El Congreso ha aprobado este jueves por una amplia mayorÃa la reforma del artÃculo 49 de la Constitución para quitar la palabra "disminuido" del texto. El trámite pasará ahora al Senado donde, si no hay ninguna sorpresa de última hora, pasará sin modificaciones.
Cuando la Cámara Alta ratifique la modificación, entrará en vigor la tercera reforma de la Constitución desde su aprobación en 1978. Solo Vox se ha desmarcado del conjunto de la cámara y la votación ha salido adelante con 312 votos a favor y 32 en contra.
Sánchez ha salido en defensa del enorme apoyo que tuvo la iniciativa y publicó tras la aprobación: "Hoy es un gran dÃa para nuestra democracia. La reforma del Art. 49 de la Constitución es ya una realidad. Porque las palabras importan, eliminamos para siempre el término 'disminuidos' de nuestra Carta Magna".
"Un justo avance que transmite, además, un poderoso mensaje: todos ganamos cuando somos capaces de acordar en defensa del interés general. Nunca lo olvidemos", agregó.
El presidente del Gobierno ha remarcado que la aprobación se produjo "por encima de intereses partidistas y cálculos tácticos, lo importante de las polÃticas es el efecto que tienen sobre la vida cotidiana de la gente".
"Queda mucho hasta alcanzar la plena inclusión; hasta abrazar la diversidad que nos define; hasta hacer visible lo que durante tanto tiempo fue dolorosamente ignorado. Y hoy damos un gran paso en ese afán", concluyó.
La reforma de la Constitución será en los términos de la propuesta presentada por el PSOE y el PP. La mayorÃa parlamentaria ha tumbado las enmiendas presentadas por grupos como el PNV o CompromÃs, que habÃan aprovechado el trámite para plantear una modificación más amplia en determinados temas como el derecho a decidir o el Derecho Civil valenciano.
Pero la Mesa del Congreso no ha admitido a trámite dichas enmiendas al estar al margen del objeto de la reforma: el artÃculo 49 de la Constitución. La votación en el órgano de gobierno de la Cámara Baja se solventó con el voto en contra del PSOE y PP a la admisión a trámite de las enmiendas. Sumar dividió su voto: Esther Gil de Reboleño se abstuvo y Gerardo Pisarello votó en contra.
La primera fue en 1992 para permitir el voto de los ciudadanos de paÃses de la UE residentes en España en las elecciones municipales, tal y como exigÃa el Tratado de Maastricht.
La segunda se produjo en 2011 y reformó el artÃculo 135 de la Constitución para introducir el principio de austeridad en las cuentas públicas que permitió luego leyes como la de estabilidad presupuestaria y otras en las que se asentaron los duros recortes sociales que puso en marcha el Gobierno de Mariano Rajoy a partir de 2012. PSOE, PP y UPN votaron a favor entre protestas del resto de grupos por la urgencia del proceso, que además se produjo en verano.
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