
El Gobierno de coalición -una experiencia inédita en la polÃtica española- ha estado muchas veces al borde de la cornisa. Los tirones y los ruidos han marcado la relación del PSOE con sus socios parlamentarios desde la investidura misma (7 de enero de 2020). Una foto de estos permanentes recelos: el Ejecutivo ha necesitado de la equivocación de un diputado del PP para aprobar la Reforma Laboral -normativa clave de su hoja legislativa- tras recibir la espalda de varios aliados.
Sin embargo, a semanas de entrar en un año electoral, Pedro Sánchez ha logrado lo impensado, un elevadÃsimo apoyo parlamentario, el más alto desde que está en el cargo. El proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado de 2023 ha salido adelante con 187 apoyos, veinte más que en la votación de investidura.
La normativa ha sido aprobada con los votos del PSOE (120) Unidas Podemos (33), ERC (13), PNV (seis), EH Bildu (cinco), PDeCAT (cuatro), Coalición Canaria (dos), Más PaÃs (dos). El Congreso no registraba una mayorÃa asà desde la legislatura de José Luis RodrÃguez Zapatero (2007).
Rufián y Otegi presumen de su pragmatismo y moldean los presupuestos de Sánchez
El Gobierno no solo se metió en el bolsillo los votos de los nacionalistas e independentistas vascos y catalanes. Sino también de fuerzas regionalistas (Cantabria, Teruel, Canarias) de corte más conservador.
El presidente de Gobierno, exultante tras la votación de este jueves, puso este espaldarazo en números: dijo que los 87 escaños representan a 12 millones de españoles, muchÃsimos más que los 6,8 millones personas que votaron al PSOE en 2020.
"Esto es la victoria del entendimiento entre dispares, del diálogo, de la polÃtica útil, que en plena guerra y con esta incertidumbre prima el interés general para proteger a la mayorÃa social", resumió Sánchez al referirse a la cantidad de luces verdes que aparecieron en el tablero del hemiciclo.
Los 12 grupos parlamentarios también aprobaron -ya de madrugada- los impuestos a bancos, energéticas y grandes fortunas.
La coalición, al cabo, ha logrado sacar adelante sus terceras cuentas públicas, lo que no ocurrÃa desde la mayorÃa absoluta del PP de Mariano Rajoy a mediados de la década pasada. El final de curso polÃtico echa por tierra la idea de "inestabilidad polÃtica" que tanto resalta el PP, Vox y Ciudadanos al referirse a la salud del Ejecutivo.
El mandatario socialista ve una demostración de fortaleza en sus pactos, sobre todo con nacionalistas e independentistas, una "debilidad" a juicio de la oposición. Para el lÃder del PP, Alberto Núñez Feijóo, la votación de ayer confirma que el Gobierno está en "manos" de la radicalidad vasca y catalana.
Lamentablemente los PGE aprobados le dan la razón: el Gobierno está en sus manos.
Son unas cuentas con más cesiones a los independentistas que medidas para los ciudadanos.
No son los PGE que España necesita, sino los que exigen los socios de Sánchez para mantenerlo en Moncloa. pic.twitter.com/DLzPn8pkX9— Alberto Núñez Feijóo (@NunezFeijoo) November 24, 2022
Lo cierto es que difÃcilmente, con esta inercia legislativa, el Gobierno tenga problemas para sacar adelante las últimas leyes del año (sedición, vivienda, mordaza, trans y protección animal) lo que le permitirÃa empezar el 2023 sin "debates internos desgastantes" para centrar todos sus esfuerzos polÃticos en las dos contiendas electorales, las de mayo (municipales/autonómicas) y las de diciembre (generales).
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- 125/11/2209:09Un pidtolero que vende a su madre si es necesario