
El territorio maritimo del Mediterraneo encierra una multiplicidad de características singulares que determinan las políticas de las naciones para conservar o ampliar sus influencias |
Desde el incio del 2022 Europa está reducida a dos conflictos: a) el frente oriental con la guerra rusos-ucraniana, que afecta a la Europa del norte y central y ; b) el frente sur con la inestabilidad del Mar Mediterraneo como consecuencias derivadas de la primavera árabe, de la influencia de factores políticos-religiosos y la presencia de potencias extrarregionales (Rusia-China) que actúan en la región del Sahel, área de interés vital para Francia y en segundo orden para España. Este ultimo punto es el más relevante para los países del sur de Europa. El territorio maritimo del Mediterraneo encierra una multiplicidad de características singulares que determinan las políticas de las naciones para conservar o ampliar sus influencias. El cuadro de situación regional se manifiesta en nueve puntos de tensión:
La línea de separación del mundo cristiano y el musulman
La cuestión energética y la relevancia que toman los países del norte de África por estas circunstancias.
La proyección de Turquía y Rusia en el centro del Mediterraneo (Libia), incorporándose como actores a las disputas.
La Proyección marítima del conflicto entre Israel, Autoridad Nacional Palestina, Líbano y Hamás por las soberanía y control de las reservas de gas en el Mediterraneo Oriental.
El intra conflictos de los países árabes-musulmanes entre sí, que en el Mediterraneo Occidental se manifiesta entre Argelia-Mauritania- Marruecos y en el Oriental entre Egipto-Libia.
La tensión permanente entre Grecia-Turquía (ambos miembros de la OTAN) afectando el arco insular del Mediterraneo Oriental y debilitando la presencia uniforme de la alianza atlántica.
La histórica tensión entre Francia e Italia, sumado al malestar de Roma por la cuestión de Libia durante la primavera arabe.
La recuperación política de Egipto y sus influencia regional con la proyección maritima en el área de disputa.
La histórica presencia de EEUU y Gran Bretaña con bases militares, control del trafico maritimo e influencia política bicontinental.
A modo de perfilar los líderes europeos de la región del Mediterraneo como Meloni, Sanchez y Macron es necesario preguntarse si tienen una posición política común?. Es probable que no compartan un conjuntos de temas en la agenda, pero se evidencia que son concientes que la periferia europea esta adquiriendo una mayor relevancia que en el pasado. El conflicto de Rusia-Ucrania puso el foco en la esfera oriental de Europa, pero la solución se construye desde los contornos del continente.
Ahí radica la importancia y el sentido compartido de los países del sur de Europa y del norte de Africa tratando de construir una agenda común de cooperación.
Esta política en el sur de Europa es coincidente con el cambio de la estrategia de Washington de trasladar el peso y la carga del eje franco/alemán de la OTAN hacia la periferia regional. París y Berlín suelen tensionar su relación con Washington, quien responde fortaleciendo los bordes geográficos de su alianza. Es por ello que EEUU no solamente apoya económica, militar y diplomáticamente a Ucrania sino que también respalda la proyección de Italia hacia Libia, se propone bilateralizar la relación militar con Polonia, Bulgaria y Rumania, apoyar a España en su política hacia Marruecos e impulsar el equilibrio maritimo y aéreo en Mediterraneo Oriental por la disputa greco-turca. De esta manera construye un anillo externo de seguridad regional en el sur, aumentando su presencia militar, y garantizando la libre circulación del comercio por el Estrecho de Gibraltar y el Canal de Suez.
Africa y Europa son continentes bañados por las aguas del Mare Nostrum y tienen necesidades comunes para instrumentar políticas energéticas de beneficios mutuos que compensen el déficit en ese rubro derivado del conflicto entre Rusia-Ucrania. En esto hay un agregado determinante que es la presión de los EEUU para que Europa disminuya la dependencia en materia energética con Moscú.
En el caso que los lideres europeos logren imponer sus políticas, les alcanza para aumentar su relevancia en la UE y la OTAN?. Este es un interrogante que aún no tiene respuestas, pero hay indicios de la necesidad revitalizar una agenda estratégica que incluya el sur de Europa, no sin disputas tácticas entre los países que la promueven.
Para esta cuestión, es evidente que Italia tiene una consolidación política interna superior a la de España, inferior en influencia a la Francia, pero los tres mantienen, en el norte de Africa un desafio geopolítico relevante que les determina su influencia en los dos continentes.
La ruptura del equilibrio en el Mediterraneo Oriental, por la proyección de fuerzas de países, más allá de sus fronteras, es producto de dos variables que impactaron en la última década : a) El vacío de poder que dejó la "Primavera Arabe" en el norte de África y; b) El descubrimiento de importantes cuencas gasífera en el Mediterranio Oriental y las consecuentes disputas por el control de los yacimientos.
Por esta razón los gobiernos de los tres países en cuestion han llevado adelante acciones de emancipación proyectada al Mar Mediterraneo y al norte de África en materia de inversión energética que se está consolidando en el presente. Por lo tanto, todo desarrollo en materia de infraestructura regional tiene que ser protegida con mayores capacidades militares y de seguridad que es por donde se estan orientando las nuevas necesidades y medios para contemplar ese propósito.
Este cuadro de situación general requiere un desafio de los países europeos en el mantenimiento de una capacidad naval creíble, flexible y altamente proyectable que abarque todos los medios de empleo, tanto en formas convencionales como no convencionales de guerra, aprovechando al máximo las nuevas tecnologías para que puedan obtener una ventaja clara en el conocimiento del dominio marítimo y capacidad de intervenir si las circunstancias lo determinan. Todos los elementos de la disuasión militar tiene que estar alineados para que los objetivos definidos por la política, sean concretados.
Como todo espacio geográfico de comunicación intercontinental se torna nesesario conocer como van influir, este conjuntos de conflictos regionales, en la escala global. Por esa razón es oportuno preguntarse que capacidades tiene los países analizados para proyectarse en un espacio extrarregional?.
Para nuestro país lo que ocurre en el Mediterraneo no son acontecimientos lejanos. Argentina tiene cercania en materia cultural, lingüística, migratoria, económica y religiosa. A su vez los dos socios comerciales importantes como Egipto y Marruecos estan en la región. Conocer su situación interna y la proyección regional nos dará perspectiva en el vínculo político-económico.
Tambien las continuas escaramuzas entre Grecia y Turquía nos permiten conocer las nuevas formas de las disputas en el mar en cuanto a tecnología, dispositivos de armas y características de sus tácticas militares. La guerra en la estepa ucraniana nos brinda la información de como se llevan adelante combates en territorios topográficos planos. La inestabilidad política en los países al sur del Sahara nos muestra la intervención rusa en la retaguardia de regiones pertenecientes a la esfera de influencia de los EEUU y aliados. El entramado de intereses en el contorno de Europa pone el foco en la disputa entre todos los actores de primer orden, pero donde EEUU mantiene la posición de dominio en la zona.
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