
En noviembre pasado en Glasgow, los lÃderes climáticos del mundo acordaron reducir la quema de carbón como medida principal para mitigar los impactos del calentamiento global. La guerra en Ucrania y la crisis energética sepultaron ese compromiso: las principales economÃas han reactivado esta fuente de energÃa para compensar la caÃda del gas (cierre del grifo ruso), de la hidroeléctrica (sequÃa histórica), y de la nuclear (parón de muchas centrales).
España está lejos de ser uno de los paÃses que más carbón ha quemado en este 2022 (representa menos del 4% de su producción total de energÃa). En Europa, Alemania, Polonia y República Checa encabezan esta lista. En Asia, China e India, que queman el 70% a escala planetaria, están construyendo nuevas plantas.
Sin embargo, el incremento en términos nominales del carbón en la penÃnsula no deja de ser significativo. En la COP27 -la 27ª conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático-, que comienza esta domingo en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh, la delegación española podrá alardear de su fuerte avance en renovables, pero no de la disminución de la fuente de energÃa más sucia y contaminante.
Según la última planilla de Red Eléctrica, en septiembre España quemó un 32,4% más de carbón que en septiembre de 2021. El incremento es de 102% al cerrarse el tercer trimestre del año y de 108% en la comparación interanual.
Los datos, claro está, tampoco son buenos en lo que respecta a emisiones de CO2. En todo el 2021, las centrales térmicas desprendieron 4.866.500 tCo2 eq (medida que se utiliza para calcular la huella de carbono). En los primeros 9 meses del 2022, esa cifra trepó a 6.557.561, un 35% más.
En España hay solo cinco plantas abiertas de carbón. El cierre masivo de estas centrales térmicas se puso en marcha en 2010, cuando funcionaban 21 plantas. La instalación en As Pontes (Galicia) es la única que aún no tiene fecha de cierre.
El Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco) condicionó el apagado de los motores -Endesa solicitó su cierre a principio de año- "al refuerzo de variables de disponibilidad de potencia en el sistema eléctrico".
Por la crisis energética, España duplica la quema de carbón
Al tener esta luz verde, la multinacional ha reactivado este miércoles parte de la planta con la puesta en funcionamiento de uno de los dos grupos que están disponibles para generar energÃa.
"El grupo dos está en proceso de revisión para poder reactivarlo a primeros de 2023. Hemos aumentado la plantilla media de la planta hasta llevarla a unas 60 personas y hemos prorrogado los contratos de las auxiliares hasta junio de 2023", ha detallado Ignacio Sáinz, director de esta central.
En los próximos dÃas arribará al puerto de Vigo un barco con 160.000 toneladas de carbón proveniente de Indonesia. "Ante una situación de crisis energética como la actual la empresa pone en explotación dos de sus unidades de producción. Nuestra estrategia no ha variado, ya que Endesa mantiene su compromiso de descarbonización para el año 2040 y sigue apostando por las energÃas renovables". ha aclarado la compañÃa mediante un comunicado.
Lo cierto es que la reactivación de esta planta gallega se está replicando a escala mundial. "Los precios del carbón exportado se han disparado hasta niveles récord y los contratos de futuros sugieren que se mantendrán en máximos históricos durante los próximos años", ha alertado este viernes la agencia Bloomberg en un informe titulado "El carbón estaba destinado a ser historia. En cambio, su uso se está disparando".
Los precios futuros de referencia del carbón se están negociando hoy alrededor de $ 360 por tonelada, seis veces más que hace dos años. Los contratos a plazo se cotizan actualmente a más de $ 260 por tonelada hasta 2027. Ni un solo contrato a plazo superaba los $ 75 hace solo dos años.
Para que el mundo alcance emisiones netas cero para 2050, la Agencia Internacional de EnergÃa dice que las centrales eléctricas de carbón deben eliminarse en los paÃses desarrollados para 2030 y en el resto del mundo para 2040.
La AIE calcula que, en total, en 2022, la quema de carbón en Europa se incrementará un 7%, hasta las 476 megatoneladas. Y que la generación de electricidad con este combustible fósil va a subir un 8%.
Las principales economÃas se enfrentan, al cabo, a un dilema que LPO abordó meses atrás: la sábana corta entre seguridad energética y lucha contra el cambio climático.
Charles Moore, lÃder de Ember para Europa -firma de referencia en materia energética-, ve "muy paradójico" que se resucite a uno de los combustibles más contaminantes en medio de una crisis climática. "Las malas decisiones polÃticas (sobreinvertir en gas y no invertir en renovables como parte del plan de eliminación del carbón) han dejado a la UE con opciones limitadas", ha lamentado en una de sus últimas disertaciones.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.