Lo pidió José María Aznar, voz histórica del partido. Lo respaldó Isabel Díaz Ayuso, la dirigente que más atrapa a los votantes populares. Y, arropado por el pasado y el presente del PP, por los dirigentes históricos y por todos los barones, y por una multitud (30 mil personas, según la Policía; 45 mil según la organización), lo ejecutó Alberto Núñez Feijóo, el líder que no se sentará en el sillón principal del Palacio de la Moncloa -fallará en su intento de investidura, pero que aspira a romper la gobernabilidad de Pedro Sánchez.
El PP reedito este domingo el "Basta Ya" contra ETA - la histórica iniciativa ciudadana que surgió como reacción al terrorismo del grupo separatista vasco- en la avenida de Felipe II de Madrid para repudiar el pacto de amnistía que el PSOE se tiene entre manos el PSOE para mantenerse en el poder.
La presión de Aznar, Ayuso y compañía, el ala más radical de Génova, logró que Feijóo pasase de pensar un mitin para respaldar su investidura a una protesta contra la amnistía y el "sanchismo".
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Miles de personas asistieron a un mitin contra la "humillación de España" y que acuñó, de principio a fin, el lema "¡De ninguna manera!". Aunque ninguno de los oradores (Almeida, Ayuso, Aznar, Rayoy y Feijóo- lo expresó de forma explícita, la movilización tuvo un objetivo político: aumentar la presión social para forzar un "tamayazo", el voto de algún diputado socialista contra Sánchez que impida su investidura y fuerce una repetición electoral.
El primer en transformar el bullicio y los gritos en silencio fue el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. "Decimos que no a la amnistía porque es el pacto entre un prófugo de la justicia y un preso de la ambición. Que lo tengan claro Sánchez y sus secuaces porque no nos vamos a resignar. Ganaremos porque estamos del lado de la razón, del sentido común y de la igualdad", lanzó.
El micrófono lo cogió luego la presidenta de la Comunidad de Madrid, la más aplaudida de toda la jornada ("presidenta, presidenta", cantó en varias oportunidades la multitud).
"Estamos aquí por la dignidad de todos, y contra la amnistía que propone Pedro Sánchez contra las personas que ha cometido los delitos más graves contra una nación", empezó. "No es que mintiera, es que todavía no había cambiado de opinión. En Madrid somos expertos en mentiras sanchistas", siguió con gesto adusto y tono crispado.
"La amnistía es decir que los jueces son prevaricadores, y que el golpe fue justo", apuntó. "Por eso, les decimos, de ninguna manera. Son los que han expulsado a las empresas y los jóvenes, ahora ¿pretenden que nos humillemos para dar más dinero? De ninguna manera. ¿Qué clase de presidente es aquel que negociando por una nación entera? Decimos a Sánchez, que si él se deja humillar, allá él, pero por nosotros, de ninguna manera", bramó ovacionada.
Ayuso dio a entender que la investidura de su líder será fallida, pero adelantó que el gallego "será la voz de la España tan real como olvidada, de gente normal, buena y leal; gracias, presidente, por ser la voz de millones de españoles".
La posta la tomó Aznar. "No venimos a protestar, venimos a expresar nuestras convicciones. No venimos solo a estar juntos unas horas porque nuestro compromiso está más allá. Estamos dispuestos a movilizar todos los recursos, a insistir en nuestras razones, para evitar que se consume un ataque sin precedentes al marco de convivencia de todos los españoles".
Y continuó: "Ya sabemos que van a decir que protestamos por algo que no existe, sabemos que lo dijeron con los indultos, y hubo indultos, lo dijeron con la derogación de la sedición, y lo hicieron. Nadie puede decir que no sabían lo que iba a ocurrir. Los golpistas no renuncian a nada y lo volverán a hacer si se les deja. No hay coraje, hay cobardía".
El expresidente de Gobierno cargó duramente con la "deriva" del PSOE: "La verdad es muy clara: están dispuestos a todo con tal de mantener el Gobierno y el poder. Significaría aceptar que España no es un estado de derecho. Eso no vamos a aceptarlo nunca, que quede claro. Usaremos todos los medios legítimos, legales y democráticos para evitar que se consume".
Aznar dijo que "la única deuda histórica es la que los secesionistas tienen con la democracia española" y aclaró que "España es una gran nación que se ofrece para que los españoles se vean como compatriotas, no como enemigos".
Y concluyó: "A todos los que tienen voz, que la alcen, a todos los que puedan decidir en consciencia, que lo hagan. La historia que se escriba no va a ser benévola con los que ahora quiebren el cimiento moral de la convivencia, ni con los que se inhiban ante una circunstancia crucial para la existencia de España".
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Tras la intervención de Rajoy ("Llegas en un momento difícil. Pero los hombres y mujeres del PP nunca te van a fallar: estamos aquí", le dijo a Feijóo) llegó el turno del discurso del presidente popular.
"Hace dos siglos los constituyentes de Cádiz dijeron que la soberanía emanaba de la nación. Estos del progresismo llaman a los indultos concordia, llaman a la amnistía normalización y llaman a perder ganar", indicó. "No nos llamen tontos a los españoles porque no lo somos. Voy a defender que España es una democracia de libres e iguales, aunque me cueste la presidencia del Gobierno", siguió.
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Y profundizó: "Si en España hay bloqueo y elecciones, será por su responsabilidad. Es falso que el independentismo tenga que ser decisivo en la gobernabilidad de España, nunca ha tenido tan pocos votos como ahora. Es una falacia socialista más".
Feijóo no se bajó del escenario sin antes agradecer a sus socios políticos, los tres partidos que, en principio, apoyarán su investidura: Vox, UPN y CC: "Este es un acto del Partido Popular, pero quiero poner en valor a partidos con los que discrepamos, pero ahora están dispuestos a unirse para defender a la dignidad de los españoles".
El mitin finalizó con un PP exultante: "Hemos juntado más gente que ningún otro acto político en la democracia", publicó el partido en sus redes sociales.
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