparente hegemonÃa del discurso liberal es notable, no sólo en los medios de comunicación, sino en muchos sectores de la izquierda, que tratan la discusión sobre la permanencia en la CPI como una cuestión de "principio moral". Y fue entonces cuando Estados Unidos, potencia históricamente responsable de violaciones de derechos humanos aquà en América Latina, no firmó el tratado".
"De todos modos, la reacción aquÃ, incluso en los cÃrculos de izquierda, ha sido "histérica". Al parecer, tener en cuenta las cuestiones geopolÃticas en el ámbito de las relaciones internacionales se ha convertido en algo de dinosaurios. Lo correcto es aceptar limitaciones a la soberanÃa nacional sin más discusión, preferiblemente en beneficio de las instituciones internacionales sobre las cuales Estados Unidos ejerce una influencia obvia (incluso cuando no es signatario)", concluyó.
Por su parte, una alta fuente del ministerio de Justicia consultadas por LPO confirman que la declaración de Dino es "un gesto a Putin y una muestra de autonomÃa ante Estados Unidos".
De todas formas, en los cÃrculos de la cancillerÃa brasileña hay preocupación por este tipo de exabruptos. Como adelantó LPO, Lula no logra encontrar en la polÃtica exterior, la centralidad que imaginaba para diferenciarse del aislacionismo de Bolsonaro.
Fronteras adentro, Lula ha logrado encarrillar su gobierno, mejorar notoriamente su imagen (se ubica en el 50 por ciento y creciendo) y forjó una audaz alianza con los grupos conservadores del Congreso. Sin embargo, en el terreno global continúan los pasos erráticos y confusos. No logró ser mediador en la guerra entre Ucrania y Rusia, impulsó la desdolarización del comercio en su visita a China elevando al máximo la tensión con Estados Unidos que lo sostuvo ante la ofensiva del bolsonarismo, generó un frente interno por la desmedida bienvenida a Nicolás Maduro y ahora tensa la cuerda desafiando a la Corte Internacional al invitar a Putin a la cumbre del G20 del año que viene.
"Lula es un comunicador serial, a veces lo hace bien, a veces mal. Esta declaración es desafortunado y nos expone de forma innecesaria con algo que no está en los planes cambiar bajo ningún puto de vista", reconoce un diplomático brasileño.
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