
La proposición de ley del PSOE y de Unidas Podemos para derogar el delito de sedición agarró al PP con la guardia baja. El anuncio del gobierno de coalición encontró a Alberto Núñez Feijóo en el último tramo de su gira por Sudamérica, aunque prometió desde el otro lado del Atlántico que tumbarÃa la reforma de Pedro Sánchez en caso de llegar a Moncloa. El lÃder de los populares ofreció este lunes una conferencia de prensa en la sede partidaria junto a Cuca Gamarra, ofreció más pistas de la respuesta que prepara la formación.
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Feijóo aseguró que el PP ultima una propuesta para mantener la sedición en el Código Penal y tipificar el separatismo como un crimen. Pero a los otros partidos de derecha les sabe a poco. La posibilidad de reformar el delito de malversación, sugerida por el PSOE y promovida por ERC, produjo un recrudecimiento de las crÃticas de Ciudadanos y Vox, que exigen al jefe de los populares que presente una moción de censura contra Sánchez.
La primera en presionar a Feijóo fue Inés Arrimadas. La presidenta de Ciudadanos acusó al presidente de ceder a las demandas de sus socios catalanes y definió la supresión de la sedición como "el mayor ataque al sistema de garantÃas democráticas por parte de un gobierno de España". En esa lÃnea, Arrimadas sostiene que la moción frenarÃa "la actividad parlamentaria" hasta febrero y frustrarÃa unos meses la iniciativa del oficialismo.
Arrimadas quiere que el tema repercuta en las elecciones municipales y autonómicas de mayo, pero para el PP la moción de censura no prosperarÃa. Génova no quiere librar una batalla contra Moncloa si no va a ganarla. Por eso Feijóo apuntó a los barones socialistas y los ha conminado a "dar un paso al frente". "O se está con el interés general de Sánchez o se está con los intereses generales de España", disparó el extitular de la Xunta. Su plan consiste en explotar las diferencias al interior del PSOE.
Los presidentes autonómicos Emiliano GarcÃa Page (Castilla-La Mancha), Guillermo Fernández Vara (Extremadura) y Javier Lambán (Aragón) no escondieron sus diferencias. En la misma lógica que Arrimadas, temen que la proposición de ley del Ejecutivo central puede jugarles en contra en sus territorios. Feijóo prefiere probar esa vÃa antes de embarcarse en una acción más radical sin garantÃas de un triunfo en el Congreso.
La idea de la moción fue levantada hoy por Santiago Abascal. "Nosotros ya la presentamos y hemos dicho que no renunciamos a la utilización de ese instrumento democrático, pero entendemos que otros también tienen su responsabilidad. Si hay un candidato de consenso y se acuerda la presentación de una moción de censura para la convocatoria de elecciones inmediatamente, nuestro apoyo estará garantizado", dijo el lÃder de Vox.
La reforma del delito de malversación encendió los ánimos en la derecha, que confÃa en paralizar la jugada de Sánchez. Abascal señaló que si las reformas al Código Penal salen adelante, la ultraderecha las recurrirá en el Tribunal Constitucional y hasta pomoverá una consulta para ilegalizar a las fuerzas independentistas.
Estas iniciativas son maximalistas, lo que coloca a la moción de censura en el camino de lo posible. Feijóo está esperando a que Sánchez dé el próximo paso para reaccionar. Negarse a los pedidos de Vox y Ciudadanos es también una forma de confirmar quién está al frente de la oposición.
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