Fue el propio Alberto Núñez Feijóo quien se metió solo en el tema del cobro de un sueldo por ser presidente del PP, aparte del que percibe por senador. El jefe de la oposición y candidato a suceder a Pedro Sánchez no ha querido desvelar el monto. "Todas las personas que hemos estado en el comité de dirección tienen un incremento de sus salarios por el partido", dijo en la SER.

Pero ahora tendrá que dar explicaciones al Senado, luego de que el titular de la institución, Ander Gil, diera luz verde a la petición del grupo socialista de exigirle a Feijóo que actualice su declaración de rentas, antes del martes. Las dudas surgieron a partir de la reticencia del dirigente gallego a la hora de especificar el monto, pero para la dirección del partido es apenas parte de la precampaña que prepara Moncloa.

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Algo de exponer la opacidad en Génova y reflotar los espasmos de la caja B de Luis Bárcenas hay en los ánimos del PSOE. El partido que conduce Sánchez vive un shock de energía y piensa que la comparativa puede funcionar a su favor: Feijóo oculta cuánto percibe de su formación y cuando señala que el PSOE también paga a sus cargos. El primero en mencionar la cuestión fue el presidente del Gobierno, en la misma cadena en la que su rival habló del sobresueldo.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, el sábado en Tenerife.

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"En un aspecto sí se aplica la regla del 2. Él tiene un puesto de trabajo y dos sueldos. Un sueldo y un sobresueldo", disparó Sánchez tras ironizar sobre los cálculos de Feijóo sobre los afiliados a la Seguridad Social. "Hay algo importante, y es la ejemplaridad. Si no hay nada que esconder, ¿por qué se ocultan esos datos", preguntó el presidente a Aimar Bretos. No había mayor orden a los suyos para que instalasen el tema.

Recibir sobresueldos o comprar una vivienda es tan importante como para declararlo en cualquier momento. Feijóo es un señor que aspira a gobernar este país, que viene de un partido que tiene la trayectoria que tiene

La primera en salir a comentar el escrito que Gil remitió a Feijóo fue la portavoz del PSOE, Pilar Alegría. "Recibir sobresueldos o comprar una vivienda es tan importante como para declararlo en cualquier momento. (Feijóo) es un señor que aspira a gobernar este país, que viene de un partido que tiene la trayectoria que tiene", deslizó. La pelota ha quedado en el tejado del expresidente de la Xunta, es decir, si no aclara el monto del sobresueldo, tendrá un dolor de cabeza reservado para la campaña.

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En el PP se debaten entre marcar la parcialidad del titular del Senado o contrarrestar con la publicación de la remuneración en cuestión. La peor estrategia, confía una fuente del partido, es dejar que el PSOE azuce el tema de la transparencia y la corrupción. Y las presiones sobre la hoja de ruta de los populares vienen especialmente del frente mediático afín. No es casual la portada de ABC, con una advertencia elocuente: "El PP ya ha perdido 15 días de precampaña en sus enredos con Vox".

Borja Sémper, director de campaña del PP, en una playa apócrifa en Madrid.

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Es que el juego que propone Feijóo para sobrepasar a Sánchez incluye una alianza monolítica con Vox, pese a las diferencias y tensiones en los acuerdos, y una campaña centrada en su figura, lo que ha retrasado la aparición pública y protagónica de, por ejemplo, los integrantes de su lista. Solo dio la cara Borja Sémper, en una playa falsa en Madrid y declaraciones acerca del rol progresista del PP, rápidamente desmentidas por no resistir archivo alguno. 

Mientras Gil "hacía lo suyo", como dicen por estas horas en Génova, Feijóo estaba acusando recibo y metiendo velocidad a los tiempos de la precampaña. "Lo único que ofrece Sánchez es ser reelegido con los mismos socios, Frankenstein segunda parte. Hizo todo lo contrario de lo que pidió hacer, y pretende que lo olvidemos", disparó este martes. Si el PSOE moverá el amperímetro con las dudas sobre el PP, los de Feijóo harán de los reproches, las alianzas y las contradicciones de Sánchez, su caballo de batalla.