El fin de semana, en Madrid, la ultraderecha española realizó su primer congreso de estudiantes para "extender su influencia" entre los más jóvenes. La actividad se llamó Campus ECR, sigla con la que se conoce al Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, que Vox integra de forma muy activa.
La "instrucción" a las nuevas generaciones incluyó, como eje principal, una tesis que Vox aboga y defiende en sus círculos más cerrados, pero que, hasta el momento, nunca puso entre los principales ítems de su agenda: el "reemplazo poblacional" que una "élite globalista" quiere plasmar en Europa para "destruir la civilización occidental".
Hasta este fin de semana, la teoría había sido lanzada, a la pasada y algo encubierta, en actos o disertaciones públicas de sus principales dirigentes. "Con su Plan 2050, Sánchez busca una agenda de sustitución poblacional. Quiere que entren anualmente en España entre 190.000 y 250.000 inmigrantes hasta 2050", dijo en mayo del año pasado Santiago Abascal, durante un mitin en Sevilla.
En febrero, la diputada nacional Rocío De Meer utilizó el término "sustitución poblacional" para criticar la política migratoria del gobierno de coalición. "Si metemos a 80 millones de nigerianos en Alemania no hacen Alemania, hacen Nigeria", lanzó en una comparecencia que despertó las críticas de la mayoría de los grupos parlamentarios.
Ahora, Jorge Buxadé, vicepresidente primero del partido, fue más allá. Aprovechó las tensiones de la guerra y la crisis que sufren las economías liberales para acusar a Bruselas de tener un plan para avanzar en una nueva fase de su "multiculturalismo".
"Existe una voluntad real en Bruselas de poner en marcha un reemplazo poblacional en Europa", denunció ante un auditorio plagado de estudiantes que tomaba apuntes y escuchaba en absoluto silencio.
Sánchez pronostica la "muerte de Europa" si gobernaran Salvini, Le Pen y Abascal
Para Vox, la Unión Europea es el "eje central" de un complot internacional orquestado por las élites políticas y económicas para importar millones de trabajadores de otros continentes para mezclarlos con las "razas europeas".
Laura Méndez es una investigadora y politóloga experta en yihadismo, terrorismo y extrema derecha, una de las voces más autorizadas de la academia española sobre lo que hay detrás de estos radicalizados discursos.
En diálogo con LPO, explica que la frase de Buxadé se inscribe en "la teoría del gran reemplazo o la gran sustitución" que tiene su origen en el libro del escritor francés Renaud Camus "La Grand Replacement", publicado en 2011.
Según esta tesis, "el enemigo a batir sería el multiculturalismo, que se expresaría en dos ejes: demográfico y cultural". Para Vox, hay una primera amenaza ligada a la "llegada de migrantes a suelo europeo, especialmente árabes y musulmanes, que traería como consecuencia la disminución de la población nativa y en último término su desaparición".
La segunda amenaza apunta a "cualquier gesto que suponga su visibilización", cualquier voz que ayude a imponer la "cultura y costumbres'' de estos migrantes y la consiguiente "anulación de las tradiciones europeas".
"Este discurso no se sostiene con los hechos, con la dirección y dimensión de los flujos migratorios internacionales, los datos demográficos y la hegemonía cultural en Europa. Tanto Vox como partidos sin representación y asociaciones neofascistas y neonazis de toda Europa, se estarían expresando en los mismos términos. En este sentido, sostienen sin aportar ninguna evidencia que existe una élite globalista (que identifican con el progresismo liberal) que estaría buscando destruir la civilización occidental: la Europa blanca y cristiana", explica Méndez.
La principal "amenaza" en esta teoría son los inmigrantes de África y Asia. "Hay una manifestación de un nativismo basado ya no tanto en el antisemitismo clásico sino en la islamofobia", detalla esta politóloga. "La amenaza, en menor medida, proviene también de América Latina, que Vox suple con la instrumentalización de incidentes violentos que protagonizan bandas latinas".
Lo peligroso, advierte Méndez, es que este "discurso nativista" puede "calar en la sociedad movilizando tanto a elementos ultranacionalistas como a votantes que experimentan miedo y ansiedad de cara al futuro, empobrecidos y desencantados con el sistema".
La guerra y su ya palpable impacto económico asoman como un señuelo perfecto en el afán de Vox de seducir a los colectivos que "se autoperciben perdedores de la globalización". Un ejemplo: los jóvenes estudiantes madrileños del Campus ECR.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.