La presión interna en el PSOE terminó forzando a Pedro Sánchez a postergar la tramitación de la ley trans, el proyecto estrella de la ministra de Igualdad, Irene Montero. Vox y PP habÃan pedido a la mesa del Congreso que ampliara los plazos de enmiendas, una forma de retrasar la tramitación, y este martes los socialistas se sumaron a la solicitud. Con esta nueva postergación, que adelantó LPO, en Unidas Podemos creen que la ley no saldrá adelante antes de fin de año.
"Es una mala noticia que PSOE y PP decidan retrasar la tramitación de la Ley Trans y de Derechos LGTBI. No podemos hacer esperar más a las personas trans y a la comunidad LGTBI para que sus derechos sean ley, sin un solo derecho menos. Este es el compromiso del gobierno", reaccionó Montero en Twitter. Fuentes de la formación morada dijeron a este medio que "se podÃa esperar" un giro a último minuto por parte de Sánchez.
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Por su parte, Pablo Echenique aseguró que "una mayorÃa de la ciudadanÃa entiende que los derechos de las personas trans son derechos humanos" y defendió un "debate parlamentario sin transfobia". Pero si Sánchez y UP pensaban que la ley terminarÃa viendo la luz en diciembre es porque no subestimaron la capacidad de presión de la exvicepresidanta Carmen Calvo, que actualmente encabeza la comisión de Igualdad en el Congreso.
Calvo ha bloqueado la discusión de la ley trans por considerar que "puede destrozar la potente legislación de igualdad de nuestro paÃs". La norma viene generando una intensa pulseada dentro del PSOE, con sectores del feminismo afÃn a los socialistas que han montado organizaciones que combaten la autodeterminación de género, es decir, el cambio de sexo registral sin la exigencia de un informe médico o psicológico, que es el corazón del proyecto que promueve Montero.
Esta batalla interna entre el ala feminista y el ala LGBTI del PSOE incomoda a Sánchez, que sin embargo optó por postergar la discusión. Pero esa decisión tendrÃa un coste, al menos en términos simbólicos. Carla Antonelli, la primera transexual en ocupar un cargo legislativo en España, presentó este martes su renuncia como militante socialista.
"Exhorto e invoco al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que vuelva a poner la Ley en su sitio, como hizo en su momento, que cierre los plazos de enmiendas y se continúe su trámite de urgencia, por la palabra dada y el compromiso adquirido", aseguró la exdiputada de la Asamblea de Madrid en una carta pública.
Antonelli también lamentó que, con suerte, la norma se discutirá cuando los partidos estén "ya inmersos en las elecciones autonómicas y municipales, que será otra de las posibles argumentaciones para nuevos retrasos y en un suspiro hacia el fin de la legislatura". Y apuntó a Calvo por enviar un "panfleto transfóbico" a las agrupaciones socialistas de España en 2020, cuando comenzaba a delinearse la ley.
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Ahora, los plazos se han ampliado hasta el próximo 26 de octubre, si bien en Podemos temen que el PSOE siga prorrogándolos. Entre los morados sorprende tanto la deriva transfóbica de algunos núcleos en el PSOE como la indefinición de Sánchez. Los socialistas han enarbolado las leyes progresistas y, en particular, del colectivo LGBTI. Esas banderas fueron también levantadas por Podemos que, luego de los acuerdos de coalición, se quedaron con el Ministerio de Igualdad.
La ley trans es una norma importante para Podemos, no solo porque depende de Montero, sino porque es un logro que la formación quiere aprovechar en la campaña para las municipales. Con todo, la gestión del conflicto que ha disparado en el seno del PSOE depende de Sánchez y es de una naturaleza distinta, porque puede preanunciar nuevas internas en Ferraz.
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