
Santiago Abascal ha pasado de la expectación al ataque al lÃder del PP, luego de que los populares se negaran a facilitar la elección de un miembro de Vox para la Mesa del Congreso. Como consecuencia de esa decisión, la formación ultraderechista boicoteó a la candidata de Génova, Cuca Gamarra, presentó a un aspirante propio, Ignacio Gil Lázaro, y puso en duda el apoyo a la ya improbable investidura de Alberto Núñez Feijóo.
Feijóo sale golpeado de la votación del Congreso y el PP da por hecha la investidura de Sánchez
"Feijóo sale más debilitado porque entró con unos apoyos y sale con otros", dijo el jefe de Vox una vez terminada la sesión de este jueves. "Estamos algo perplejos porque no parece que impedir que la tercera fuerza polÃtica de España quede fuera del Congreso sea recuperar la normalidad democrática", agregó, algo perplejo, en lo que parece la ruptura del bloque de la derecha a semanas de las generales.
Abascal adelantó que volverá "a hablar con el PP para entender que es lo que quieren hacer y si están de verdad dispuestos para evitar ese Gobierno de destrucción nacional", en alusión al Ejecutivo del PSOE y Sumar, respaldado en una base de partidos nacionalistas e independentistas en el hemiciclo. El dirigente ultra dijo sentirse particularmente preocupado por la decisión de la flamante presidenta del Congreso, Francina Armengol, de permitir el uso de las lenguas cooficiales en la cámara.
Era una forma de exponer la "otra cara" de los acuerdos de Moncloa y desviar la atención de la crisis que se abrió hoy en la derecha. Abascal llegó al edificio del Congreso con una bancada reducida, 19 diputados menos en relación con la anterior legislatura, con 33 escaños en total, y sin ningún sillón en la Mesa. Para el lÃder del partido, la jugada del PP ha sido una humillación difÃcil de tragar, aunque no haya demasiada alternativa.
Pero si se trató de una jugada, no debe haber resultado una buena. Feijóo tenÃa 172 votos asegurados hasta esta jornada, una carta de presentación lo suficientemente meritoria como para que el rey Felipe VI le encargara la formación del Gobierno. Ahora solo cuenta con 139, en caso de que UPN y Coalición Canaria continúan apoyándole, la misma cantidad de votos que obtuvo Gamarra en su fallido intento de suceder a Meritxell Batet.
"Nunca una fuerza como Vox ha estado fuera de la Mesa del Congreso, pero es lo menos grave de lo que ha ocurrido hoy, que es que se ha pactado la Mesa con un prófugo de la Justicia", apuntó Abascal, quien ha intentado alejarse del varapalo de esta mañana y mirar hacia adelante. A Vox no le conviene una repetición electoral, mantiene gobiernos de coalición en territorios y está expectante por lo que pueda suceder en Murcia. Será el PP el que tenga que mover la ficha.
Por favor no corte ni pegue en la web nuestras notas, tiene la posibilidad de redistribuirlas usando nuestras herramientas.