El presidente francés Emmanuel Macron fue el primer líder que dejó de lado los eufemismos a la hora de describir la situación que atraviesa Europa: "Estamos viviendo el fin de la abundancia". El mandatario reconoció este miércoles que los "productos y tecnologías que nos parecían perpetuamente disponibles" pueden escasear en el futuro. De esta forma, planteó que la invasión rusa a Ucrania supone un reto para todos los países de la UE.

Macron también apuntó al debilitamiento de los valores universales por "el auge de los regímenes iliberales, el fortalecimiento de los regímenes autoritarios y los discursos desinhibidos de los últimos meses". Así aludía a los socios de la UE más reacios a condenar a Rusia, como el primer ministro húngaro Viktor Orbán, o quienes desde fuera de Europa mantienen una posición neutral respecto a la guerra en Ucrania.

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"El régimen de libertad en Francia tiene un costo que puede requerir sacrificios", dijo Macron, quien ha intentado mediar hasta último minuto antes del comienzo de la invasión, que cumple seis meses. El presidente francés fue reelecto en abril pasado, pese a que perdió votos en relación con su anterior elección -compitió en ambas ocasiones con la diputada de extrema derecha Marine Le Pen- y perdió la mayoría absoluta en la Asamblea. 

Después del receso de verano, el Consejo de Ministros de Francia prevé impulsar proyectos en materia de energía para asegurar su producción y abastecimiento durante el invierno

Por otra parte, el presidente francés admitió que las sequías y la escasez de agua son problemas reales que el continente debe enfrentar, aunque el reemplazo de los hidrocarburos puso en suspenso la transición energética hacia las renovables. "Ya no se puede elegir entre adaptación y mitigación", afirmó en referencia a la reciente ola de calor que azotó a Europa. Después del receso de verano, el Consejo de Ministros de Francia prevé impulsar proyectos en materia de energía para asegurar su producción y abastecimiento durante el invierno.

Este escenario de carencias, sacrificios y austeridad fue respaldado por otros dirigentes, como el exministro de Justicia François Bayrou, quien sostuvo que "nos dirigimos hacia la crisis más grave que ha conocido Francia desde la guerra". Las declaraciones de Macron parecen el preámbulo de las medidas que la primera ministra francesa Élisabeth Borne presentará el lunes para contrarrestar la falta de energía.