
Pedro Sánchez pretende "normalizar" la relación polÃtica con el independentismo catalán en esta nueva legislatura. Esta semana anunció que tras la aprobación de la amnistÃa se reunirá cara a cara con el lÃder de Junts, Carles Puigdemont. Y este jueves se trasladó a Barcelona para reunirse con el president catalán, Pere Aragonès (ERC).
Sánchez necesita de los votos de estas dos formaciones para su gobernabilidad, de ahà la necesidad de afinar una relación distante con ERC en el anterior ciclo polÃtico y de construir un vÃnculo de cero con Junts, fuerza opositora hasta las elecciones de julio.
En este sentido, el lÃder del PSOE le tendió la mano a Aragonés. Dijo que su intención es negociar avances en el "autogobierno" de Cataluña y que hay un "espacio intermedio" entre la exigencia de máxima del independentismo (el referéndum) y "quedarnos como estamos".
En ese terreno intermedio, admitió que "todo se puede estudiar", incluidas mejoras en la financiación, como piden las fuerzas catalanes. El socialista aseguró que intentará que el traspaso de RodalÃes (trenes de CercanÃas) a la Generalitat quede completado esta legislatura.
Sánchez confirma que se reunirá con Puigdemont después de aprobar la amnistÃa
Eso sÃ, Sánchez lanzó un claro mensaje sobre la autodeterminación. "Si los independentistas solo hablan de referéndum, es muy difÃcil avanzar. Lo que estamos dispuestos es a hablar del refuerzo del autogobierno de Cataluña, de dotar de más competencias a un territorio como el catalán. El independentismo vincula amnistÃa y referéndum. Ponemos el contador a cero con la amnistÃa, pero no la memoria. El referéndum es la propuesta de máximos del independentismo, pero desde el punto de vista material no cabe en la Constitución y no resuelve el problema polÃtico", aclaró.
Y agregó: "En ninguna Constitución del mundo cabe la secesión o segregación de una parte del Estado, pero podemos encontrar un espacio para avanzar en un nuevo acuerdo que refuerce el autogobierno de Catalunya".
También fue tajante en su rechazo al pedido de ERC y Junts -no contemplado en el acuerdo de investidura- de que los jueces acusado de "lawfare" (persecución judicial por motivos polÃticos) puedan comparecer en el Congreso.
"No estamos de acuerdo y no procede que jueces vayan a las comisiones de investigación del Congreso", dijo Sánchez al ser consultado por este tema.
En cuanto a los guiños al independentismo, el presidente de Gobierno se jactó de haber "rehabilitado a lÃderes que han permanecido ajenos a la polÃtica", en clara referencia a Puigdemont.
Aprovechó su visita a Barcelona para admitir públicamente que en su agenda está la reunión con el por ahora dirigente exiliado.
"Lo lógico es que (el encuentro) sea después de la ley de amnistÃa, tanto con Puigdemont como con Oriol Junqueras. No tiene por qué ser inmediatamente después de que se publique en el BOE, pero sÃ, lo razonable es que cuando el poder legislativo vote, se produzcan las reuniones", reconoció.
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