Un país sin un sistema de inteligencia eficiente es un actor estatal indefenso contra las amenazas y riesgos presentes y futuros. En un contexto global de rivalidades crecientes y disputas geopolíticas entre naciones, el rol de los servicios de inteligencia es cada vez más relevante. Informar y enriquecer la comprensión de las autoridades sobre asuntos de naturaleza estratégica y desarrollar un enfoque de anticipación que permita detectar riesgos emergentes e identificar las oportunidades del entorno constituyen objetivos esenciales a los que la inteligencia contribuye. La Argentina debe iniciar una nueva etapa en materia de inteligencia a partir del rediseño de su andamiaje institucional y, fundamentalmente, de su funcionamiento interno, de sus procedimientos, prácticas y rutinas altamente burocratizadas; priorizando en la nueva etapa un enfoque que incorpore la actividad de inteligencia a la "Estrategia Nacional", como uno de los instrumentos más valiosos en su desarrollo. Ningún Estado ha renunciado a disponer de un servicio de inteligencia profesional y eficaz para alcanzar sus intereses nacionales.

El nuevo escenario impone superar la situación de desorientación estratégica que actualmente padece la inteligencia argentina. Dar un paso en esa dirección requiere, en primer lugar, formular una "Estrategia Nacional" que oriente, en un sentido político, todo el esfuerzo institucional - operativo de la inteligencia hacia un futuro deseado. ¿Dónde estamos?. ¿Dónde queremos estar?. Las respuestas a estos interrogantes básicos nos permiten establecer un mínimo orden y correlación entre los fines que se proponen, los medios y recursos disponibles para alcanzarlos y los procedimientos a través de los cuales desarrollar con eficiencia la actividad (dinámica funcional). Asumir que nos encontramos inmersos en un período de desorientación estrateica en materia de inteligencia es clave. Quien asuma la conducción político-estratégica deberá procurar una salida que nos permita superar una larga fase de sinsabores y desaciertos que, a lo largo de los últimos 40 años, han ido socavando silenciosamente la calidad institucional de nuestra democracia.

La transformación a encarar no puede agotarse en el diseño normativo, pues las normas legales que no se sustentan en concepciones político estratégicas más amplias no producen transformaciones de fondo, y sólo dan lugar a pequeñas modificaciones de carácter adaptativo sin alterar las rutinas, los hábitos y las prácticas institucionales más relevantes.

La inteligencia argentina debe tener una mirada más comprehensiva de las problemáticas y los retos del contexto actual, incorporando a su sistema institucional nuevos actores, actualizando toda su doctrina y procedimientos operativos, y, fundamentalmente, formando profesionales altamente calificados para la tarea. Esa nueva mirada debe ser superadora del actual enfoque que circunscribe la labor de inteligencia al conjunto de las problemáticas específicas de la defensa nacional y la seguridad interior, para incorporar como nuevas prioridades de la actividad cuestiones vinculadas a la promoción de los intereses de las empresas nacionales en el extranjero, la protección de los sectores estratégicos en función de los cuales se asienta el potencial productivo argentino y el resguardo de la información y los datos sensibles vinculados al ejercicio efectivo de las capacidades estatales.

El nuevo diseño de la inteligencia sólo puede surgir como un producto derivado de un previo ejercicio de apreciación de la situación nacional en sus dimensiones político-institucional, económico-financiera, productiva-comercial, científico-tecnológica y del estado de las relaciones y vínculos diplomáticos con los países de interés.

Una adecuada apreciación de la situación estratégica en cada una de las dimensiones señaladas debe complementarse con un enfoque de futuro, prospectivo, que nos permita proyectar nuestro horizonte deseado. La "Estrategia Nacional" coordina todos los instrumentos del estado y sus recursos de poder con la finalidad de alcanzar el horizonte de futuro proyectado.

Estrategia Nacional

Ordenamiento de nuestros fines a alcanzar ("visión") y los medios y recursos razonablemente disponibles para ello. Requiere de un ejercicio de planificación.

Conducción estratégica

Proyecto político, liderazgo y despliegue de fuerza política en procura de gobernabilidad.

Decisión estratégica

Ejecución dinámica de la Estrategia propuesta en el marco temporal establecido, apoyada por la elaboración de inteligencia como insumo para la formulación de nuestros objetivos y para la ejecución de la acción política en escenarios signados por la incertidumbre y la oposición de otras fuerzas o actores políticos.

Un sistema de inteligencia enteramente acoplado a la "Estrategia Nacional" es una de las herramientas más valiosas de quien tiene a su cargo la conducción política y esratégica del más alto nivel. La inteligencia informa al Presidente, de forma reservada, sobre asuntos de naturaleza estratégica para favorecer con su aporte la necesaria flexibilidad en el proceso de toma de decisiones en contextos signados por la incertidumbre y la disputa de intereses contrapuestos. La información recopilada y el conocimiento elaborado a través del ‘ciclo de inteligencia' garantiza la eliminación de todo sesgo, pues en su dinámica la promoción del interés nacional es la guía de todo el proceso. Cuanto más institucional es la Agencia de Inteligencia más oportuna y confiable es la información producida y un menor flanco de ataque se abre a la oposición. Reducir el espectro de ataque mejora la elasticidad de las políticas en otras áreas de la administración. Clarificar estas cuestiones básicas es un pilar fundamental en el proceso de construcción y progresivo fortalecimiento de un nuevo sistema institucional de inteligencia, pues lo pone a resguardo de su utilización indebida en tareas ajenas a su finalidad y que terminan por socavar las bases de su credibilidad y necesario prestigio institucional.

Para lograr el máximo de su capacidad operativa y analítica, nuestro sistema de inteligencia debe organizarse asegurando la centralización del flujo informativo, la sincronización y coordinación de los recursos y las competencias de todos los organismos que forman parte del mismo. La disposición colaborativa de las agencias del Estado es clave para alcanzar el mayor beneficio del esfuerzo de inteligencia nacional. Las reformas más recientes introducidas en el mundo en esta materia se orientan al fortalecimiento de los mecanismos de colaboración activa entre los organismos y agencias del sistema de inteligencia, integrando sus actividades y evitando la fragmentación del sistema. Se trata de establecer una dinámica de cooperación mutua constante, desplegada bajo una instancia de dirección superior encargada, fundamentalmente, de establecer las prioridades, planificar los recursos y asegurar que las actividades de inteligencia se desarrollen de modo sincronizado y armónico, en función de dar respuesta a los objetivos de la "Estrategia Nacional". Una nueva dinámica funcional requiere:

1.- Identificar aquellos organismos que deben formar parte de la "comunidad de inteligencia", sobre la base de una necesaria ampliación de la perspectiva que circunscribe la actividad de inteligencia a los asuntos de seguridad y defensa, puesto que el nuevo sistema de inteligencia debe proyectarse hacia una activa promoción de los intereses argentinos en el exterior. Una de las tareas esenciales del sistema de inteligencia nacional es proteger a las principales empresas argentinas de las amenazas que provienen de un entorno competitivo, interconectado y cambiante. Nuestra capacidad de influencia se manifiesta también en la dimensión de nuestras fortalezas económico - productivas, y la protección de la información como recurso estratégico es un insumo clave para la competitividad de los actores económicos nacionales. Los intereses de las grandes empresas nacionales deben ser asumidos como un asunto estratégico para el Estado, especialmente si estas cuentan con algún tipo de participación estatal, o bien, pertenecen a sectores de especial relevancia, tales como energía, defensa, alimentos y otros. La actividad de los organismos que integran el sistema de inteligencia nacional debe desplegarse activamente en apoyo de esos intereses. Proteger y apoyar a los actores económicos y a los sectores estratégicos nacionales implica una labor de vigilancia activa, de seguimiento metódico y de evaluación permanente de las amenazas que puedan afectarlos, especialmente si estas provienen de la acción deliberada de otros actores foráneos que procuran influir negativamente en su desempeño, afectar el funcionamiento de la economía nacional, o bien, provocar deliberadamente situaciones de dependencia estratégica y vulnerabilidad. En un contexto global de competencia por el acceso y el dominio de los mercados, favorecer el desempeño de las empresas y sectores estratégicos nacionales se convierte en un asunto de primera necesidad. La información es un recurso vital. La capacidad de acceder en tiempo y forma a la información y los recursos que puedan emplearse en su procesamiento y utilización en contextos de rivalidad y competencia otorga a los actores económicos ventajas decisivas. Los organismos que forman parte de la "comunidad de inteligencia" se encuentran funcionalmente coordinados entre sí, y cooperan plenamente en procura de garantizar un intercambio oportuno de información para obtener el máximo beneficio del esfuerzo de inteligencia.

2.- Definir los roles asignados a cada uno de los componentes y el tipo de relaciones funcionales que ordenan el desarrollo de la actividad, priorizando el establecimiento de una dirección superior centralizada que fije el programa y los objetivos de inteligencia a alcanzar, se asegure una disposición colaborativa permanente de todas las áreas del estado en función del programa y los objetivos de inteligencia definidos y, finalmente, supervise activamente el cumplimiento de las metas sectoriales que sean asignadas a cada uno de los componentes de la "comunidad de inteligencia". La "comunidad de inteligencia" es el ámbito interinstitucional de coordinación de todos los organismos componentes del sistema, operando bajo el principio de la colaboración mutua constante. La Agencia Federal de Inteligencia será la instancia responsable de dirigir todo el esfuerzo operacional por parte de la "comunidad de inteligencia".

3.- Definir la dimensión organizacional que resulte adecuada para la instancia de dirección superior centralizada en función de los objetivos del programa de inteligencia aprobado, propiciando un diseño orgánico por núcleos temáticos principales, a saber:

a) un área abocada a la contrainteligencia y/o contraespionaje, responsable de la detección y neutralización de las acciones y amenazas provenientes de servicios de inteligencia de otros estados dirigidas contra nuestros intereses nacionales estratégicos, incluyendo el desarrollo de actividades tendientes a prevenir el espionaje sobre sectores de la industria y/o las empresas argentinas considerados estratégicos por su relevancia (energía, alimentos, defensa, etc.). La labor de contrainteligencia se desarrollará considerando: i) la necesidad de proteger los activos del sistema de inteligencia argentino, de sus informaciones, bases de datos, tecnologías y, fundamentalmente, de su personal; y ii) la defensa de los intereses de las principales empresas argentinas en el exterior, sean de carácter públicas y/o privadas, conforme su relevancia estratégica, incluyendo la realización de actividades de contraespionaje en el propio territorio para evitar que las mismas puedan resultar perjudicadas por sus competidoras.

b) un área altamente especializada en la elaboración de conocimiento relativo al fenómeno del terrorismo internacional, sus principales organizaciones, métodos de actuación, formas de financiamiento de las actividades y actos terroristas, esquemas de captación y difusión de la propaganda terrorista, análisis de sus conexiones en el ámbito regional, uso de plataformas digitales en procesos de radicalización, etc.

c) un área de ciberinteligencia abocada al análisis de los riesgos y amenazas a las infraestructuras vinculadas a las tecnologías de la información y las comunicaciones que puedan afectar las capacidades y el funcionamiento habitual de la organización estatal. La protección de equipos, redes, aplicaciones de software, sistemas críticos y datos de posibles amenazas digitales es un pilar esencial de toda la actividad de inteligencia. El incremento del uso y dependencia de las nuevas tecnologías por parte de los Estados genera mayores vulnerabilidades y debilidades, potencialmente explotables tanto por el crimen organizado y los grupos terroristas, así como por otras potencias extranjeras a través de procedimientos de ‘guerra híbrida'.

d) un área abocada centralmente a la obtención de información de inteligencia en el exterior del país, asegurando que el despliegue externo se ordene en función de asignar prioridad a determinadas áreas geográficas - sudamérica, norteamérica, europa occidental, europa oriental, norte de áfrica, medio-oriente y región asiática - y países de interés, cuyos destinos serán asignados a personal especialmente calificado para la tarea específica asignada en cada uno de los países de destino.

e) un área de formación, capacitación contínua y entrenamiento operativo del personal de inteligencia, priorizando la integración de todo el andamiaje institucional académico - formativo existente en el ámbito público estatal, en articulación con las universidades y centros de formación privados, en función de contar con un plantel de profesionales formados en los siguientes núcleos temáticos:

1) legal-institucional.

2) técnico-profesional, con especialización en: (a) técnicas y procesos de obtención de información de inteligencia, (b) técnicas de sistematización y análisis de información, (c) métodos de planeamiento de las actividades de inteligencia.

3) ética-profesional.

4.- Elaboración de las previsiones presupuestarias tendientes a solventar adecuadamente el desarrollo de las actividades de inteligencia programadas en apoyo a la Estrategia Nacional, incluyendo los recursos económicos y financieros necesarios para poner en marcha un proceso de renovación edilicia y reequipamiento tecnológico. El desarrollo eficiente de las labores de inteligencia requiere de una readecuación integral de toda la infraestructura edilicia existente, dado que su conformación actual resulta disfuncional en términos operacionales y de seguridad.

5.- Revisión de los mecanismos de control y evaluación del desempeño institucional del sistema de inteligencia, consolidando el rol del Congreso en la ejecución responsable de la supervisión de la actividad de inteligencia como herramienta de la "Estrategia Nacional".

La capacidad de reunir información en el exterior es un indicador clave de la fortaleza del sistema de inteligencia. La información de inteligencia oportuna favorece el desarrollo de enfoques de anticipación ante riesgos emergentes y potenciales que puedan afectar los intereses argentinos, especialmente cuando estos puedan originarse más allá de las fronteras soberanas. Más aún, en las actuales circunstancias por las que atraviesa el mundo, con el recrudecimiento de la disputa violenta en el Medio Oriente y Europa, la profundización de la competencia geopolítica entre actores estratégicos globales provistos de arsenal nuclear y la emergencia de un incipiente proceso de transición de poder en el sistema internacional, la necesidad de establecer y perfeccionar nuestros procedimientos de obtención de información de inteligencia en el exterior se torna prioritaria. Nuestras capacidades de reunión en el exterior deberán consolidarse en función tanto del despliegue de personal de inteligencia en los países de interés, como también en el desarrollo de habilidades y procedimientos específicos destinados a identificar y captar información valiosa empleando dispositivos y tecnologías de vanguardia.

Una comprensión profunda de cada uno de los países de interés, de sus líderes principales, de sus alianzas y posicionamiento en el plano internacional, y un monitoreo sistemático de los sucesos más relevantes en el plano global nos aporta conocimiento de anticipación y posibilita flexibilidad de respuesta y adaptación en función de nuestros intereses estratégicos. El carácter reservado y sigiloso de las labores propias de la actividad de inteligencia desarrollada en el exterior, adecuadamente orientadas y dirigidas, ofrecen un valioso e insustituible aporte a la conducción de la "Estrategia Nacional".

En el plano regional de cercanía, la inteligencia debe contribuir a incrementar la influencia de la Argentina en el espacio geográfico de pertenencia, a velar por el balance y la estabilidad regional, y a detectar situaciones de crisis que puedan proyectar sus efectos negativos sobre nuestro territorio. En su carácter de ‘nación marítima', la Argentina debe asumir que sus intereses proyectados sobre los espacios marítimos soberanos constituyen un objetivo estratégico nacional. Por ello, la orientación del esfuerzo de inteligencia a desarrollar en el plano regional deberá incluir los siguientes temas de interés:

1.- Minucioso seguimiento de los vínculos que los países vecinos mantienen con el Reino Unido, incluyendo las iniciativas que desarrollan con las naciones que conforman la Mancomunidad de Naciones; procurando advertir situaciones, sucesos o escenarios perjudiciales para los intereses de la Argentina en su reclamo soberano por las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y los espacios marítimos circundantes.

2.- Relevamiento de las iniciativas destinadas a desarrollar infraestructuras de conexión bioceánica que puedan afectar negativamente la integración de la producción argentina a los circuitos comerciales con salida a los mercados del Pacífico.

3.- Proyección marítima argentina, espacio de la Cuenca del Plata e intereses comunes sobre el eje de la Hidrovía Paraná - Paraguay, seguimiento de los acontecimientos vinculados a los cursos de agua compartidos y las infraestructuras existentes en su curso (represas, puertos y puentes).

4.- Monitoreo de actores políticos que alientan dinámicas de desestructuración de las unidades territoriales nacionales impulsadas en el marco de iniciativas etno-regionalistas, particularmente las desplegadas sobre el cordón andino protagonizadas por grupos y poblaciones originarias.

5.- Actualización permanente del cuadro de situación en materia de criminalidad organizada, narcotráfico y terrorismo y su incidencia y conexiones en el plano regional y local.

6.- Influencia de actores extra regionales en países vecinos, procurando detectar situaciones potenciales o maniobras orientadas a desestabilizar la región.

7.- Proyección de los intereses de países vecinos sobre el Sector Antártico Argentino, especialmente en iniciativas que se desarrollen en asociación con potencias extra regionales y, fundamentalmente, con el Reino Unido y sus aliados en el plano global.

La actividad de inteligencia en el exterior comprende no sólo el esfuerzo dirigido al plano regional sino fundamentalmente el despliegue de recursos en otras áreas geográficas de relevancia para la Argentina. La Inteligencia a desarrollar más allá del plano regional debe ordenarse en función de nuestros intereses y desarrollarse conforme los actores de interés (países), y las dinámicas específicas de las áreas y espacios geográficos que a continuación se mencionan:

1. América del Norte y Central, área geográfica de interés inmediato del actor estratégico principal, los Estados Unidos, que conserva el rol de potencia hemisférica y global, y cuyas alianzas y conflictos resultan claves para la política exterior de la Argentina. El esfuerzo de inteligencia desplegado en aquel país es clave, puesto que además de su relevancia estratégica global, tienen asiento en su territorio diversos organismos del sistema internacional y otros de carácter multilateral (caso, Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, y otros), y cuenta con uno de los centros de poder financiero global más importante en la ciudad de Nueva York. Esta particularidad asegura la presencia de un número considerable de representantes y diplomáticos de casi todos los países del mundo, ofreciendo una oportunidad inédita para la labor de recolección de información de inteligencia in situ.

2. Europa Occidental y la pérdida de influencia de los actores europeos del centro continental -Francia y Alemania- con un progresivo desplazamiento del eje de poder hacia los países situados en el anillo externo de la península europea, particularmente luego de la profundización del conflicto armado entre la Federación de Rusia y Ucrania; con mayor protagonismo de países como Polonia y los Países Escandinavos en el norte, y el Reino de España, Italia y Grecia en el frente del Mediterraneo.

3. Europa Oriental, espacio geográfico de interés estratégico a partir del enfrentamiento armado entre la Federación de Rusia y Ucrania, de impacto global y manifestación multidimensional por las consecuencias en: i) precios de los alimentos, ii) precios de la energía, iii) realineamientos geopolíticos, iv) guerra híbrida y doctrina operacional, y v) proceso de ampliación de la OTAN y redefinición de su concepto estratégico.

4. África, con énfasis en el seguimiento de la situación político institucional en los países mediterráneos del norte de África con los cuales Argentina mantiene estrechos vínculos en materia de comercio internacional con saldo favorable al país y con potencialidad de ampliación de los intercambios. Sus disputas de relevancia impactan sobre escenarios de interés para la Argentina, tales como el Océano Atlántico con la cuestión del Sahara Occidental y las disputadas en torno a la situación en Libia. Todo ello, con fuerte impacto sobre el Mediterráneo y la cuestión de los suministros energéticos. La importancia estratégica de Sudáfrica, principal socio comercial del África Subsahariana, con quien compartimos la responsabilidad del control del Atlántico Sur. Por otro lado, la elaboración de inteligencia tendrá como finalidad el monitoreo de las dinámicas recurrentes de desestabilización en el Cuerno de África y su impacto sobre una de las áreas más relevantes para el comercio marítimo internacional. La presencia de organizaciones terrorismo que manifiestan su apoyo a la yihad global constituye, asimismo, un asunto de interés en materia de inteligencia.

5. Medio Oriente, en el Medio Oriente conviven conflictos y guerras de carácter intra árabes, como la de Siria, e intra religiosas, como las de Yemen contra Arabia Saudita, y otros conflictos de impacto global como el enfrentamiento entre palestinos e israelíes en los territorios de Gaza y Cisjordania. Por ello, la compleja reconfiguración del escenario de Medio Oriente impone una renovación de las categorías de análisis empleadas hasta hace poco. Las influencias de Arabia Saudita, Israel, Turquía, Irán y Egipto como partícipes territoriales; la constante resistencia de los pueblos sin estado como los kurdos y palestinos; la renovada presencia regional de Rusia protegiendo el régimen de Bashar al-Asad en Siria y consolidando un alianza con Turquía de enorme importancia geopolítica, hacen de la región el centro gravitatorio del balance mundial.

6. Asia-Oceanía, sobre este espacio geográfico se asienta el nudo del conflicto y la disputa estratégica entre China y los Estados Unidos. El extraordinario y sostenido crecimiento de China la proyecta más allá de la región, convirtiéndola en un jugador geoestratégico desafiante del orden global liderado por los Estados Unidos. China es una potencia dinamizadora. Su ambición de proyección global se desarrolla, de momento, según un modelo de no confrontación directa, de utilización de la arquitectura del sistema internacional - en sus dimensiones política, económica y comercial - para operar desde allí, en tono revisionista, en función de moldear su ambición de convertirse en una potencial global. Para China, la protección de sus líneas marítimas de comunicación es una prioridad de primer orden. La expresión que utilizara el entonces presidente Hu Jintao al referirse al "dilema de Malaca" constituye una muestra clara de los temores de China respecto de un eventual bloqueo de la vía principal de su comercio marítimo y del acceso de los suministros de la energía necesaria para la expansión de su economía. El dominio y la capacidad de defensa de ese espacio marítimo le asegura libertad de maniobra y protección de su espacio dinamizador del crecimiento en el que se asientan las ciudades más importantes del país. Por su parte, la presencia de China en el Océano Índico constituye una amenaza creciente para la India, que percibe a las aguas de dicho océano como parte de su territorio. La India es, al igual que China, un jugador geoestratégico en crecimiento, su población superó a la china, y sus aspiraciones e intereses confrontan con los de la República Popular de China, situación que favoreció la conformación de una alianza con los Estados Unidos, Australia y Japón destinada a asegurar el balance en la región.

7. Áreas marítimas de interés estratégico:

1) Estrechos y canales utilizados por el comercio marítimo mundial: Canal de Panamá, Canal de Suez, Estrecho de Malaca, Gibraltar, Bab el Mandab, Canal de Mozambique. La dinámica del comercio internacional y los costos de la logística asociados se vinculan estrechamente con la situación en los principales estrechos y canales utilizados como rutas de transporte marítimo.

2) Océano Glacial Ártico, como espacio estratégico en disputa creciente que incluye a la Federación de Rusia y los Estados Unidos.

3) Océano Atlántico, por formar parte vital de los intereses de la anglo-esfera, y fundamentalmente la porción del Atlántico Sur, como espacio de proyección natural de los intereses de la Argentina en materia de comercio internacional y por su incidencia en el ejercicio de la soberanía sobre todo su espacio territorial, incluyendo la proyección antártica.

4) Eje Mar Mediterráneo - Mar Egeo - Mar Negro - Mar de Azov, área estratégica de confluencia de los intereses de potencias como Rusia, Turquía, Francia, Italia, Reino Unido, Estados Unidos, España y Portugal.

5) Mar de la China Meridional, como espacio de proyección de los intereses marítimos de China en su progresiva consolidación como potencia naval de dimensión regional y global.

6) Espacio del Indo-Pacífico, como epicentro de la producción y el comercio global.

8. Otros espacios institucionales de relevancia para el esfuerzo de inteligencia en el exterior incluyen a:

1) Sistema de Naciones Unidas, espacio del multilateralismo por excelencia y campo de disputa de los intereses nacionales de todos sus protagonistas.

2) BRICS, por conformar un espacio desde el cual potenciar la participación de Argentina en el comercio mundial y en el acceso a inversiones productivas.

3) Unión Europea, como experiencia relevante de conformación de un espacio de gobierno supranacional y en su carácter de protagonista de alrededor del 15% del comercio mundial. El proceso político de salida del Reino Unido de la UE, conocido como "Brexit", constituye una prioridad de máximo nivel para la inteligencia argentina, dados los efectos económicos que dicha salida produjo sobre los vínculos comerciales del Reino Unido con países de nuestra región, y, en función de los efectos políticos que produjo en el plano político interno en países del Reino como Escocia, que procuran de forma recurrente avanzar en un proceso que busca alcanzar su independencia.

4) OTAN, fundamentalmente a partir del cambio de su concepto estratégico.

5) OEA, por constituirse en el foro político del hemisferio, donde están representados todos los países de las Américas.

6) QUAD, dada la relevancia estratégica que el "Diálogo de Seguridad Cuatrilateral" adquiere en la agenda de seguridad global para los Estados Unidos en el Pacífico en su disputa con China. Este espacio institucional busca el mayor compromiso de la India con la postura norteamericana vinculada a dicha disputa.

7) Organismos multilaterales de crédito: FMI y BM. La inteligencia argentina debe aportar las informaciones que pueda reunir como insumos a la estrategia de negociación con los organismos de crédito para favorecer su posición negociadora y evitar situaciones que amenacen el acceso sin condicionamiento del país al crédito internacional.